Investigación
La UPV trabaja en la creación de baldosas que generen energía solar
Las finalidad que apuntan los investigadores es “avanzar en el desarrollo de las nuevas ciudades verdes y sostenibles”
Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universidad de Cambridge trabajan en la creación de baldosas con funcionalidad electrónica a través de aparatos electrónicos integrados que generan energía solar fotovoltaica.
El objetivo final de la investigación es la creación de baldosas con funcionalidad electrónica embebida por impresión superficial, hecho que acercará a la energía solar y a la cerámica en el ámbito de la edificación “sin perder de vista el medio ambiente”, según los investigadores.
La novedad de este proyecto se basa en la colocación de aparatos electrónicos impresos en el exterior de los edificios y su integración en baldosas cerámicas, hecho que según el investigador del Institute for Manufacturing (IfM) de la Universidad de Cambridge, Ronan Daly, alargaría la vida útil de los dispositivos electrónicos, ya que en el exterior se degradan con mayor facilidad.
La segunda ventaja es la preparación de las baldosas cerámicas, listas para la implantación de dichos aparatos, ya que en países productores tradicionales “como España e Italia” se ha producido un cambio en toda la industria de la serigrafía convencional de gráficos, con tiradas grandes de impresión por inyección de tinta e impresión bajo demanda.
“Esto ha reducido significativamente el desperdicio y el almacenamiento, y ha ayudado a los fabricantes a competir con nuevos productores como China”, ha comentado el investigador, según un comunicado de la institución universitaria.
En la actualidad, los investigadores están desarrollando un sistema para preservar la funcionalidad electrónica a través de un proceso que soporta los esfuerzos mecánicos del prensado, además de las temperaturas extremas de cocción, hecho que permite la “integración total de la funcionalización electrónica” en el proceso industrial de fabricación de baldosas, según el equipo de trabajo.
Durante el proceso, la materia prima de la baldosa se reduce a una mezcla polvo cerámico que, tras su prensado, es cocida a 1.200 grados, por lo que la creación de componentes electrónicos que puedan sobrevivir a esta temperatura “supone un desafío”, han advertido.
Es por ello que pretenden controlar la cantidad de oxígeno presente durante el proceso para la creación de los componentes, “algo que a día de hoy es viable en laboratorios, pero no es práctico para uso industrial”.
A su vez, están estudiando el control de la porosidad de la cerámica, ya que se necesita espacio dentro de la baldosa para acumular la energía eléctrica fotovoltaica para alimentar los circuitos electrónicos.
“Existe un método para incrustar componentes electrónicos, que utiliza la compresión en dos etapas, que ya se utiliza en baldosas cerámicas”, ha señalado Daly, pero la alternativa en la que trabajan es la impresión con tintas especiales entre las capas de compresión.
La previsión es que los mosaicos funcionales se produzcan a gran escala, y el investigador de la UV, Javier Orozco, ha comentado que el equipo está trabajando en prototipos industriales con una empresa del sector.
Esperan desarrollar la patente del concepto, “ya registrada”, cuyo fin será “avanzar en el desarrollo de las nuevas ciudades verdes y sostenibles”, ha concluido.
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