Política
Carlos Mazón desafía a Pedro Sánchez con nuevas deducciones fiscales
El presidente de la Generalitat amplía la reforma fiscal iniciada que beneficia a clases medias y bajas y «no a los ricos como hizo Ximo Puig»
El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, se estrenó ayer con su primer Debate de Política General. El año pasado tocaba el de investidura y en este tiempo ha habido muchos cambios no solo en la política autonómica, sino también en la nacional.
Para empezar, el principal partido de la oposición, el PSPV ha cerrado la etapa de transición de Ximo Puig. La nueva líder, la ministra de Ciencia Diana Morant, se sienta en el Consejo de Ministros, una circunstancia que da munición extra al PP para cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
Esta fue precisamente una de las cuestiones que Mazón eligió para cerrar su discurso, pues realizó una pormenorizada descripción de todos aquellos asuntos en los que el Ejecutivo central mantiene discriminada a la Comunitat Valenciana. «Del multitudinario Gobierno de Pedro Sánchez solo he podido reunirme con la vicepresidenta Teresa Ribera», denunció Mazón.
El jefe del Consell dejó noqueada a la oposición con un discurso que superó las tres horas. 190 minutos de intervención en la que ofreció a la oposición la posibilidad de trabajar juntos en las medidas anunciadas. La gran mayoría de ellas necesitan del apoyo parlamentario para salir adelante y, sin Vox en el equipo de gobierno, Mazón sabe que no puede dar nada por sentado.
Dedicó un capítulo aparte a la financiación. Se explayó largo y tendido, tanto para justificar la posición del PP, como para exigir al PSPV que se sume a la reclamación del fondo de nivelación que, recordó, sí pedían antes de que Cataluña negociara su cupo.
Ante la insistencia de la bancada de la izquierda, reiteró que no renuncia a la condonación de la deuda, aunque insistió en que sin un cambio de modelo de financiación esta medida no resolverá el problema valenciano.
Guardó para la parte final una treintena de anuncios en el que destacaron nuevas rebajas fiscales para «las clases medias y bajas».
Fiel a su planteamiento de reducir la carga impositiva a los valencianos, comprometió deducciones fiscales para límites de renta de 30.000 euros en las declaraciones individuales y 47.000 en las conjuntas- al nacimiento o adopción de hijos, así como la congelación por tercer año del canon de saneamiento. El anuncio supone, en sí mismo, un desafío al Gobierno de Sánchez desde el que ya se han lanzado advertencias a aquellas autonomías que pidan más financiación y sigan bajando impuestos. «A pesar de que repiten esa mentira, no hay deducciones para adquirir Lamborghinis».
También hizo hincapié en varias medidas para mejorar la Sanidad. De hecho, a cuenta de las políticas de detección de cáncer se produjo uno de los momentos de mayor tensión del debate.
Mazón destripó en su intervención los entuertos que ha tenido que deshacer para poner en marcha su proyecto político en el que «no se suben los impuestos a los ricos, el único Gobierno que hizo eso fue el de Ximo Puig», dijo en referencia a la bonificación del impuesto de Sucesiones a las empresas que facturan más de diez millones de euros.
Acusó al Consell de PSPV y Compromís de dejar de gobernar en cuanto se convocaron las elecciones y, «cuando ya estaba en funciones, se dedicó a esconder las trampas que había preparado». En este sentido, dijo que se han reducido las listas de espera de prioridad 1, las de dependencia y acelerado la tramitación de proyectos renovables.
Entre otras cuestiones criticó el «despilfarro» del Consell «más caro de la historia» y como ejemplo, destacó que el vicepresidente de Vivienda, de Unides Podemos, no construyó ni una vivienda social y dejó por pagar las ayudas al alquiler. «Demostraron que sí podían llevar el despilfarro y la incompetencia».
«Cuatro años más de un Consell de coalición de izquierdas hubieran sido catastróficos», alegó afirmando que convirtieron a la Comunitat en la más endeudada de España. Por el contrario, afirmó que los altos cargos se han reducido a la mitad y que se trabaja para reducir el déficit de 3.800 millones a 3.000.
PSPV y Compromís eluden las propuestas del PP
El síndic del PSPV-PSOE en Les Corts, José Muñoz, acusó al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, de esconder «un plan oculto» que consiste en trabajar para «la minoría privilegiada», y le pidió no caer al «chantaje racista» del líder de Vox, Santiago Abascal, para aprobar los presupuestos.
En su intervención, el portavoz socialista dijo que la Comunitat necesita una reforma de la financiación basada en la singularidad y pidió al jefe del Consell que no sea «un delegado de Génova».
Esta acusación tuvo la rápida respuesta del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que acusó al síndic socialista de ejercer como «delegado del sanchismo» y le pidió que no le dé «lecciones de gobierno» cuando su partido no le ha «llamado nunca para gobernar».
Muñoz urgió a Mazón a acometer reformas para garantizar el bienestar de los valencianos. Le pidió que no juegue a ser Eduardo Zaplana ni Francisco Camps, «ni se despiste, para que la farsa que interpreta no vuelva a acabar en tragedia».
«Esta película ya la hemos visto, se nos hizo larga a todos», apuntó en referencia a los gobiernos del PP en la Comunitat Valenciana. «Solo dejaron al Botànic herencias impagadas». Cuestionó de nuevo al Consell por bajar impuestos a los ricos y le preguntó por qué quiere renunciar a casi 15.000 millones que supondría la condonación de la deuda.
Sobre la posibilidad de cerrar pactos con el PP durante esta legislatura, Muñoz fue cauto y dijo que debe «leer la letra pequeña de esos anuncios».
Por su parte, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, comenzó su intervención con el mismo argumento que ya había usado el socialista Muñoz que le antecedió. Acusó a Mazón de ser en delegado de Feijóo «desde el momento en que ha renunciado a la quita de la deuda».
El nacionalista trató de reprender a Mazón porque «Compromís no cambia de opinión, no como hace usted», pero el tiro le salió por la culata porque Mazón aprovechó para recordarle el apoyo que dio Compromís a Pedro Sánchez en Madrid a cambio de la financiación autonómica primero, y de un fondo de nivelación, después. Promesas que nunca llegaron, por lo que el presidente del Consell le volvió a formular la recurrente pregunta de «para qué sirve Compromís».
Baldoví acusó al PP de haberse cargado la equiparación de sueldos de los trabajadores sociales, y de no tener un proyecto cultural y preguntó al presidente «por qué le tienen tanta manía al valenciano. Es una lengua. Ni mejor ni peor, pero es nuestra».
Baldoví afeó a Mazón que dijera que «la Comunitat Valenciana será turística o no será» y dijo que supedita la cultura y la historia valenciana «a que aquí vengan unos ingleses o unos holandeses».
La jugada tampoco fue exitosa porque Mazón le desveló que la frase no era suya, sino del máximo representante del Turismo durante el Botànic: el socialista Francesc Colomer.
Vox abre un camino de acuerdos con el PP
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y el síndic de Vox, José María Llanos, protagonizaron una intervención tranquila, pese a que hubo reproches por ambas partes. En esencia, lo que se desprendió del debate entre ambos es que los dos partidos son conscientes de la necesidad de seguir alcanzando acuerdos. Lo contrario, sería dejar que la izquierda vuelva a tomar las riendas de la Comunitat Valenciana.
Llanos defendió los motivos por los que Vox ha marcado como línea roja su apoyo a la política migratoria del Gobierno central defendiendo que la única solución a este problema es actuar en «origen».
Repasó aquellas cuestiones en la que Vox ha participado a lo largo del último año y que han supuesto un cambio importante para los valencianos. Destacó la Ley de Concordia o la Ley del Plurilingüismo, aunque lamentó que el PP no se atreva a «cerrar» instituciones como la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) a la que llamó «antro de destrucción de las señas propias de los valencianos».
Mazón admitió que siente «pena» por la ruptura del pacto. Defendió además la postura del PP sobre inmigración y confesó que no puede ser «taxativo» con una cuestión que es «muy complicada y profunda».
Dicho esto, enumeró los asuntos en los ambos partidos están completamente de acuerdo, como en la reducción de la Administración, la simplificación de la burocracia, la defensa de la propiedad privada o la reducción de impuestos o la necesidad de los trasvases. «Nos separan cosas, pero la palabra que quiero introducir en esta nueva etapa es construcción».
El jefe del Consell instó a Vox a no permitir que los logros conseguidos hasta el momento no tengan continuidad y Llanos aceptó el ofrecimiento.
No obstante, Mazón quiso dejar claro que él siempre escucha todas las propuestas y que admitirá aquellas que considere beneficiosas para los valencianos vengan del partido que vengan.
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