Cercano a la Tierra

Leonard, el cometa que iluminará el cielo navideño del 12 al 13 de diciembre

C/2021 A1 Leonard está despertando la atención de los medios, pero ¿realmente será tan visible como dicen?

Recreación del cometa C/2021 A1 Leonard propiedad del Brayfordbury Observatory.
Recreación del cometa C/2021 A1 Leonard propiedad del Brayfordbury Observatory.Brayfordbury ObservatoryCreative Commons

Pocas cosas hay más navideñas que un cometa iluminando el cielo. Forma parte del folclore, aunque pocas veces lo hayamos podido disfrutar. Y tal vez por eso, por el pensamiento desiderativo que doblega a la razón, estamos escuchando tanto optimismo en torno a Leonard, el cometa que nos visitará durante este mes. Se habla de que su luz podrá ser vista a ojo descubierto durante la noche del 12 al 13 de diciembre, pero ¿es cierto?

Podría serlo, porque en este caso el único problema es la rotundidad con la que se afirma. Es muy pronto para saberlo con seguridad, pero no parece descabellado esperar que así sea. Efectivamente, la noche del 12 al 13 se espera que alcance el punto de su órbita más cercano a la Tierra, pasando a tan solo 35 millones de kilómetros de nosotros. Claro que, por desgracia, la distancia no es lo único importante para determinar si Leonard iluminará el cielo estas navidades. Vayamos por partes. Antes de nada… ¿Qué es Leonard?

Un cometa

C/2021 A1 Leonard es su nombre completo, y esa C denota que se trata de un cometa. Esto significa que, a diferencia de meteoroides y asteroides, los cometas son (por lo general) más brillantes y vistosos. Exhiben una cabellera que rodea su punto más brillante y un par de colas. Mientras que las estrellas fugaces (meteoros que atraviesan la atmósfera) apenas duran unas décimas de segundo, estos permanecen visibles durante varias noches debido a que se encuentran mucho más lejos de nosotros, pareciendo que avanzan mucho más lentos. De hecho, Leonard ya es visible desde algunos lugares, como las Islas Canarias, si la noche está despejada y se emplea un telescopio o prismáticos con suficientes resolución.

No obstante, más allá de su aspecto en la distancia, las diferencias entre cometas y asteroides son muchas. Una de las más importantes es, por ejemplo, su composición. Los cometas están formados sobre todo por hielo y polvo, puede que incluso alguna roca, pero mayormente por lo que ha sido descrito coloquialmente como nieve sucia. Precisamente, debido a esta mezcla de polvo, hielo de agua y de gases, los cometas van dejando un rastro que forma una de sus dos colas. Mientras tanto, el calor del Sol transforma sus hielos en gases que envolverán su núcleo formando la llamada cabellera o coma. La segunda cola se forma por la presión que ejerce la radiación del Sol sobre las partículas de hielo, empujándolas en dirección contraria a la estrella. La primera cola brilla con un tono azulado y mucha más intensidad que la tenue segunda cola, por eso, a ojo desnudo, solo solemos ver una desde la Tierra.

Por último, y esto se aplica totalmente a Leonard, mientras que los asteroides y meteoroides suelen venir del cinturón de asteroides que se extiende entre Marte y Júpiter, los cometas suelen venir de la nube de Oort, muchísimo más lejana. De hecho, se calcula que Leonard empezó su periplo hace unos 40.000 años, desde estos remotos lares en los que los vientos solares no pudieron barrer el agua helada que sea cumuló en aquellos pequeños objetos del sistema solar. Y ese es precisamente uno de los problemas que tenemos con Leonard, al tener una alta parte de hielo, su viaje hacia el interior del sistema solar podría estarlo evaporando. De hecho, ha habido reportes acerca de que su brillo es cada vez menor. En cualquier caso, es pronto para afirmarlo, pero si fuera cierto podría afectar a la observación del día 12.

El brillo

La distancia del cometa es importante, pero en realidad existe un conjunto de características que condicionan su brillo (su superficie, su tamaño etc.) Y es ese aspecto, al que llamamos magnitud, es el que más nos interesa para pronosticar si podrá verse o no a ojo descubierto. La magnitud de Leonard ahora mismo está por encima de 7, y deberá reducirse bastante para poder ser visible. Concretamente, deberá estar por debajo de 6 para que pueda percibirse a simple vista en una noche sin nubes y con el horizonte despejado. Todavía no podemos saberlo, pero es una posibilidad a tener en cuenta.

Por otro lado, conviene recordar lo que ya sugería el párrafo anterior: que no todos los cielos son iguales, unas condiciones favorables pueden hacer visible lo que sería imposible de distinguir sobre los rascacielos de una ciudad. El mayor problema en este caso será la ubicación geográfica, porque no todos podremos verlo a las mismas horas. Desde España, en teoría, podría ser visible unos minutos antes del amanecer, momento en que aparecerá sobre el horizonte. Tendremos que estar atentos y coger la buena costumbre de mirar más al cielo.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • El cometa no acaba de ser descubierto, de hecho, viene observándose desde enero del presente año. Desde entonces los expertos han podido estudiar su trayectoria, su origen y estimar otra serie de características que podremos ir confirmando a mediad que recojamos más observaciones.

REFERENCIAS (MLA):