Crimen

Una operación de la Guardia Civil desmonta una red criminal que estafó más de 120.000 euros a varios empresarios de Valencia

La operación Cintura se salda con siete detenidos en tres provincias diferentes, quienes cometieron al menos veinte robos con métodos altamente especializados en empresas y establecimientos

Una operación de la Guardia Civil desmonta una red criminal que estafó más de 120.000 euros a varios empresarios de Valencia
Las detenciones se llevaron a cabo en Vila-real (Castellón), Alicante y MálagaCanva

La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal dedicada a perpetrar robos con fuerza en empresas, supermercados y cooperativas de las provincias de Valencia y Castellón. La operación, bautizada como "Cintura", ha resultado en la detención de siete personas presuntamente responsables de sustraer más de 120.000 euros en metálico y causar daños valorados en 150.000 euros.

La investigación se inició tras un robo en un supermercado de Betxí (Castellón), donde los agentes identificaron un modus operandi que se repetía en otros delitos de la zona. Los investigadores constataron que los integrantes de la red actuaban con un alto grado de especialización, utilizando vehículos de alta gama con identidades y matrículas falsas para dificultar su identificación y seguimiento.

El grupo criminal empleaba técnicas meticulosas para asegurar el éxito de sus golpes. Sus métodos incluían la anulación de los sistemas de alarma, la inutilización de las redes de comunicaciones y el forzado de accesos principales utilizando mazas y otras herramientas contundentes. Una vez en el interior de los establecimientos, los ladrones se centraban en el dinero de cajas fuertes y registradoras, llevándose también en ocasiones productos alimenticios, herramientas y otros efectos.

Los robos documentados se extendieron por numerosas localidades de Castellón, incluyendo Segorbe, Almassora, Vall D'Uixó y Benicarló, entre otras. En la provincia de Valencia, la organización actuó en municipios como Cheste, El Puig de Santa María y Puzol. La red operaba con movilidad geográfica, lo que dificultaba inicialmente su identificación.

Las detenciones se llevaron a cabo en Vila-real (Castellón), Alicante y Málaga, demostrando la dispersión territorial de los miembros de la organización. A los siete detenidos se les atribuyen delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, hurto y falsificación de documento público. La operación ha sido desarrollada por guardias civiles de la Policía Judicial de Castellón, quienes continúan con las investigaciones abiertas.