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Libros de la semana: Un ensayo explora las contradicciones de Rafael Sánchez Ferlosio y Sara Mesa regresa con “La familia”

El escritor José Ovejero publica “Mientras estamos muertos”, un formidable libros de relatos donde mezcla la imaginación con experiencias vitales de su infancia

Rafael Sánchez Ferlosio y su esposa Carmen Martín Gaite, tras recibir el Premio Nadal de 1955
Rafael Sánchez Ferlosio y su esposa Carmen Martín Gaite, tras recibir el Premio Nadal de 1955larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@7594fd9f

«La familia»: El dolor de que tu vida esté basada en la mentira

Sara Mesa, otra vez sin moralina, retrata en esta obra a una mujer sumisa y a sus hijos, que sufren las consecuencias de un padre autoritario
★★★★
Ángeles LÓPEZ
Un padre autoritario que trabaja en un despacho de abogados, una madre sumisa y cuatro hijos que sufren las consecuencias de una ampliación del cerco tolstoiano trazado en «Ana Karenina». Si a ello le sumamos un espacio cerrado –que tan grandes posibilidades narrativas le ha dado a la autora– y la atracción por lo pequeño que no resulta serlo tanto, el drama está servido.
Por si lo dicho fuera poco, incluso la portada explicita una casa, porque en el principio no fue el verbo –al menos, no en este relato–, sino una morada frágil, de cartón, como un arca cerrada e impenetrable. Y es así como funciona la familia protagonista, institución intocable, mientras se cuece a fuego lento un océano de oprobios hasta trazar, de forma coral, la cronología del desencanto... uno de los sustantivos más canallas de nuestra lengua.
¿Cómo pueden sobrevivir esos hijos ante un padre controlador que a su matrimonio lo define como «El Proyecto» y en su hogar impera la ley del miedo? ¿Con qué mecanismos de defensa o, al menos, de supervivencia cuentan? Con el secreto. La ocultación –¿amputación?– de partes de uno mismo que pudieran suscitar rechazo o castigo. Y la mentira permanente para no ser rechazado ni decepcionar ni dejar de ser amado.
La estructura poliédrica y nada arborescente de la narración nos permite construir la historia a través de pequeñas estampas de corte áspero que abundan en la alargada complejidad que proyecta sobre su familia un hombre narcisista y grandilocuente, víctima de sí mismo y que termina mostrándose como un ser complejo. Se agradece que nunca haya moralina en Sara Mesa. No la encontramos en «Cuatro por cuatro», «Cicatriz» o «Mala letra», porque le basta con asomarnos a un pozo sin fondo, en busca de la raíz de que anida en el principio de los principios. Mesa sabe coser los sustantivos, por lo que les ruego que hagan algo auténtico: léanla. No saldrán ilesos, pero lo agradecerán.
Lo mejor: Es un relato construido desde varias miradas para cartografiar a una familia desdichada
Lo peor: Llegar a la última página; uno no querría vivir en este libro, pero sí abrigarse con su verbo

«Círculo 22»: De Madrid al cielo y hasta el fin del mundo

El juego literario de Vicente Luis Mora toma como hilo conductor la geografía urbana de Madrid para crear un amplio friso de la vida
★★★★
Jesús FERRER
Vicente Luis Mora es un escritor caracterizado por su búsqueda de nuevas fórmulas expresivas que incluyen el juego literario, la impostura autorial, múltiples materiales argumentales y el necesario protagonismo de un lector cómplice. Sin caer en un vano experimentalismo, ha desarrollado una escritura innovadora. «Circular 22» es una sugestiva obra conformada como un «patchwork» de variados ambientes, situaciones y personajes. Tomando Madrid como hilo conductor, su geografía urbana, se suceden escenas y episodios ampliados a otros lugares del mundo con su particular anecdótica e idiosincrasia. El resultado de esta ambiciosa mirada es una singular «novela total», reescrita a lo largo de veintitantos años, y que encuentra ahora su versión definitiva como un amplio friso de la vida urbana en diferentes ámbitos.
Abre el volumen el relato en el que un padre muestra a su hijo, ambos procedentes del mundo rural, una nueva realidad que es contemplada así por el chico: «Frente a él, lo que esperaba, aquello más inmenso que lo imaginable, más enorme que lo enorme, lo inconcebible, llenando de golpe sus ojos, su cerebro, sus esperanzas, su idea de grandeza. La ciudad». La idea clásica de polis griega corrobora aquí su sentido civilizador, aunque no se obvian sus componentes de soledad e incomunicación. Es este también un libro traspasado de literatura, donde los escritores admirados están presentes en un modo de autoría complementaria. Una admirable novela, en suma, de minuciosa reelaboración y espléndidos resultados.
Lo mejor: La amplia variedad de ambientes urbanos, acertado marco de sugestivas historias
Lo peor: Nada a señalar aquí, por ser una obra muy bien estructurada y resuelta

«A propósito de Ferlosio»: Todas las paradojas de un Premio Cervantes

Carlos Femenías Ferrà aborda en esta obra el compromiso civil de Rafael Sánchez Ferlosio, así como los referentes de este «totem cultural»
★★★★★
Jesús FERRER
EEn 2019 moría Rafael Sánchez Ferlosio. Quien irrumpiera con extraordinaria fuerza en el panorama narrativo español de los años cincuenta con su novela «El Jarama» (1955) y revolucionase el género ensayístico con una prosa de desinhibida combatividad, dejaba una obra literaria rebosante de compromiso civil, rigor estilístico, honradez ética y transgresora mordacidad. Su figura intelectual se ha ido agigantando con los años como exponente del mejor racionalismo crítico, con el que enjuiciaba la realidad con punzante perspicacia e insobornable independencia. Su enfurruñada misantropía, el desdén hacia fastos literarios y su implicada responsabilidad social cobran ahora el sentido de una actitud vital de arraigada integridad. «A propósito de Ferlosio», de Carlos Femenías Ferrà, no es una biografía convencional, sino un «Ensayo de interpretación cultural», como reza su subtítulo.
Queda claro, en palabras iniciales del autor, el conseguido objetivo del libro: «Abordo las causas históricas y sociológicas de su escritura, las instituciones que la acogieron, los imaginarios políticos, ideológicos y estéticos sobre los que se construyó y los que seguían erguidos en la sombra, pero también los nuevos lugares y la posición que ambicionó en ellos». Con esta intención se abordan los más característicos referentes del mundo de Ferlosio: su aversión a convertirse en un histrión literario; la conformación estilística e ideológica de los «pecios», esa original aforística ingeniosa y acerada; la constitución de una máscara autorial, adusta y esquinada, pero de escondida bonhomía humanista; o el entramado de una prosa de complejas coordinaciones sintácticas.
Se destaca asimismo su razonada actitud «contra todo». Se alude a la capacidad del escritor para retractarse de sus equivocaciones: en 1986 mostrará su apoyo a la permanencia de España en la OTAN; dos años después se arrepentirá públicamente. Un libro imprescindible para el estudio de quien fuera «en las letras españolas de la democracia un totem cultural», como dice Jordi Gracia en el prólogo..
Lo mejor: Los bien fundamentados argumentos con los que aborda la personalidad de Ferlosio
Lo peor: No se puede destacar nada en este sentido dado el rigor metodológico del ensayo

«Mientras estamos muertos»: José Ovejero revive su «áspera» infancia de barrio

El escritor remata un libro de relatos de gran calidad en los que evoca los barrios obreros y en los que resulta fácil reconocer ecos de su vida
★★★★★
Sagrario FERNÁNDEZ-PRIETO
José Ovejero nació en Madrid en 1958 y creció en Vallecas, un barrio obrero en el que los vecinos levantaban sus casas, la estrechez de los pisos hacía necesaria una cama abatible en el salón y los padres esperaban que los hijos aprendieran lo dura que es la vida. El primero de estos relatos autobiográficos transcurre en los años sesenta y su título, «Matar a un perro», es un atisbo de lo que el autor define como «esa vida áspera de mi infancia». Es el punto de partida de una existencia, desde la infancia a la madurez, en el que le acompañamos a través del desarrollo económico de los sesenta o los acontecimientos políticos de los setenta, la generación que nació en la posguerra y vivió un desarrollo económico que sus padres propiciaron, dejándoles en herencia una sociedad, si no justa, más tranquila y un abanico de frustraciones, fragilidades y sentimientos encontrados. Con una eficacia narrativa insuperable, el autor mantiene la complicidad del lector desde que interpela: «¿Pensábais que yo iba a vivir en una familia como la mía y salir indemne?». Le entendemos tan bien que nos identificamos con su vida, desde la crueldad infantil hasta las pérdidas familiares. Disfrutamos su ironía sobre las clases sociales y la política. Todo es cercano en este libro, del cual no sabemos su grado de invención: «Escribir es rememorar justo aquello que desearíamos olvidar a toda costa. Escribir es disfrazar las cosas para poder ver su rostro real».
Lo mejor: Su capacidad para conmover con una prosa tan expresiva, exquisita y a la vez cercana
Lo peor: Nada, es muy probable que sea uno de los libros de relatos de esta temporada