Economía

Pocos comensales y menús baratos: la inflación acaba con las bodas multitudinarias

Los expertos creen que los ahorros que han mantenido el consumo se acabarán en 2023

Imagen de archivo de la celebración de un matrimonio
Imagen de archivo de la celebración de un matrimoniojesus g. feriaJESUS G. FERIA

Bodas y comuniones con 150 o 200 invitados, menús interminables, grandes fiestas que en 2023 no vamos a ver. La crisis inflacionista que empezó en 2022 va a golpear con más fuerza a lo largo de este año, y una de las principales consecuencias que ya se han empezado a comprobar es la reducción en el número de invitados en las bodas y comuniones.

Tal y como explica el presidente de la Federación de Hostelería de Valencia y de CONHOSTUR (Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana) y vicepresidente de Hostelería de España, Manuel Espinar, se acabaron aquellas imágenes de eventos con 200 invitados. El aumento de los costes ha obligado a reducir, no solo el número de comensales, sino también el precio de los menús.

Afortunadamente, venimos de dos largos y duros años de pandemia, en los que ya nos acostumbramos a restringir nuestras reuniones con otras personas, debido al riesgo que comportaba la posibilidad de contagios. Ahora la causa es distinta, pero la consecuencia la misma. “Las comuniones que están previstas para el año que viene no tienen nada que ver con las de antes, se está reduciendo mucho el nivel de comensales, y en bodas igual, estamos hablando de celebraciones de entre 70 y 100 personas”, explica Espinar.

Además, el elevado coste de algunos productos ha obligado a los hosteleros a retirarlos de sus menús ante la imposibilidad de trasladar dicho incremento al consumidor.

Lo mismo ha sucedido con las cenas de empresa y reuniones familiares celebradas durante las fiestas navideñas. A pesar de que la demanda y el número de reservas han sido elevadas, el ticket medio ha bajado, ya que el poder adquisitivo del cliente es menor que en años anteriores. Y la cosa irá a peor. Según asegura el decano del Colegio de Economistas de Valencia, Juan José Enríquez, estamos viviendo una ilusión facilitada por las balsas de ahorro existentes tras la pandemia. En palabras de Enríquez, son las clases medias las que todavía pueden permitirse el lujo de mantener sus niveles de gasto, gracias a dichos ahorros, pero estos, claro está, irán acabándose a lo largo del año 2023, un ejercicio en el que además no está previsto que los precios bajen.

Al efecto del ahorro se une, explica el decano, que estas han sido las primeras Navidades sin ningún tipo de restricción por la covid, por lo que “la gente tenía muchas ganas de recuperar el tiempo perdido”.