Historia

La Orden de la Capa Española homenajea a Blas de Lezo

El memorial recordaba el aniversario de la batalla entre España e Inglaterra

La Orden de la Capa Española homenajea a Blas de Lezo
La Orden de la Capa Española homenajea a Blas de LezoLa Razón

La Orden de la Capa Española valenciana rindió homenaje a Blas de Lezo y Olabarrieta en su monumento de Cartagena de Indias (Colombia), ciudad a la que se desplazó una nutrida representación de la misma, encabezada por su presidente el abogado Carlos Verdú Sancho.

A la ceremonia asistieron representantes de la Municipalidad de Cartagena, del Consulado de España en dicha ciudad y de la Academia de Historia de Cartagena de Indias.

El memorial recordaba el 283 aniversario de la batalla que enfrentó las tropas de los reinos de España, con el general Blas de Lezo al frente, y las del Británico, mandadas por Edward Vernon, en dicha ciudad.

El presidente y fundador de la Orden de la Capa Española, Carlos Verdú, pronunció una alocución ante la estatua de Blas de Lezo en la que hizo la semblanza «de este hombre singular que, sin lugar a dudas, llevó arraigado el sentido de la superación personal y fue sinónimo de gran estratega e intrépido explorador. Blas de Lezo, apodado el medio hombre, porque perdió la pierna izquierda en Málaga durante la guerra de sucesión española, el ojo izquierdo en la defensa de Tulúm sitiada por los ingleses en 1707 y el brazo derecho en el sitio de Barcelona en 1714».

«Su nombre –dijo Verdú- se unió para siempre con el de esta bella ciudad, Cartagena de Indias, ya que, con una inferioridad apabullante presentó batalla ante los 24.000 combatientes y 186 buques de los ingleses, cuando él sólo contaba con 5 navíos de guerra y 3.000 soldados. La batalla fue un acontecimiento clave en la historia militar del S. XVIII, para España, para Gran Bretaña y para la América española. Fue Blas de Lezo servidor de un rey desagradecido. Antepuso el servicio al Estado y a la Corona por encima de sus intereses personales».

En el discurso, Verdú señaló que «el recuerdo de sus hazañas permanece vivo en nosotros y aquí nos tenéis para seguir pregonando a los cuatro vientos los grandes servicios que brindasteis a la Patria. Acabasteis vuestros días entristecido por el injusto trato de vuestros superiores. Circunstancia que hace más necesaria nuestra presencia en vuestro merecido monumento».