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Crítica de Teatro

“El perro del hortelano”: Lope se viste de Shakespeare ★★★☆☆

"El perro del hortelano", por la Fundación Siglo de Oro
"El perro del hortelano", por la Fundación Siglo de OroLa Razón

Autor: Lope de Vega. Director: Dominic Dromgoole. Intérpretes: María Pastor, Nicolás Illoro, Raquel Nogueira, Jesús Teyssiere, Raquel Varela, Daniel Llull, Manuela Morales, Julio Hidalgo, Mar Calvo, Mario Vedoya. Teatros del Canal, Madrid. Del 21 al 30 de abril.

La compañía Fundación Siglo de Oro vuelve a uno de sus autores predilectos, Lope de Vega, y a una de las obras de este autor que mejor conoce: “El perro del hortelano”. Es ya la tercera vez que llevan este título a las tablas; y, una vez más, fieles a su interés por tender puentes entre nuestro teatro barroco y el teatro isabelino, han vuelto a confiar el montaje a un director británico. En esta ocasión, se trata nada menos que de Dominic Dromgoole, que estuvo al frente del Shakespeare’s Globe de Londres durante una década. Desde luego, ese bagaje del director se aprecia desde los primeros minutos en el estilo de una función concebida claramente con algunas características del teatro que allí se hace: la sencillez escenográfica, el tono desenfadado y la búsqueda de una respuesta activa e inmediata del público, hasta el punto, casi, de hacerlo partícipe de la acción.

Sin embargo, no ha logrado Dromgoole amoldar plenamente el texto de Lope a esas formas escénicas en las que está tan acostumbrado a ver a Shakespeare. En primer lugar, porque la interpelación directa al público –evidente, divertida e incluso gamberra en una especie de introducción a la representación- se abandona sin que llegue nunca a recuperarse en cuanto empieza la función como tal. En segundo lugar, y esto tal vez de deba a que el director no conozca en profundidad nuestro idioma, porque en ese mencionado desenfado a la hora de contar la historia, que sí está logrado, se ha quedado fuera toda la carga irónica que tienen muchos diálogos y la consiguiente energía –y hasta mala leche- que cabe esperar de los personajes cuando están echando mano de esa ironía.

Lo mejor

La desenvoltura para contar la historia y la corrección interpretativa.

Lo peor

La ausencia de matices y relieves en el desarrollo de la acción se traduce en cierta monotonía.