Coronavirus

Las residencias aseguran que es imposible reservar el 10% de las plazas para aislar a los positivos de covid

Aerte recuerda que a la Comunitat Valenciana le faltan 22.000 para llegar a la ratio de la OMS

Una residencia de Vinaròs (Valencia) registra un brote de 21 positivos tras vacunarse usuarios y empleados
Una residencia de Vinaròs (Valencia) registra un brote de 21 positivos tras vacunarse usuarios y empleadosServicio Ilustrado (Automático)AYUNTAMIENTO DE VINARÒS

La Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (Aerte) ha mostrado su rechazo a la decisión de la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad de prohibir la ocupación del 10 por ciento de las plazas de los centros, que puede llegar al 15.

El objetivo de la Conselleria con la resolución publicada en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGV) que regula los centros para personas mayores es que estas plazas queden libres para llevar a cabo aislamientos, pero “va a provocar la pérdida de unas 3.000 plazas aproximadamente”, según el presidente de Aerte, José María Toro. “No entienden que no se permita utilizar estas plazas cuando ayer se denunciaba por expertos del sector la necesidad de 22.000 plazas más”.

”El sector no ha cuestionado la necesidad de llevar a cabo los aislamientos en los centros pero ha defendido la posibilidad de hacerlo mediante la reubicación de las personas residentes, o mediante espacios comunes adaptados, lo que permite mantener las plazas y la capacidad de atención del centro”.

La resolución también prohíbe los nuevos ingresos en centros que se encuentren en zonas de alerta 3, actualmente el 85 % de la población de la Comunidad Valenciana, aunque no tengan brotes abiertos salvo emergencia social indicada por la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad.

Aerte se ha mostrado favorable a que estos centros puedan hacer nuevos ingresos para asegurar estos servicios a las personas que lo necesiten, como se estaba haciendo hasta ahora, con PCR negativa y aislamiento preventivo de diez días, lo que permite mantener un nivel de seguridad adecuado.

Ademas, Aerte ha planteado la necesidad de ampliar la campaña de vacunación e incluir a todas las viviendas tuteladas de atención a salud mental y, en el supuesto de las personas con dependencia atendida en sus domicilios, a los profesionales que les prestan servicio en sus propias casas.

”Si en residencias y en centros de día se va a vacunar a los residentes y al personal, creemos que en el caso de los servicios de ayuda a domicilio y en las viviendas con apoyo debe hacerse de la misma manera para proteger la salud de los más vulnerables”.