Los forenses finalizan la autopsia de los diez cadáveres

Diez personas desaparecidas y diez cuerpos encontrados. Hasta aquí el trágico balance del incendio declarado el pasado jueves por la tarde en un edificio de 14 plantas de Valencia. Los restos mortales de la última víctima se encontraron a primera hora de la mañana de ayer y se da por cerrada la cifra de fallecidos.

El Instituto de Medicina Legal de Valencia, en colaboración con la Policía Nacional, trabaja en la identificación de los cuerpos. A última hora de la tarde se finalizaron las autopsias, aunque sobre tres de los cadáveres habrá que hacer un estudio antropológico debido a su estado. Cumplida esta fase se pasa a la siguiente: la búsqueda de la causa del incendio.

En el visionado de los videos que han circulado por las redes sociales se puede apreciar cómo el fuego comienza en un motor del toldo. No obstante, la policía científica, una vez ha quedado descartado el riesgo de colapso y los cuerpos ya se han encontrado, debe comenzar su análisis. La causa es determinante para saber, además, qué tipo de responsabilidades se pueden derivar sobre esta tragedia que lleva el juzgado número 10 de Valencia.

Con todas estas preguntas en el aire, ayer era el día de honrar a las víctimas, de mostrar el apoyo a sus familias y de poner en práctica la solidaridad con aquellos que lo han perdido todo.

La mañana en Valencia debía ser festiva. Para hoy estaba previsto uno de los actos falleros más relevantes, la «Crida», con la que se hace el llamamiento a valencianos y ciudadanos del mundo a disfrutar de las fallas.

El incendio más grave de la historia de la ciudad ha anulado toda la programación hasta hoy. Así lo aprobó el pleno del Ayuntamiento reunido en sesión extraordinaria y a la que siguieron la celebración de cinco minutos de silencio.

A las doce del mediodía cientos de personas se congregaron en la plaza del Ayuntamiento junto a una nutrida representación de autoridades. Además de la corporación en pleno, se acercaron numerosos diputados y senadores valencianos, consellers, la ministra de Ciencia, Diana Morant, o el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El silencio cubrió una plaza que estaba preparada para disparar una mascletá. Familiares de víctimas, supervivientes y fuerzas de seguridad destacaban sobre el resto. Bomberos abrazados y emocionados, la administradora de la finca que sufrió un desvanecimiento o Julián, el conserje del edificio convertido en héroe, completaron una imagen grabada por numerosos medios de comunicación y que completa un capítulo más de esta catástrofe.

A la misma hora, cientos de personas se reunían también de manera espontánea en la «zona cero» de la catástrofe. Frente a los edificios arrasados, poniendo el tono gris a la postal, se improvisó un altar en el que los vecinos llevan flores e incluso peluches. Allí pocos pueden contener las lágrimas y preguntarse una y otra vez cómo pudo arder semejante edificio en menos de una hora.

Pero, sin duda, si existe un punto del barrio valenciano de Campanar en el que es imposible pasar sin sentir un profundo dolor es la escuela de educación infantil al la que iba el pequeño de tres años que falleció junto a sus padres y su hermano de tan solo 15 días. Un crespón negro cuelga de la puerta desde ayer viernes.

Una buena noticia

Mientras, desde el hospital llegaban buenas noticias sobre los bomberos que habían sido ingresados tras el incendio. Uno de ellos, recibía el alta y el otro, pasaba a cuidados intensivos.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, destacó la unidad demostrada por todas las instituciones para atender y ayudar a las víctimas del incendio del edificio del barrio de Campanar, así como la solidaridad y generosidad del pueblo valenciano.

Aseguró que estarán todo el fin de semana trabajando con las personas afectadas para dar respuesta a sus preguntas y que no se les genere ni un minuto de incerteza e incertidumbre al pensar «en todo lo que viene».

Destacó la moción aprobada por unanimidad en el pleno para trasladar el agradecimiento de la ciudad a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los bomberos, a los policías, al SAUS del Ayuntamiento, y a todos los que han trabajado en las últimas 48 horas «sin descanso arriesgando su vida y dándolo todo».

Por su parte, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que «la familia del PP está a disposición y a la orden de la ciudad de Valencia» en lo que puedan hacer en el Congreso y el Senado.

Feijóo aseguró que desde el jueves Valencia «ha sido toda España» y transmitió el pésame a las familias que ha perdido a sus seres queridos, «algunos de ellos bebés», así como la solidaridad con los bomberos, que han arriesgado sus vidas para salvar otras.

Por su parte, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, aseguró ayer que es necesario «poner a la ciencia a estudiar qué ha pasado» en el incendio de Campanar y avanzó que ya han solicitado un estudio sobre lo ocurrido al Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja.