Infraestructuras

Puerto de Valencia: eje de la exportación española y una polémica ampliación

Las posturas están enfrentadas entre quienes no ven mayor afección ambiental que la que ya hay y los que consideran insostenible el modelo de macropuerto

Un carguero en el Puerto de Valencia
Un carguero en el Puerto de ValenciaAPVAPV

La polémica ampliación del Puerto de València, por el que sale el 41 por ciento de las exportaciones marítimas de España, lleva años enfrentando por un lado a los sectores económicos que la defienden -como clave de su futura competitividad- frente a colectivos vecinales y ecologistas, incluida la consellera de Transición Ecológica, que se oponen por su impacto ambiental.

La ampliación del puerto valenciano, el primero del Mediterráneo en tráfico de contenedores, contempla una nueva terminal, la Norte, para la que fue seleccionada TIL, filial del grupo MSC. Actualmente operan tres terminales de contenedores, en concesión con las tres primeras navieras del mundo (APM-Maersk, MSC y CSP).

La ampliación norte, que incluía unas obras de abrigo que ya se ejecutaron entre 2008 a 2012 (fase I), contó con una declaración de impacto ambiental (DIA) en 2007, cuya validez actual o el retraso que podría suponer tramitar una nueva es la clave del desencuentro entre las posturas enfrentadas.

El puerto de Valencia se disputa con el marroquí de Tangermed (dominado por APM-Maersk) y el griego del Pireo (de la china COSCO) la importancia en tráfico de contenedores, y oscila entre la cuarta y quinta posición con Pireo en el ámbito europeo tras Rotérdam, Amberes y Hamburgo. En el mundo, ocupa el vigesimoctavo puesto.

En los últimos doce meses (octubre de 2020 a octubre de 2021) ha gestionado 5,6 millones de contenedores, más de un millón de ellos de exportación, y del puerto de Valencia sale el 41 por ciento de las exportaciones por mar de España.

En el puerto trabajan 130 navieras que conectan Valencia y España con 1.000 puertos del mundo; el recinto genera casi 40.000 puestos de trabajo y un valor añadido bruto de 2.600 millones de euros.

Esta semana la Audiencia Nacional ha admitido a trámite un recurso de la plataforma Ciutat-Port contra una resolución del Ministerio para la Transición Ecológica que permite a la Autoridad Portuaria decidir por sí misma si es necesaria o no una nueva evaluación ambiental para el proyecto de la ampliación norte.

Características de la terminal norte

Con ella, los empleos serán más de 44.000 y el Valor Añadido Bruto aumentará de los 2.600 millones de euros a más de 3.100, según recoge un estudio de 2020 del Instituto de Transporte y Territorio de la Universitat Politècnica de València.

La inversión público-privada llega a 1.600 millones, mil de ellos aportados por TIL.

Las alegaciones presentadas en su día al anteproyecto limitaron el alcance de dos elementos: el dique de abrigo no será necesario prolongarlo en 500 metros, y el dragado de acceso se quedará en la cota de 18 ó 19 metros actuales.

La opinión del Puerto

La Autoridad Portuaria de Valencia siempre ha argumentado la validez de la DIA de 2007 y que las modificaciones al proyecto no exigen una nueva declaración. Su presidente, Aurelio Martínez, defiende que no supone un incremento significativo de las emisiones a la atmósfera ni de los vertidos ni de los residuos, ni tampoco una afección a espacios protegidos de la Red Natura 2000, todo ello de acuerdo a la legislación ambiental utilizando parámetros y datos actuales.

La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, Puertos del Estado y el Ministerio para la Transición Ecológica respaldan el ajuste a la legalidad y rigor de los trabajos y proyectos de la terminal tal y como están.

Sobre la afección a las playas, indica que, con las obras de abrigo, la playa norte bascula hacia el puerto con avances en el Cabanyal pero no se observan efectos no esperados ni con riesgo para su estabilidad; en las playas del sur no hay consecuencias que signifiquen un riesgo para la evolución que experimenta desde las obras de ampliación.

Sobre la Albufera, la DIA de 2007 señalaba que está a una distancia suficiente como para no verse afectada de forma directa, y la situación en las playas del sur, que registran un proceso regresivo, no se verá modificada. Asimismo, añade que son múltiples las causas que pueden influir en la morfología de las playas, como ocurrió con el temporal Gloria.

La DIA contiene un programa de vigilancia ambiental sobre el cumplimiento de las medidas correctoras, en referencia a las playas.

El puerto renueva periódicamente las certificaciones ambientales nacionales e internacionales, dispone de tres estaciones de control ambiental (gases y partículas) de última tecnología y desarrolla el Plan Cero Emisiones netas en el puerto de Valencia en 2030 (una subestación eléctrica, economía circular y uso de hidrógeno, entre otras actuaciones).

La patronal: es fundamental no perder competitividad

La patronal CEV, en palabras de su presidente, Salvador Navarro, defiende que la ampliación ya está hecha y el puerto mantiene una apuesta por la sostenibilidad y todas las inversiones que está realizando van en esa línea.

La terminal estará semiautomatizada y una parte importante del aumento en el transporte de camiones será movimiento interior de contenedores para exportación.

Navarro afirma que si no se adecua al futuro, otros puertos de España o internacionales lo harán. “El puerto sirve para ser más competitivos, no tanto para importar sino para exportar, que es la base económica de nuestro país”.

La opinión de los políticos

La consellera Mireia Mollà (de Compromís) considera que si el impacto ambiental es insoportable, no han de evaluarse otros criterios económicos, y asegura que las medidas cautelares de la revisión del Plan de ordenación de los recursos naturales (PORN) de La Albufera afectan a la ampliación del puerto.

Ha llegado a recordar a Martínez que es un servidor público y se debe a las leyes, y ha solicitado a la ministra una nueva evaluación de las repercusiones sobre los efectos de la ampliación del puerto en el litoral sur y en la Albufera, espacio protegido Red Natura 2000.

El alcalde de València, Joan Ribó (de Compromís), miembro del patronato de la Autoridad Portuaria, ha mostrado su preocupación en numerosas ocasiones por los perjuicios ambientales y de movilidad del proyecto.

Desde la presidencia de la Generalitat, el socialista Ximo Puig cree que es fundamental que el puerto de Valencia se consolide como el más importante del Mediterráneo, pero eso debe ser compatible con la sostenibilidad.

La ministra de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, dijo recientemente en una visita a Valencia que el Ministerio garantizará que cualquier proyecto, cualquier infraestructura, cumpla con los requerimientos ambientales.

¿Y los ciudadanos qué opinan?

- La Comissió Ciutat-Port, una plataforma ciudadana integrada por más de un centenar de organizaciones, colectivos y asociaciones, reprocha la inversión pública del proyecto y de las infraestructuras asociadas: la ampliación de la V-30 y el futuro acceso norte.

- Cuestiona los costes externos como el ambiental por el aumento del transporte pesado (contaminación del aire, polución atmosférica, degradación del paisaje, entre otros).

- Alerta de que va a comportar un cambio irreversible en las condiciones de vida y el modelo de ciudad en toda la ciudad de Valencia por la cantidad de camiones que entrarán al día.

- Según la Comissió, la emergencia climática declarada por el Gobierno valenciano no se traduce “en nada” y, aunque “nos dicen que estemos tranquilos, que compatibilizaremos el desarrollo con el medio ambiente, es imposible”. “Queremos ser una ciudad que tiene puerto, no un puerto que tiene una ciudad”.

- La Audiencia Nacional ha admitido a trámite un recurso de esta plataforma contra una resolución del Ministerio que permite a la Autoridad Portuaria decidir por sí misma si es necesaria o no una nueva evaluación ambiental para el proyecto de la ampliación norte.