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Sucesos

Así funcionaba "La Chaparra", la masía de una secta que abusaba de menores para "curar enfermedades"

El dirigente de la comunidad falleció en 2022 cuando se encontraba en prisión provisional.

Imagen aérea de la masía en Vistabella (Castellón) GOOGLE MAPSGOOGLE MAPS

La Audiencia de Castellón juzga a seis personas, cinco mujeres y un hombre, acusados de participar en nueve delitos de abusos sexuales continuados contra menores de entre 12 y 17 años, así como de un delito de asociación ilícita. Los acusados formaban parte de una secta, organizada entorno a un líder -fallecido en 2022 cuando se encontraba en prisión provisional- que ofrecía terapias sanadoras basadas en ritos sexuales. El grupo, afincado en una masía de la localidad de Vistabella, atraía a mujeres con preocupaciones o problemas de salud, les ofrecía cobijo y las embaucaba con el supuesto "poder sanador" de su líder, conocido como "Tío Toni", quien carecía de cualquier tipo de cualificación profesional pero prometía la sanación a través de una guía de tipo espiritual, que finalizaba con una imposición de manos y empleaba supuestas terapias y ritos sexuales que incluían abusos.

La comunidad comenzó su actividad delictiva en 1990, cuando el líder y su mujer comenzaron a realizar sus "terapias sanadoras de corte espiritual". La pareja prometía la sanación a través de un proceso espiritual que finalizaba con una imposición de manos y ritos sexuales. Poco a poco, la secta fue ganando seguidores y la organización se estableció en la masía de Vistabella. Los roles estaban perfectamente establecidos: Realizaban largas jornadas de trabajo dentro y fuera de la comunidad y utilizaban sus sueldos para mantener la comunidad. Entre los componentes del grupo había menores y el tío Toni ejercía de figura paterna. Les hacía regalos caros y les organizaba fiestas. Cuando las menores llegaban a la adolescencia, comenzaba a incluirlas en los ritos y a abusar de ellas. A través del aislamiento y el miedo, estos comportamientos fueron normalizándose y generalizándose entre los miembros de la comuna.

La masía de los horrores

Durante la primera sesión del juicio, celebrado el lunes, víctimas y padres detallaron los horrores que se cometían en la masía conocida como "La Chaparra". Así, el tribunal escuchó a dos víctimas de 27 y 17 años. La primera relató que fue agredida sexualmente por el "Tío Toni" desde los 12 hasta los 17 años. Según su declaración, Toni empezó con ella utilizando un vibrador al que él llamaba "la maquinita" para lograr que tuviera un orgasmo y "mover la energía". Uno de los argumentos que utilizaba el líder con todas para justificar sua actos era que si tenían hijos con él "íbamos a traer seres de luz al mundo".

Las agresiones se producían en la habitación del líder de la comunidad, donde estaban obligadas a ir a darle las "buenas noches" o cuando la nuera del líder les indicaba que tenían que entrar en el cuarto. Una vez dentro, "me metía el dedo", "me obligó a practicarle felaciones"; "me enseñaba sus calzoncillos para que viera cómo había eyaculado" y "me decía que me dejase llevar para que hiciese mejor efecto lo que me hacía". La chica explicó que "me gustaba lo que me hacía, pero pensé que lo hacía para ayudarme".

La joven recordó que esta situación se prolongó hasta que cumplió los 17 años, momento en el que le contó a su madre lo que estaba ocurriendo y cesaron los abusos. Confesó que no lo había hecho antes porque el "Tío Toni" le hizo prometer que no diría nada "porque la gente no lo iba a entender".

Durante su declaración, explicó que cuando tenía 13 años el líder de la comunidad le preguntó si quería tener hijos con él porque así traerían al mundo "seres de luz y ayudaría a que el mundo fuese mejor", que le decía que ella tenía que tener orgasmos "para mover la energía del cuerpo" y que le tocaba los pechos "porque la negatividad del cuerpo podía generar enfermedades como el cáncer".

La víctima pensaba que era a la única chica que le hacía esas cosas pero "ví que más niñas entraban en su habitación y deduje que también eran abusadas". Pero nunca lo hablaron entre ellas -añadió- porque que todo el mundo obedecía al líder: "creían en él ciegamente y le tenían miedo".

"Nos tocaba los pechos para ver si teníamos bultos"

Uno de los testimonios que se escucharon en la sala fue el de la hermana de la testigo anterior que, durante la fase de instrucción, recordó episodios similares: el líder de la secta tocaba los pechos a las chicas para ver si tenían bultos y en una ocasión les obligó a hacerlo ellas mismas para que una de las menores perdiese la vergüeza. También incidió en que la vida dentro de la comunidad era "dura" porque sufría maltrato psicológico, llegando a sentirse despreciada: "Había muy mal rollo siempre. Aquello no era una familia, se discutía todos los días".

Además de abusar de las menores, el líder de la secta se aprovechaba de los adultos. El padre de ambas víctimas subió al estrado para explicar que entró en la comunidad en 1990 con su mujer y su madre y que el líder les pidió que contribuyeran económicamente para comprar la finca en la que construirían la casa de Vistabella. Aportaron 13 millones de pesetas (69.000 euros) bajo la promesa de que se los devolverían, algo que nunca sucedió.

"Mis dos hijos se parecen mucho al líder de la secta"

El hombre describió como el "Tío Toni" les dijo que se habían cargado de energía negativa y había que hacer una limpieza, para lo que el testigo debía eyacular, lo que le causó "bastante desasosiego". También ratificó la declaración de su hija y comentó que era "habitual" que cualquier mujer de la comunidad subiera a la habitación del líder a "darle las buenas noches".

Uno de los momentos más sobrecogedores de la vista fue cuando el testigo dijo que cree que dos de sus hijos no son de su sangre y que se parecen mucho al líder de la comunidad, con el que deduce que su mujer tenía relaciones sexuales. Asímismo, acusó al líder de ser un maltratador porque tenía "la mano muy larga" e infligía algún castigo físico cuando la gente no actuaba como él quería.

La presión psicológica a la que estaban sometidos los miembros de la comunidad se pudo ver en el testimonio de la madre de una de las víctimas, que reconoció que había mantenido relaciones sexuales con el líder. "Te sientes tan presionada que acabas haciéndolo, pues te decía que tenían algo malo y que él te ayudaría a sanarte y que la luz del orgasmo la mandaba al universo y luego él la distribuía por la tierra".

El fiscal solicita para los seis acusados -cinco mujeres y un hombre- penas que oscilan entre los 16 y los 76 años de prisión por nueve delitos de abuso sexual -seis de ellos a menor de edad- y un delito de asociación ilícita.

Seis detenciones y 12 personas liberadas

Los horrores de la masía se prolongaron durante casi 40 años y fue la policía la que puso fin, con la detención del líder de la secta el 6 de marzo de 2022, varios de los miembros de la comunidad y la liberación de 12 personas. El hombre, de 64 años, usaba bombona de oxígeno y silla de ruedas, no se valía por sí mismo y realizaba continuas visitas médicas. Tras su detención se decretó su ingreso en prisión provisional pero fue encontrado muerto en su celda del Centro Penitenciario Castellón I en mayo de 2022.

La Generalitat Valenciana asumió la tutela de dos de los menores de edad que fueron liberados de la secta, después de que la jueza decretara la suspensión de la patria potestad de los mismos.

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