#culturaencasa: Del reencuentro con la carne viva de Aute a las fuentes vacías de Fellini

Decía Marti i Pol que la belleza era un pájaro que se nos muere en las manos y a muchos, hace tan solo unos días, Aute se les quedó para siempre en las yemas de los dedos. Este renacentista contemporáneo cuya sed de cultura le precipitó a la práctica obsesiva de todas las disciplinas artísticas imaginables nos dejaba el 4 de abril. Una de las mejores maneras de recordarle, o, al menos, una de las formas más justas de retenerlo en el compartimento estanco de la memoria puede ser a través de la poesía. Uno de los géneros con los que este artista totalizante fue enormemente agradecido. «Liturgia del desorden» fue su tercer libro. Una «invasión de soles que toma posiciones irreversibles» a la que es obligatorio volver. Aquí un esbozo de “Palabras contra palabras”, uno de los poemas que construyen este libro perdurable, este espejo literario profundo y devotamente descuidado: (...) La palabra engendra una cultura/ exige una bandera/ construye una nación/ declara una contienda/ La palabra nombra/ miente/ soslaya/ falsea/ cuando llama razón al discurso esquizoide de los Hechos/ y locura a la pasión que se enfrenta a la razón de la Historia/ La palabra/ pisada en falso/ trampa sobre la trampa/ camisa de fuerza/ policía/ documento nacional de identidad/ pretexta un ejército/ Debiera enmudecer para siempre/ jamás/ tal vez la palabra/ empezando por ésta que nombro.

No hace falta parecer de otro lugar para significar valía o talento. En ocasiones, tendemos a relacionar de inmediato un determinado sonido o una forma concreta de hacer películas con industrias extranjeras porque siempre nos parecen mejores... «Esto parece una película americana» o «este grupo suena británico». En sus inicios, a esta banda de indie rock mallorquina la comparaban con alt-J o Glass Animals (referentes musicales evidentes del grupo pero en ningún caso referencias sustituibles). Su sonido ecléctico, personal y diferente, demuestra que no hace faltar parecer de fuera, basta con ser bueno. Y ellos lo son.

Todos los amigos de Renoir que figuran en «Baile en el Moulin de la Gallete» siguen siendo, amén de la propia luz y potencia del cuadro, uno de los reclamos artísticos más visitados del Museo de Orsay. A través de «Art project», una aplicación virtual de Google útil para tiempos de desabastecimiento creativo, es posible entrar en las cinco plantas que componen este museo plagado de historia y dejarse llevar por la paleta del Impresionismo. ¡No te lo pienses!

Disponible en: https://visitavirtual.info/museo-de-orsay/

Mientras que en 2010 la película de Fellini celebraba medio siglo de vida en otros lugares, en España apenas llegaba a los 30 años de estreno. La explicación de tan notable desnivel es sencilla: demasiada dosis de libertad y demasiado relajo de la moral para una época gris. La censura no tuvo reparos a la hora de retrasar el estreno de una historia cargada de profundidad, insatisfacción, divismo, sarcasmo y belleza. Quién pudiera en estos momentos en los que la memoria es el aliado más eficaz contra la tristeza transportarse a esa Fontana di Trevi –que hoy permanece quieta, vacía, solitaria–, a la risa de Anita Ekberg, a la mirada ahumada y escéptica de Marcello, a la longitud de las noches en Via Veneto, a la decadente y agujereada vacuidad onírica de la burguesía y a esa playa silenciada por el ruido de las olas en donde nada de lo que pudo ser sucede y en donde los tentáculos del hedonismo vuelven, una vez más, a pegarse en los hombros de Mastroianni. Una cinta inmensa. Casi tanto como su director.

Disponible en: https://www.filmin.es/pelicula/la-dolce-vita

La desmitificación de la felicidad, la ruptura con la norma, el cambio subversivo de papeles, la reivindicación sistemática de la posición de la mujer en la sociedad, la redefinición de masculinidad, la gestión de las expectativas fallidas... Son muchas las propuestas que hace Leticia Dolera en esta historia de emociones, humores y pieles sensibles que consiguió alzarse con un premio en el festival de series de Cannes. Inteligente, fresca y humana.