El profesor que sufrió el ataque homófobo: “Nunca imaginé que me pudieran agredir con tanto odio”

Miquel Álvarez, el profesor que sufrió una agresión homófoba esta semana en un instituto de Bétera (Valencia) se muestra todavía perplejo por el ataque sufrido de manos de sus propios alumnos.

“En la vida habría imaginado que en un centro educativo, donde enseñamos valores, pudieran agredirme con el odio que sentí. Pensaba que era imposible”, asegura el docente en declaraciones a À Punt.

El pasado jueves más de un centenar de alumnos del centro increparon a Álvarez tras pedir a tres alumnos que retiraran las banderas de España que estaban exhibiendo en el patio. “No les dije que las retiraron porque fueran de España, sino porque estaban utilizando un símbolo como provocación”, matiza Álvarez, quien explica que estos alumnos salieron con las banderas “como respuesta” de otros estudiantes, que el día anterior mostraron la bandera Lgtbi. “A estos también les dije que las guardaran”, añade.

El docente cree que el alumnado está cogiendo y reproduciendo un discurso de odio, que va en aumento en los últimos años. Dice que en sus 9 años como profesor, ve que este discurso se cala cada día más entre el estudiantado. “Esto debemos detenerlo. El discurso de odio está latente y sólo falta una chispa como ésta para que se encienda todo”, ha sentenciado.

Ante la agresión, Álvarez ha agradecido las muestras de apoyo que ha recibido tanto del resto del alumnado del instituto, como del profesorado y del equipo directivo. La Conselleria de Educación también se ha puesto en contacto con él, para ofrecerle el servicio jurídico en caso de necesitarlo.

“Mi tarea es ser docente y seguiré siéndolo, cueste lo que cueste. Yo no tengo miedo de seguir yendo a trabajar, llevo varios años, soy docente y sé que tienes que coger el toro de cara y pensar que no deben poder contigo”, ha manifestado Álvarez.

El profesorado ha pedido también el apoyo de las familias para educar al alumnado en valores. Afirma que los adolescentes deben saber que “todo es respetable mientras la actuación no vaya contra los derechos de las demás personas”.