Medio Ambiente
La Generalitat gravará en 2023 nuevas matrículas de vehículos no eléctricos
La recaudación se destinará al “fondo para la transición ecológica”
La futura ley valenciana de Cambio Climático y Transición Ecológica prevé que los planes urbanísticos incluyan una zona de producción de energía renovable para su autoabastecimiento y que desde 2023 las matriculaciones de vehículos que no sean libres de emisiones paguen un impuesto según los gramos de CO2 por kilómetro que emitan.
Estas son algunas de las medidas incluidas en el borrador de la nueva ley, que recoge la estrategia valenciana del cambio climático, la creación de la Agencia Valenciana del Cambio climático y el plan valenciano integral de energía y cambio climático, según ha anunciado este martes la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, en una presentación telemática.
La consellera ha señalado que “la energía, la movilidad y su relación con la ordenación del territorio” son los tres grandes elementos en los que la Generalitat tendrá que dar “pasos decididos” en el contexto de la transición ecológica.
Mollà ha advertido de que el transporte y la movilidad suponen el 42 % de las emisiones, y por ello la ley establece una serie de instrumentos dirigidos a reducir los efectos nocivos de estos gases, como la “fiscalidad verde”.
Así, el borrador de la ley contempla que a partir del año 2023 todas las nuevas matriculaciones de vehículos de combustión interna paguen un impuesto según los gramos de CO2 por kilómetro que emitan, mediante una tabla progresiva.
Este impuesto, ha precisado, se destinará al “fondo para la transición ecológica” y con ello tendrá un carácter “finalista que es su retorno para iniciativas que ayuden a cumplir los objetivos de la ley” como financiar la red de puntos de recarga eléctrica.
También prevé medidas dirigidas a las emisiones de dióxido de carbono de las grandes embarcaciones en los puertos de la Comunitat, que tendrán también una carga impositiva “a razón de las maniobras de estancia en los puertos valencianos”.
El borrador de la Ley de Transición Ecológica incluye un total de 122 artículos, 19 disposiciones adicionales, 3 transitorias y cinco finales, “lo que refleja la magnitud de esta ley, compleja, amplía y bien fundamentada, que pivota entre la mitigación y la adaptación al cambio climático”, ha destacado la consellera.
Ha advertido de que en vez de reducir, la Comunitat Valenciana está aumentado las emisiones, hasta un 42 % en comparación con el año 1990, una situación “insostenible” y ha manifestado que el Consell aspira a reducirlas un 40 % en 2030 y conseguir el objetivo de “neutralidad” en 2050.
Mollà ha lamentado que la Comunitat es una zona “vulnerable”, con gran dependencia de los combustibles fósiles y de la energía nuclear que la Generalitat quiere reducir con incentivos para fomentar la energía renovable.
La ley incorpora además los planes de cambio climático de la entidades locales y contempla como novedad que los nuevos planes urbanísticos tendrán que reservar un área de suelo destinada a la producción de energía renovable para dotar de autosuficiencia al desarrollo urbanístico.
“Tenemos que ser más eficientes y generar energías renovables para reducir nuestra dependencia de la energía fósil y del exterior”, ha defendido.
Para ello, ha señalado que el plan favorecerá la implantación de instalaciones de energía renovable en zonas de desarrollo prioritario establecidas en el Plan Director de Energías Renovables (unas 12.000 hectáreas en toda la Comunitat), y producir hasta 6.000 MW.
La ley contempla también el aprovechamiento de lo grandes aparcamientos privados en superficie de más de mil metros cuadrados, como los de los centros comerciales, con la instalación en sus cubiertas de placas solares para su abastecimiento energético.
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