Crisis del PSPV

Ximo Puig dará la batalla a sus críticos, "no es momento de narcisismos"

El secretario general acude al comité federal después de que Pedro Sánchez cambiase las listas presentadas al Senado

Llegada a la Ejecutiva del PSOE en Ferraz
Llegada de Ximo Puig a la Ejecutiva del PSOE en Ferraz. David JarDavid JarFotógrafos

Hace no tanto tiempo, un alto dirigente del PSPV presumía de haber cerrado las listas para las elecciones autonómicas con una inusual tranquilidad. No era momento de plantear una batalla. El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, llevaba ocho años gobernando en la Comunitat Valenciana.

Tras los resultados de las elecciones del 28 de mayo, este escenario ha cambiado tan rápido como se pasó del recuento a la convocatoria electoral. A Puig ya le han plantado cara, pero él ha decidido mantenerse en pie con la convicción de que no existe mejor opción para el partido.

El jueves aprobó unas listas que enmendaba la propuesta de las direcciones provinciales de Valencia y Alicante que a su vez, fueron parcialmente rectificadas por la dirección nacional del viernes por la tarde.

Los cambios más relevantes son los que corresponden al Senado. En Alicante irá de número 1 Ana Martínez; en Valencia, Juan Antonio Sagredo, alcalde de Paterna y en Castellón, la alcaldesa en funciones, Amparo Marco.

En el Congreso, los cambios aprobados desde la calle Ferraz han permitido colocar al presidente del PSPV en Alicante, Alejandro Soler.

De fondo, hay algo más que la propia supervivencia del que accede a estos puestos de salida. Puig, que no dio plantón a Sánchez como sí hicieron otros «barones», el manchego García Page o el aragonés Javier Lambán, no acudieron para visibilizar su rechazo a la intromisión en las listas.

Puig optó por reivindicar la fortaleza de su proyecto recordando que los socialistas valencianos obtuvieron el mejor resultado de unas elecciones generales de los últimos 16 años.

Puig arremete contra el narcisismo

Se comprometió a seguir trabajando para defender los valores del socialista con «unidad, humildad y solidaridad y no con la soberbia, ni el narcisismo». Estos últimos calificativos iban destinados a aquellos que habían solicitado cambios en las listas aprobadas por la dirección autonómica.

Puig, que realizó estas declaraciones antes de entrar en el Comité Federal, se pronunció en la misma línea durante la reunión. Defendió que el proyecto socialista está por encima de las personas, puso su trabajo como aval de su gestión e insistió en que el PSPV debe tener un papel hegemónico en la Comunitat Valenciana.

Tanto el secretario general de la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, como el de Alicante, Alejandro Soler, reivindicaron sus propuestas porque los cambios habían permitido armar unas candidaturas «magníficas» con el objetivo de ganar las elecciones del próximo 23 de julio.

Con independencia de cuál sea el resultado de las generales, lo que está claro es que el PSPV ha entrado en una etapa que conoce muy bien, el de las batallas internas por el liderazgo de un partido que sabe lo que es pasar 20 años en la oposición.