Biodiversidad
Sí, hay tiburones en el Mediterráneo. En total 47 especies
De todas ellas, 15 pueden ser peligrosas para los humanos, incluidos el gran tiburón blanco y el tiburón tigre.
Habitualmente no vinculamos el Mar Mediterráneo con tiburones, Al menos no con las especies peligrosas. Pero la realidad es que también viven allí. Pero a lo largo de la historia se han detectado apenas una decena de ataques y solo uno, en 1989, ha sido mortal. ¿Cuáles son las especies más peligrosas?
Si bien la profundidad promedio del Mediterráneo es de unos 1.300 metros, hay zonas en las que alcanza los cinco mil, lo que permite que sea el hábitat para diferentes especies de escualos, en total 47.
El mar Mediterráneo es una masa de agua bastante tranquila y el calor salado significa que hay muchas criaturas marinas que los tiburones pueden comer, lo que es una buena noticia para nosotros. Estos son los potencialmente peligrosos para los humanos. El más famoso, sin duda, es el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), aunque solo hubo 10 avistamientos entre 1985 y 2015. A este le sigue el Tiburón tigre (Galeocerdo cuvier), aunque no se ha confirmado su presencia. Otros que se incluyen en esta lista es el Tiburón toro (Carcharhinus leucas), el de punta negra (Carcharhinus limbatus), el martillo (tanto el liso, como el festoneado y el gran tiburón martillo), el nodriza gris, el tiburón banco de arena (Carcharhinus plumbeus) o el tiburón azul (Prionace glauca).
Desafortunadamente, para la biodiversidad, muchos de ellos están en peligro de extinción debido principalmente a la pesca indiscriminada. Solo los "tres grandes" mencionados anteriormente (el gran tiburón blanco, el toro y el tigre) tienen dientes diseñados para desgarrar. Los dientes de otros tiburones están diseñados para agarrar y, por lo tanto, es menos probable que causen heridas fatales.
Es más, la mayoría de los tiburones (incluso el gran tiburón blanco) solo muerden a los humanos para comprobar si son posibles presas, no están interesados en usarnos en su dieta. Por esta razón, suele ser más apropiado decir "encuentro con tiburones" que "ataque de tiburón". Aun así, debido al tamaño del gran tiburón blanco, incluso una mordedura exploratoria suya puede ser fatal o causar lesiones graves.
La población de este depredador, que puede llegar a los 6 metros de largo, se ha reducido en el último siglo un 96% y uno de los puntos en el que se ha detectado su presencia es en el canal de Sicilia, al sur de Italia.
Su estudio es fundamental: de acuerdo con los expertos “la población mediterránea puede tener poca o ninguna inmigración contemporánea desde el Atlántico, lo que sugiere que podría ser extraordinariamente vulnerable. Además, debido a que los superdepredadores influyen desproporcionadamente en la estabilidad y la salud de los ecosistemas, el Mediterráneo solo puede sufrir aún más con la continua disminución de los tiburones blancos”.
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