Crítica de “La puerta de al lado”: extraños en un bar ★★★☆☆

Director: Daniel Brühl. Guion: Daniel Kehlmann. Intérpretes: D. Brühl, Peter Kurth, Nils Doergelo, A. Schwarz. Alemania, 2021. Duración: 92 min. Drama.

Bien lo sabe el debutante tras la cámara Daniel Brühl: el peor enemigo de un actor es, casi siempre, el propio actor. Guiado por las inseguridades, la debilidad y el ego muchas veces rozando el techo, cualquiera, sobre todo si alcanzó eso que llaman la fama, puede terminar, por ejemplo, teniendo sexo por internet con una prostituta para que ninguna amante vaya a soltarlo luego en el programa basura de turno. Sí, hablamos de una profesión más, pero quizá no lo sea tanto cuando un desconocido, en un bar de mala muerte berlinés, comienza a soltar críticas negrísimas sobre el trabajo de uno de ellos, el que interpreta el gran Brühl, y lo que parecía un tipo con ligero sobrepeso y un pasado oscuro a cuestas al que no le gusta lo que haces se transforma en tu peor enemigo dispuesto a lo que sea para hundirte la vida.

Resulta significativo y elocuente el retrato de la capital alemana hoy, que el director condensa en ese garito sucio y descuidado donde transcurre casi toda la acción que solo visitan un pobre loco que dice no se qué contra los polacos, los mendigos y que regenta una mujer totalmente desengañada. En medio de esta historia singular, intencionadamente teatral poseedora asimismo de venenosos e hirientes diálogos, el protagonista intenta defenderse del extraño, o quizá sea mejor decir del público, mientras intenta salvar los restos del naufragio en un filme que por momentos parece un intenso thriller politico y psicológico, y otras, ese drama inteligente y agudo que el personaje principal sabe que nunca ha protagonizado ni, de continuar por el camino de los superhéroes, realizará jamás. Esa es la pena de la estrella, después de todo.

Sus dos protagonistas y que es un filme que sabe manejar el suspense y enganchar

Con estos elementos, el director podría haber llevado incluso más allá su propuesta