Vivienda

Reacciones a la propuesta de Compromís: “Topar el precio al alquiler de vivienda sería un desastre para todos”

El sector inmobiliario asegura que solo serviría para reducir aún más la oferta de inmuebles

La portavoz de Compromís, Papi Robles
La portavoz de Compromís, Papi RoblesBiel AliñoAgencia EFE

Establecer un tope al precio de alquiler de viviendas sería “un desastre para todos”, asegura el director de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Fernando Cos-Gayón López. A su juicio, la propuesta planteada por Compromís ayer de establecer un límite máximo en el precio de alquiler de las viviendas, olvida que el principal problema del mercado inmobiliario es, precisamente, la falta de oferta frente a una “demanda inmensa”.

“Establecer un tope al precio sería un desastre tanto para los arrendadores como para los arrendatarios. Para los primeros porque al ver limitado el beneficio que podrían obtener de su patrimonio, lo retirarían del mercado y optarían por venderlo. Para los segundos porque esto contribuiría a que hubiera menos oferta todavía, es decir, habría menos donde elegir y de menor calidad”. Además, señala que este tipo de medidas podrían agravar el ya de por sí preocupante problema de la “okupación”.

A juicio del catedrático, este tipo de premisas ponen el foco en el beneficio que los propietarios sacan de alquilar su vivienda, cuando el problema no está ahí, sino precisamente en la falta de viviendas. “Estamos en una emergencia habitacional, y nadie hace nada para solucionarlo”.

Lamenta que “se está enfrentando el problema con una carga ideológica equivocada e inoportuna, porque se trata de solucionar el problema de la gente. Las ciudades son producto de muchos años de historia y se mueven de una manera que no necesariamente siguen los criterios de los políticos, por ejemplo con los flujos migratorios”.

Cos-Gayón recuerda que tras la crisis inmobiliaria del año 2007, la demanda de vivienda quedó completamente paralizada, por lo que se bloquearon las políticas públicas en este sector. “Y cuando han querido volver a implementarlas, ya era tarde, porque se trata de un mercado muy sensible que necesita tres o cuatro años de maduración. Ha venido la demanda mucho antes que la oferta”, explica.

Además añade que este tipo de políticas de establecer límites a los precios no son nuevas. “Aunque suene fuerte y a Compromís se le pongan los pelos de punta, esto ya lo hizo Franco. Las rentas antiguas eran precisamente eso, no se actualizaban, con lo cual los propietarios seguían cobrando lo mismo años después, sin poder reformar ni sus viviendas”.

La solución: vivienda protegida

El catedrático recuerda que durante los últimos diez o quince años apenas se ha construido vivienda pública, lo cual ha repercutido en un mercado con una enorme falta de oferta. Desde su punto de vista, la solución pasaría por las tradicionales VPO, las Viviendas de Protección Oficial, aunque el problema con esta medida es que las familias que, por sus rentas, puedes acceder a este tipo de inmuebles, luego no consiguen financiación en los bancos.

“El intervencionismo nunca debe de ser la solución”

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Promotores de Valencia (Aprova), Vicente Llácer, asegura que “el intervencionismo nunca debe ser la solución. La fijación de los precios del alquiler no ha funcionado en los países europeos en los que se ha intentado imponer. Las instituciones deben poner énfasis en aumentar la oferta de vivienda en alquiler para ajustar el precio”.

En este sentido, Llácer recuerda que “tanto la Generalitat Valenciana como los Ayuntamientos tienen un gran número de solares en propiedad para construir nuevas viviendas que estén destinadas al alquiler” y recuerda que por cada vivienda que se construye se cran tres puestos de trabajo.

Señala que está más que demostrado que “cualquier intervencionismo en los mercados ahuyenta la inversión y con ello la generación de empleo. El problema de nuestro sector en la Comunitat Valenciana está centrado en la poca oferta de vivienda que hay. Las administraciones deben preocuparse por ayudar a aumentar la oferta para destensionar el mercado”.