El Festival de Cannes, que se celebra en mayo, pendiente del coronavirus
Sus organizadores se plantean ya la posibilidad de suspenderlo ante la epidemia y aseguran que podrían hacer frente económicamente si se cancelara este año
La Torre Eiffel, el Museo del Louvre, Fontainebleau... Cierran sus puertas. Uno tras otro, los grandes baluarte de la cultura francesa van cayendo víctimas del Covid-19 ¿Y el Festival de Cannes? El evento cinematográfico por excelencia galo pende, ahora sí de un hilo. La situación mundial desencadena por el coronavirus ha hecho que los responsables del encuentro se empiecen a plantear ya si será posible celebrarlo este año. Durante la celebración de la Berlinale, el pasado febrero, ya empezó a correr el runrún. Era pronto, pensaba su director. Cannes, que congrega cada edición, y esta sería la 73, a cientos de personas, podrá inaugurarse como cada año. Sin embargo, la situación actual, cada vez más preocupante, y la suspensión de actos culturales en cadena hacen temer que Cannes se cancele, pues sería complicado encajarlo en un calendario cinematográfico que tiene escasas fechas libres. En agosto se celebra Locarno, a finales del mismo mes llega el Festival de Venecia y ya en septiembre arranca el de San Sebastián.
Thierry Fremaux, delegado general del festival, se muestra inasequible al desaliento y piensa que en el mes de mayo todo habrá pasado. Aunque su postura ya deja entrever algunas fisuras, según recoge una entrevista publicada ayer en “Le Monde” en la que reconoce que el festival podría no celebrarse. “Quienes están preocupados es porque miran al mes de mayo con los ojos de marzo. Y Cannes se celebra dentro de dos meses, del 12 al 23 de mayo. Esperamos que para cuando llegue el momento la epidemia haya pasado y todo vuelva a la normalidad y que el día 16 de abril podamos dar a conocer la programación oficial. Si el pico declina en marzo la situación será muy favorable para nosotros”, aseguraba. No obstante, quedan menos de dos meses. La suspensión acarrearía importantes pérdidas y cerraría un escaparate único para la presentación de grandes filmes. Pero recordemos que los estrenos de cine se están cayendo uno tras otro, se aplazan algunos con las miras puedas en mayo o junio, otros aún no han encontrado fecha fija. El coronavirus también ha hincado el diente al mundo del cine que, sin duda, tiene un guión con esta pandemia como argumento, aunque ya se adelantara, por ejemplo, Soderbergh hace unos años, en 2011 con la visionaria “Contagio”, en la que reunió a una pléyade de estrellas.
Sobrevivir
Pierre Lescure, presidente del evento, señala que “si es necesario, tendremos que cancelar porque no podemos poner a nadie en situación de riesgo”, pero desvela que “las acreditaciones siguen su curso y todo va funcionando bien. Eso sí, tendremos que adaptar las salas y pensar que quizá tengamos que llegar a un público más restringido en esta ocasión. Todo lo que digamos ahora mismo nos lo van a recodar en mayo, tanto si finalmente se celebra como si es necesaria su cancelación, lo que significaría que las cosas se habrían puesto realmente serias para todo el planeta”, Por su parte, el presidente del festival adelanta que el fondo económico que posee el evento le permitirá sobrevivir aunque esta edición no se celebrase. Sería la primera vez que se suspendería desde 1968.
“Le Monde” va más allá y deja en el aire la siguiente cuestión: que el festival podría abrir sus puertas si se organizara de manera digital. Aunque cuesta imaginar cómo, tanto los miembros del jurado como los medios de comunicación acreditados, podrían ver desde la pantalla de su ordenador las películas seleccionadas. Si la programación no se pudiera exhibir en mayo en la Croisette podrían engrosas el cartel de Venecia a finales de agosto, pero aúnes pronto para adelantar acontecimientos. Por el momento, Cannes ya baraja suspender. En esta edición estará al frente del jurado como presidente el director Spike Lee.