Alienígenas
Este científico de Harvard pone en jaque a la NASA: cree que el nuevo objeto interestelar no es un cometa, sino tecnología extraterrestre
¿Una sonda alienígena o un cometa? Un astrónomo de Harvard plantea una controvertida hipótesis sobre el último objeto interestelar descubierto
La comunidad científica, y en particular la astrofísica, vive un debate de calado en torno a la naturaleza de un nuevo objeto interestelar, 3I/ATLAS. Este enigmático visitante, el tercero de su tipo avistado hasta la fecha en nuestro sistema solar, ha reavivado la controversia sobre si se trata de un fenómeno natural o de algo mucho más inusual.
Asimismo, a la cabeza de la tesis más audaz se sitúa Avi Loeb, un destacado astrónomo de la Universidad de Harvard. Loeb sostiene que 3I/ATLAS no es una roca helada más, sino un objeto de origen tecnológico o artificial, posiblemente enviado por una civilización extraterrestre. Esta controvertida postura, que ha generado un considerable revuelo, choca frontalmente con la visión predominante en el seno de la NASA y la mayoría de los expertos en la materia.
De hecho, la propia morfología y el comportamiento de 3I/ATLAS presentan una serie de características que alimentan la hipótesis de Loeb y siembran dudas sobre su clasificación convencional. Las primeras imágenes captadas por el Telescopio Espacial Hubble han añadido interrogantes adicionales, mostrando particularidades que no encajan del todo con lo que se esperaría de un cometa típico.
Cuestionando la naturaleza de un visitante cósmico
En este sentido, las anomalías científicas no cesan de acumularse, lo que alimenta el escepticismo sobre su naturaleza puramente cometaria, tal y como recoge el medio Futurism. Las observaciones del Hubble revelan un enigmático resplandor por delante del objeto, una peculiaridad que, sin embargo, no va acompañada de la prominente cola cometaria que cabría esperar. Además, las mediciones espectroscópicas realizadas sobre 3I/ATLAS no indican la presencia de gas molecular o atómico que, de forma lógica, debería acompañar a dicho resplandor.
Por otro lado, la audaz hipótesis de Loeb no se ha quedado en la mera especulación, sino que ha derivado en propuestas concretas para desvelar el misterio de este cuerpo. El astrónomo ha llegado a proponer enviar un mensaje en código Morse directamente a 3I/ATLAS, una acción con la que buscaría poner a prueba su teoría de un posible origen alienígena. Asimismo, un congresista americano ha instado a la NASA a considerar desviar su sonda de Júpiter para iniciar una ambiciosa persecución de este objeto, lo que da cuenta de la seriedad con la que se valora esta posibilidad en ciertos círculos institucionales.
Finalmente, el caso de 3I/ATLAS plantea un dilema fundamental para la ciencia espacial: ¿Estamos simplemente ante un cometa con características extraordinariamente peculiares, o es este objeto un indicio sin precedentes de tecnología o vida extraterrestre? La respuesta a esta interrogante podría redefinir para siempre nuestra comprensión del universo y nuestro propio lugar en él, abriendo una apasionante frontera en la exploración cósmica.