Un retrato de Cristo de Botticelli se vende por 45,5 millones Sotheby’s

El jueves por la mañana en Nueva York, Sotheby’s adjudicó a un comprador ‘El varón de los dolores’ de Sandro Botticelli por 45,5 millones de dólares durante una subasta de viejos maestros, lo que la convierte en la segunda obra más cara del pintor renacentista italiano en ser vendida en una subasta.

La obra es un retrato de busto de un Cristo coronado de espinas, cuya cabeza está rodeada por ángeles voladores que forman un halo. Durante finales del siglo XV y principios del siglo XVI, cuando Botticelli entró en las etapas finales de su vida, la fe del artista se intensificó. Comenzó a producir retratos religiosos que se desviaban de sus obras seculares anteriores de nobles florentinos y escenas de la mitología.

Aunque la pieza había sido promocionada como “la obra maestra definitoria de la carrera tardía de Botticelli”, la realidad de la venta no cumplió con las expectativas, ya que apenas pudo igualar la estimación de preventa no publicada que superó los 40 millones de dólares.

El precio de la pintura superó la segunda subasta más alta anterior del artista del Renacimiento, establecida por ‘El Rockefeller Madonna’, que se vendió por 10,4 millones de dólares en Christie’s en 2013. Sotheby’s también vendió uno de los otros retratos de Botticelli, ‘Joven sujetando un medallón’ por 92 millones de dólares, al que se atribuye el impulso al mercado de las pinturas de los viejos maestros.

Las obras de Botticelli rara vez llegan al mercado, y solo unas pocas aún permanecen en manos privadas. Procedente de una colección estadounidense, la obra no ha cambiado de manos desde que apareció por última vez en una subasta en 1963, cuando se vendió por 10.000 libras esterlinas. Según Sotheby’s, el historiador de arte Federico Zeri identificó la pintura como una obra auténtica de Botticelli cuando se vendió hace casi medio siglo.

Para Christopher Apostle, jefe del departamento de pintura de los viejos maestros de Sotheby’s, “el varón de los dolores’ de Botticelli es una de las obras más potentes y aleccionadoras que he encontrado. Aunque aparentemente religiosa, es una pintura de enorme humanidad, un retrato del sufrimiento humano y la espiritualidad que habla un idioma universal. El resultado de hoy no solo es testimonio de su poder e importancia, sino también de la atemporalidad de las obras pintadas hace unos 500 años.”