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Arte, Cultura y Espectáculos

Que viva Zapata... gay

Un cuadro que podría representar al líder revolucionario en una imagen feminizada solivianta los ánimos de colectivos mexicanos, que piden que se descuelgue del Museo de bellas Artes de México, y provoca fuertes enfrentamientos

No podía tener otro título la obra que está levantando ampollas en México que «La Revolución», un cuadro que dicen quienes han protestado airadamente por que la obra esté colgada en una exposición ridiculiza y feminiza la figura del viril Emiliano Zapata al representarlo desnudo a lomos de un caballo y con unos zapatos de fino tacón con forma de pistola.

Un buen puñado de mexicanos se ha sentido agredido por la imagen que tildan de «abiertamente gay» de quien fuera padre de la patria, mientras el autor, Fabián Cháirez, no deja de dar explicaciones y jurar por la madre que le dio la vida que el jinete nada tiene que ver con el revolucionario, si acaso en lo moreno de la piel y el bigote. Poco más.

El pintor ha encendido la llama en una sociedad como la mexicana, tan conservadora y machista, nada dada a invertir papeles y menos a hacer chacota de sus intocables. Mal estaría que a Frida Kahlo, icono nacional trse. Pero el pintor ha tocado a Zapata y le puede jugar una mala pasada la obra, una más (aunque sa ambién, la retrataran con hechuras hombrunas, que las tenía, o incluso sin un vestido con el que cobija bemos que no lo es) de las 140 que conforman la exposición «Emiliano: antes y después de Zapata».

“Que la quemen”

Esta pintura sigue la línea de anteriores trabajos en los que trastoca y subvierte los arquetipos de masculinidad. Un grupo de campesinos ha cruzado el umbral del Museo de Bellas Artes de México, en la capital del país, dispuestos a descolgar la obra. “No es arte, es una basura que nos denigra”, clamaban. Es más, el nieto del “Caudillo del Sur”, Jorge Zapata González, ha amenazado con emprender acciones legales contra el artista, que repite una y otra vez que el hombre a caballo no es el padre de la revolución.

“Que la quemen, que la quemen”, gritaban enfurecidos. Fuera del centro de arte hubo encontronazos fuertes entre representantes de colectivos LGTBI y los campesinos comuneros que habían llegado a la capital a salvaguardar la memoria de Zapata y que han amenazado con concentrarse cada día hasta que la obra se retire, lo que, por el momento, se vislumbra como lejano.

Aunque la pintura de Cháirez es de 2014 y ya había sido expuesta en otra ocasión, ha acaparado en esta ocasión toda la atención, sobre todo cuando el Ministerio de Cultura la utilizó para promover la exhibición a través de sus páginas de Twitter y Facebook. “Hay algunas personas a las que les incomodan los cuerpos que no obedecen a las normas. En este caso, ¿dónde está la ofensa? Ven una ofensa porque (Zapata) está feminizado", comentó.

Por su parte Luis Vargas, el comisario aseguró que el cuadro era simplemente una representación artística que genera debates sobre los asuntos de la sociedad mexicana, incluyendo la homosexualidad. Sea como fuere, la polémica está servida en el centenario de Emiliano Zapata.