Painkey: la app que ayuda a valorar el nivel de dolor en las personas que acuden a Urgencias

Un equipo conformado por especialistas de la Universitat Politècnica de València (UPV) y profesionales en dolor y urgencias del Hospital General de Valencia ha presentado "Painkey", una aplicación revolucionaria que utiliza técnicas de inteligencia artificial para evaluar el nivel de dolor en pacientes que acuden a servicios de urgencias hospitalarios. Esta aplicación no solo agiliza el diagnóstico, sino que también mejora la calidad y seguridad en la atención a los pacientes.

En la actualidad, tres de cada cuatro pacientes que buscan atención en servicios de urgencias lo hacen debido al dolor, y estos pacientes suelen presentar tasas de retorno más altas, llegando al 40% o 50% que frecuenta el servicio varias veces al año.

La Dra. Dolores López Alarcón, anestesista y jefa clínica de la unidad del Dolor del Hospital General, destaca que "Painkey" tiene la capacidad de realizar distinciones entre tipos de dolor, diferenciar entre episodios agudos y crónicos, y reconocer a pacientes con dolor crónico reagudizado, contribuyendo así a mejorar la atención y el funcionamiento de los servicios de urgencias.

La aplicación, a través de un cuestionario inicial, proporciona una valoración integral del dolor de los pacientes, que se incorpora a su historial clínico. El sistema sugiere un circuito de atención según la urgencia, fragilidad o riesgo del paciente, y la complejidad del caso, permitiendo una valoración previa al triaje. Esto no solo alerta al personal de enfermería para priorizar al paciente, sino que también brinda información adicional al facultativo durante la atención médica.

Gema Ibáñez Sánchez, ingeniera del grupo SABIEN del Instituto Universitario de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la UPV, destaca la capacidad de "Painkey" para sugerir circuitos de atención específicos gracias al análisis de datos mediante la minería de procesos y la aplicación móvil.

En la fase inicial, la aplicación se estará pilotando en el hospital durante dos meses para garantizar su correcto funcionamiento. La segunda fase implicará la implantación gradual de la herramienta para evaluar el dolor de todos los pacientes que acuden al servicio de urgencias del hospital.

A futuro, el objetivo es extender su uso a centros de salud que deriven pacientes con dolor y, eventualmente, a los servicios móviles medicalizados.