
Asteroide
El asteroide que puso a la Tierra en alerta de impacto nivel 1 ha regresado
Calificado como 'potencialmente peligroso' pero sin riesgo de impacto, el asteroide 2025 FA22 se prepara para su máxima aproximación a la Tierra, un evento que movilizará a los telescopios de todo el mundo el próximo año

La comunidad científica internacional se prepara para un ensayo general sin precedentes: la observación coordinada de un asteroide que, aunque no representa amenaza alguna, servirá como un valioso simulacro de defensa planetaria. El objetivo es poner a prueba y perfeccionar los protocolos de respuesta ante una hipotética colisión futura. La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) aprovechará el paso de este objeto para movilizar a observatorios de todo el mundo en una campaña que pondrá el foco en la cooperación y la recopilación de datos. Este tipo de ejercicios se basan en la experiencia de misiones reales, como cuando la NASA desvió un asteroide con éxito por primera vez en la historia, aunque no sin consecuencias inesperadas.
En este caso, el protagonista del ejercicio es el asteroide 2025 FA22, un cuerpo rocoso de entre 120 y 280 metros de diámetro que resulta ser un candidato ideal para el estudio. Su tamaño y su trayectoria lo convierten en el sujeto perfecto para que los astrónomos puedan afinar sus instrumentos y métodos de análisis, desde determinar su composición y rotación hasta calcular con una precisión milimétrica su órbita para las próximas décadas.
De hecho, su máximo acercamiento a la Tierra está previsto para el 18 de septiembre de 2025, cuando pasará a una distancia completamente segura de 841.900 kilómetros. Esta cifra, que supone más del doble de la distancia que nos separa de la Luna, descarta por completo cualquier riesgo de impacto, permitiendo que la atención se centre exclusivamente en la oportunidad científica que supone este evento.
La historia de un susto que acabó en oportunidad
Por otro lado, la tranquilidad actual contrasta con la cautela inicial que rodeó su descubrimiento. Identificado por primera vez el 29 de marzo desde el observatorio Pan-STARRS 2, en Hawái, su ficha inicial llegó a generar cierta inquietud. Durante un breve lapso, se le asignó el nivel 1 en la Escala de Turín, un sistema que clasifica el peligro de impacto. Aunque es una categoría baja, implicó que el objeto requería un seguimiento especial hasta que nuevos datos confirmaran que no había peligro, tal y como han publicado en IFLscience. Este seguimiento constante del cielo no solo es vital para la defensa planetaria, sino que también permite a los astrónomos hallar cuerpos celestes de todo tipo, como algún brutal exoplaneta increíblemente extraño que desafía las teorías actuales.
Asimismo, este tipo de simulacros adquieren una relevancia aún mayor si se mira al futuro. Los cálculos orbitales actuales predicen para el año 2173 un encuentro mucho más cercano de este mismo asteroide, que en esa ocasión pasará por dentro de la órbita lunar. Por ello, los datos que se recopilen el próximo año serán cruciales para anticipar con exactitud ese futuro sobrevuelo. Para los aficionados, el Virtual Telescope Project ya ha anunciado que retransmitirá en directo el paso del asteroide, convirtiendo este ejercicio científico en un espectáculo astronómico al alcance de todos.
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