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Agrupémonos todos en torno a la final del Falla

Mañana, 28 de febrero, día de Andalucía, se celebra en Cádiz la gran final del COAC 2025: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

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Fue el 28 de febrero de 2011 la última vez que la gran final del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz (COAC) coincidió con el día de Andalucía, algo que volverá a ocurrir este año, 14 después. Entonces, en una fiesta blanca y verde, 'Los currelantes', la comparsa de Jesús Bienvenido -autor que en 2025 ha vuelto a concursar con 'Las ratas' tras 8 años fuera de competición-, dedicó el segundo pasodoble al cantautor granadino Carlos Cano (padre moderno de la patria andaluza, fallecido una década atrás) -no en vano el título de su agrupación, con tipo de obreros circenses, era un homenaje a 'La murga de los currelantes' del artista nazarí-. En las puntas o extremos de la comparsa, enarbolando sendas banderas andaluzas, estaban José María González 'Kichi', quien cuatro años más tarde se convertiría en Alcalde de Cádiz, y Dani Obregón -quien a día de hoy sigue ocupando ese lugar en 'Las ratas'-, que fue quien ayudó al ya mítico Juan Carlos Aragón, el llorado Capitán Veneno, a poner en pie su última comparsa: 'La gaditanissima' (2019). Dicho pasodoble acaba diciendo o reconociendo que "Aunque en Granada nació, / fue parío en Nueva York, / que le devolvió la vía. / Carlos Cano es la canción, el espíritu y la voz / del pueblo de Andalucía".

¿Todo vale en la fiesta de la libertad de expresión?

Mañana, viernes 28 de febrero, nos volveremos a agrupar todos en torno a la final del Gran Teatro Falla. Una última sesión a la que se llega tras la edición del concurso más larga de su historia con hasta 136 agrupaciones en la categoría de adultos -sólo 14 de ellas han alcanzado la gran final- entre coros, comparsas, cuartetos y chirigotas; y hasta 34 funciones contando la propia finalísima. Muchos de los compañeros periodistas, anoche durante la última de las semifinales, confesaban su "fatiga" por un certamen que más que maratoniano alcanza la dimensión de un Ironman. Un Ironman de coplas.

A la desorbitada duración del COAC se le ha sumado el rocambolesco episodio de la participación en preliminares de una chirigota negacionista y conspiranóica, 'Abre los ojos', que, más por su ínfima calidad y falta de respeto a la fiesta que por su mensaje alternativo, ha evidenciado las fallas por las que se cuela lo indeseable, el elemento nocivo, cuando se abren de par en par las puertas de la libertad de expresión. Esta suma de factores han reavivado un debate que estaba sesteando: la implantación de una fase de preselección, de una criba previa, para que, como cantó el comparsista Antonio Martínez Ares en una copla de 'La chusma selecta': "En menos de tres febreros / más calidad y más respeto". "Hay que matar a la bestia / antes que crezca y nos devore", postulaba el propio autor gaditano en aquella letra de 2020 partidaria, contra pópulo, del fielato.

Una solución alternativa propuesta para acotar la fiesta, su calidad, es la del temido y siempre invocado 'telonazo': o sea, echar el telón del teatro cuando la agrupación actuante no cumpla unos requisitos mínimos. Algo que hoy no está permitido por las bases del concurso y que la última vez que sucedió fue en 2012 con un esperpéntico cuarteto de Badajoz. Cierto es que, con estas soluciones propuestas, el debate entre la libertad de expresión, en toda su extensión, en la fiesta que lleva por bandera la misma, y la restricción está servido. Tendrá que ser resuelto por los propios actores de la fiesta: pero ahí están, otra vez doña Cuaresma y Don Carnal representando su enésimo enfrentamiento.

¿Es el Carnaval de Cádiz un coto privado de la izquierda?

De nuevo volvemos a la comparsa de Jesús Bienvenido para abordar otro debate secular que este COAC ha puesto especilmente de relieve: en uno de sus pasodobles de 'Las ratas' el autor, muy muy de izquierdas, apelaba al aficionado de derechas diciéndole que "tal vez esta fiesta no le representa si lo que pueda decir le molesta" y advierte además del "peligro (de) ser poeta del demonio, de tu discurso de odio, de tu España y tu verdad". ¿Es el carnaval de Cádiz exclusivo de la izquierda? La respuesta, evidentemente, es un rotundo no (es mayoritariamente de izquierdas: sí); el problema es que haya gente, y sobre todo actores con peso en la fiesta, que se lo pregunten, o, peor aún, que lo afirmen. Muchos lo hacen remitiéndose al origen de la fiesta de las coplas, de cuna obrera, de madera de clase trabajadora: un hecho innegable, por supuesto. Pero un origen que hoy, más por lo formal que por lo temporal, queda muy muy lejano. La llegada de la democracia primero, la tele después y las redes sociales por último han 'democratizado' (valga la redundancia) la fiesta gaditana haciéndola transversal: sin olvidar las raíces ni el tronco, las ramas pueden brotar hacia un lado u otro, hacia arriba o hacia abajo. ¡Es lo natural! Además, que si nos remitimos a los orígenes, al germen, buena parte de las ferias, especialmente las de Sevilla y Jerez, eran exclusivas en sus incios de ricos burgueses tratantes de ganado. ¡No vaya usted a vestirde de gitana si vota a Sumar!

El Carnaval de Cadiz es crítica, claro, pero como dice María Luisa Páramo, una madrileña gran estudiosa de la fiesta (escribió una tesis y un libro sobre la esencia de las coplas, de la oralidad, en el carnaval gaditano, defendiéndo la misma, frente al tópico de "la chirigotita", como un arte, como una factoría de literatura popular)... Bueno, decía que decía María Luisa Páramo: "Pensamos que la crítica está siempre de parte de la izquierda. Y el carnaval es crítica".

A Pedro Sánchez, con cariño

Quedémonos con que el carnaval es crítica y creemos que la crítica siempre es de izquierda. Esto es lo que explica que se haya criticado -o directamente descalificado llamándole "facha" por parte de los más esencialistas de la fiesta- a todo aquel autor que haya afilado la punta del lapiz para pinchar al presidente del Gobierno Pedro Sánchez: ya sea desde el humor, que aguijonea dos veces, o desde la verticalidad de la lanza de la crítica desnuda. 

Los hermanos Pastrana, autores de la comparsa 'El corazón de Cádiz', se vieron en el brete de sacar un comunicado tras ser apaleados virtualmente por cantar un duro pasodoble contra Sánchez -"Un perro sin honor y el cabrón que traicionó a toda España"-, en el que un poco más y piden disculpas por osar criticar al máximo dirigente del país que coincide con que es para muchos ciudadanos, con diferencia, el peor jefe del ejecutivo que hemos tenido en democracia. Repetimos: el carnaval es crítica y criticar a alguien de izquierdas no significa, ni mucho menos, que seas de derechas. Quizás, contrariamente, indique más compromiso con unos valores progresistas.

Ítem más: Miguel Ángel García Argüez, 'El Chapa', que es el mejor literato que compone para el Carnaval de Cádiz -ídolo de nuestro compañero Chapu Apaolaza-, cantó un tango con su coro, 'Qué barbaridad', en el que ponían verde al presidente del gobierno, mas no sin antes poner la venda antes que la herida: "Algún tonto dirá que soy facha porque en este tango te voy a cantar": es el primer verso de la letra.

También al pregonero, el cantante roteño de rumbita Antoñito Molina, lo conocen ahora en los ambientes como 'Fachoñito' Molina por haber cargado -no con demasiada elegancia, cierto es- contra Pedro Sánchez  y su gobierno con su chirigota 'Que sea lo que Dios quiera'. 

Eugenio y James Bond, larga vida a la chirigota

Por acabar con buen sabor de boca, ¡que estamos en carnaval!, también cabe hablar de la cara más luminosa de la fiesta: la vuelta por sus fueros de la modalidad reina, la chirigota, que durante la última década ha pasado un bache a causa de la retirada de los veteranos y la falta de un paso adelante de los canteranos.

En este COAC 2025 se han revertido estas dos tendencias deprimentes. Han vuelto los clásicos de la chirigota: Yuyu, Canijo, Kike Remolino (y Selu, que siempre estuvo ahí); y la cantera ha dado el 'pelotazo' del concurso -decía el pasado día el autor Vera Luque que esto ya trasciende a lo carnavalesco, que es un fenómeno social- con la chirigota 'Los calaíta' (vulgo 'Los eugenios'). Alta obra de surrealismo, del humor más inteligente y sofisticado -sin renunicar por ello a la gaditanía-, realizada por un grupo (prácticamente) desconocido, y un autor, Ale Peluca, que se ha destapado como un genio, un Lamine Yamal de la creatividad coplera, del mandoble humorístico. 

Y si hay que reconocer a un maestro del surrealismo carnavalero, ese es José Guerrero Roldán, Yuyu, que en su vuelta al Concurso después de 14 años, con 'Los James Bond que da gloria verlos' ha ido de menos a más, regalando unos pasodobles antológicos, un muestrario de esa gracia, de ese ingenio que brota milagrosa e inescrutablemente de su cerebro. Me quito el cráneo, que decía aquel. 

En fin, que tras un mes largo de coplas, con sus altibajos, sus polémicas, sus risas y lágrimas, mañana por fin disfrutaremos de la gran final del COAC 2025 con los Eugenios, Bienvenido, Yuyu y compañía. ¡Agrupémonos todos en torno a la final del Falla!