Corrupción

Febrer le diseñó una empresa a Alfonso Grau para que ocultara las mordidas de la causa Azud

La investigación apunta a que el exvicealcalde de Valencia se lucró con más de dos millones de euros

El exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.
El exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.larazon

Los investigadores de la Causa Azud que investigan el pago de sobornos por parte del empresario Jaime Febrer a políticos de todo pelaje y funcionarios de distintas administraciones, sostienen que el que fuera vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, cobró hasta dos millones de euros en mordidas por facilitar, a veces empleándose a fondo, que el empresario obtuviera contratos urbanísticos.

El estudio económico que obra en la causa apunta a que Grau y su entorno más cercano, es decir , sus dos hijas y sus yernos habrían tenido un incremento patrimonial de origen ilícito que, entre los años 2004 y 2014, se cuantifica en al menos 728.051 euros, todos los cuales habrían sido manejados en efectivo e integrados, a través de diferentes vías y procedimientos en sus patrimonios personales.

Del estudio de todos los movimientos de las cuentas de todo tipo, declaraciones de renta, transferencias o abonos, en el periodo comprendido entre los años 2002 a 2014, Alfonso Grau Alonso realizó imposiciones en efectivo en cuentas suyas o de su familia directa por un montante de 412.725 euros, siempre en cantidades, que por su importe no estaban sujetas a control financiero o administrativo, es decir en cuantías inferiores a 3.000 euros. Además, en este periodo investigado, Alfonso Grau alquiló tres cajas de seguridad en las entidades bancarias BBVA y Bancaja, en las que constaban como autorizadas sus hijas, para guardar el dinero en efectivo que se le entregaba como pago de las comisiones ilícitas previamente pactadas .

Además del efectivo, a Alfonso Grau también se le facilitó la adquisición de inmuebles en condiciones muy ventajosas, tanto, como que el propio Febrer le pagaba más de la mitad de los inmuebles desplegando una arquitectura económica y financiera realmente brillante.

Según los investigadores fue el propio Febrer el que le diseñó a Alfonso Grau una empresa para que pudiera disimular y blanquear las mordidas. Dicha empresa, Edificio Familia 3000, se dedicaba al alquiler de locales comerciales. Alfonso Grau ostentaba el 90 por ciento de la sociedad y el otro diez por ciento lo poseían a partes iguales sus hijas María Ángeles y Sofía.

Fue Febrer quien la diseñó, según la Guardia Civil, contando con el el asesoramiento de Carlos del Romero. Ambos llevaron a cabo todo el entramado de las operaciones para su creación , y el empresario inyectó fondos de las comisiones que debía abonarle por sus favores y que se reflejaban en adquisiciones inmobiliarias a un precio muy inferior.

Una de estas operaciones se realizó en septiembre de 2004, cuando Edificio Familia 3000 compró un local sito en la Gran Vía Fernando el Católico de Valencia por 423.237,15 euros. La escritura se firmó por Federico Ferrando Giner y Luis Gonzaga Alonso Stuyck en representación de la empresa Diseño y Confort en inmuebles y por Sofía Grau como representante de la mercantil Edificio Familia 3000.

La confección del contrato de compraventa de este local fue llevado a cabo por el empresario Jaime María Febrer y el precio de la tasación del inmueble fue de 640.914 euros, y en el contrato privado de compraventa se estableció como precio 634.428,37 euros; la diferencia hasta llegar al precio por el que se vendió el bajo comercial fue entregada por Febrer en metálico a Grau, según los investigadores. La empresa Edificio Familia 3.000 cerró ese ejercicio de 2004 con una tesorería en depósitos bancarios de 489, sin inversiones financieras, con deudas con entidades de crédito por importe de 488.576,08 euros y un patrimonio neto por valor de 15.082 euros. Sin embargo la citada empresa patrimonial sufrió tal evolución al alza que en el ejercicio de 2014 cerró con una tesoreria en depósitos bancarios por importe de 28.216,57 euros, con inversiones financieras a corto plazo por importe de 71.773,04 euros, un patrimonio neto por valor de 458.728,95 euros y ni una deuda con entidades de crédito. El préstamo solicitado fue liquidado en cuatro años por aportaciones del mismo cariz, según la investigación.

En el año 2017, Edificio Familia 3000 S.L. compra un local comercial y una plaza de garaje sito en la avenida de las Jacarandas de la localidad de Burjasot. En la escritura de compraventa de fecha 30 de agosto de 2017, aparece como vendedora la Mercantil Inmobiliaria Guadalmedina, representada por José Ruis Hoyo. Consta como precio de la operación la cantidad de 145.800 euros impuestos excluidos. Pero salvo la formalización de una póliza de crédito con la entidad Bankia por importe de 30.000 euros, la mercantil Edificio Familia 3000 no formalizó ni llevó a cabo ningún otro tipo de financiación para la adquisición de este terreno comercial, por lo que el pago del precio real del local comercial y de la plaza de garaje fue abonado en metálico con dinero oculto proveniente de las comisiones ilícitas.

Pero no solo eso, sino que según ha comprobado la Guardia Civil ni el precio del inmueble ascendió a dicha cantidad ni el importe total del precio real fue abonado por Alfonso Grau ya que una parte del precio real fue abonado por Jaime Febrer a través de la mercantil Construcciones Valencia Constitución mediante contrato privado de compra venta del inmueble sito en la Plaza Porta de la Mar apareciendo Jaime María Febrer Rovira como comprador, y como vendedor la familia Pascual Ventura y la mercantil Herse Patrimonial S.L. Se estableció que el precio de la compraventa ascendía a la cantidad de 638.570 euros, desglosándose dicha cantidad en tres pagos, el primero de 12.020,00 euros, el segundo por importe de 277.968,10 euros y el tercero por importe de 360.307,26 euros, efectuándose todo un calendario en cuanto a la forma y modo de pago.

El mismo día de la firma, a continuación, ambas partes, en otro documento privado, resolvieron el contrato de compraventa del inmueble ,pero no se procedió a la devolución del dinero entregado a cuenta. A los pocos días, el 12 de marzo de 2004, se firmó la escritura pública de compraventa con Alonso Grau Alonso que únicamente abonó la cantidad pactada en el tercer pago. Desde luego no entregó los 12.020 euros del primer pago pues ya habían sido abonados por Jaime María Febrer y los vendedores previamente habían recibido la cantidad de 277.968,10 euros, correspondiente al segundo pago que fue abonado por Febrer.

Apuntan los investigadores que la mercantil Inmobiliaria Guadalmedina S.L. era una de las constructoras que junto con las constructoras dirigidas por el empresario investigado obtuvo pingues beneficios a través de operaciones inmobiliarias amañadas entre Jaime Febrer y Alfonso Grau Alonso.