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Ensayo clínico

Un experimento concluye que los conciertos bajo techo con test previo de antígenos son seguros

Según los investigadores, estos resultados demuestran la utilidad de las medidas de seguridad implementadas, que incluyen el cribado con test de antígeno antes de la asistencia a un evento

La Sala Apolo de Barcelona acogió el experimento de concierto sin medidas de distancia y mascarillas en todo momento
La Sala Apolo de Barcelona acogió el experimento de concierto sin medidas de distancia y mascarillas en todo momentoServicio Ilustrado (Automático)FUNDACIÓ LLUITA CONTRA LA SIDA

Para estudiar la viabilidad de los espectáculos bajo techo, el Primavera Sound y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona han llevado a cabo un ensayo clínico para probar cuántos contagios resultaban de un concierto en sala con el público con mascarillas en todo momento, salvo para consumir bebidas. El resultado es que ninguno de los 463 asistentes a la Sala Apolo de Barcelona el pasado 12 de diciembre fue contagiado por asistir a un espectáculo de dos horas a puerta cerrada.

A todos los asistentes se les sometió a una prueba antes de la entrada y a los 8 días después del concierto, que transcurrió con las normas de seguridad normales, con zona de fumadores habilitada y una zona de consumición de bebidas. A cada participante se le entregó una mascarilla N95 que debió llevar en todo momento pero no se les obligó a guardar un distanciamiento físico durante el concierto, en el que se les permitió cantar y bailar.

El experimento

Todos los participantes del estudio firmaron un consentimiento informado, tenían entre 18-59 años de edad, no sufrían enfermedades de base, no convivían con personas mayores en su domicilio, y no habían sido diagnosticados de COVID en los últimos 14 días. A todos ellos se les realizó el mismo día un cribado de antígeno de SARS-CoV-2 por personal sanitario cualificado, con resultado negativo.

En la sala donde se realizó el estudio, se llevaron a cabo una serie de medidas de seguridad. Se delimitó un espacio exterior para fumadores dentro del edificio, con control estricto del número de personas que estaban simultáneamente. La zona de bar / consumición (con capacidad para 1600 asistentes) estaba localizada en una zona diferenciada y las bebidas se consumían obligatoriamente sólo en este espacio. Se permitieron bebidas alcohólicas. A los participantes se les pedía quitarse la mascarilla sólo mientras consumían bebidas.

A todos los participantes se les proporcionó una mascarilla homologada N95 a la entrada. Fue obligatorio llevar la mascarilla durante todo el experimento, pero no se pidió mantener ningún distanciamiento físico durante la estancia en el concierto (con capacidad para 900 personas), donde se permitió cantar y bailar. Se optimizó la ventilación y los flujos de aire en las dos salas interiores y se monitorizó la calidad del aire y la temperatura durante todo el evento.

El concierto incluyó cuatro actuaciones: 2 sesiones de Dj y 2 grupos de actuación en vivo, durante un total de 5 horas. El tiempo medio que los asistentes estuvieron en el concierto fue de 2 horas y 40 minutos. Los flujos de movimiento de gente dentro del edificio se habían definido previamente y estaban claramente marcados y delimitados, y controlados por personal de seguridad durante todo el evento.

Resultados satisfactorios

Todos los 1047 participantes que se hicieron el cribado tuvieron un resultado negativo en el test de antígeno antes del concierto. Se repartieron aleatoriamente. La mitad entraba, la otra, no. Todos tuvieron que volver a someterse a la prueba 8 días después, en este caso una rt-PCR en frotis nasofaríngeo, para poder identificar las posibles infecciones por SARS-CoV-2. El número máximo de asistentes al concierto permitido por las autoridades sanitarias fue de 500 personas. 463 participantes accedieron al concierto.

En el análisis final, ninguno de los 463 asistentes del grupo experimental se infectó por SARS-CoV-2 (incidencia 0%; intervalos de credibilidad 95%: 0% -0.7%) mientras que en la rama control (sin acceso al concierto) se infectaron 2 de 496 participantes (incidencia 0.4%; intervalos de credibilidad 95%: 0.1% -0.8%).

Por lo tanto, los organizadores concluyen que la asistencia a un concierto realizado bajo una serie de medidas de seguridad que incluían un test de antígeno negativo para SARS-CoV-2 realizado el mismo día, no se asoció a un incremento de las infecciones por COVID-19. En un cuestionario auto-administrado, quienes asistieron al concierto manifestaron haber disfrutado de las actuaciones, que se habían comportado con normalidad y que no se sintieron controlados o limitados por las medidas de control.