Cubren el mural principal de la Documenta de Kassel por antisemita
La exposición de arte contemporáneo, una de las más importantes del mundo, se ha visto envuelta en una polémica por las imágenes de una de sus obras
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La exposición de arte contemporáneo Documenta es una de las más importantes del mundo. Desde 1955, se lleva celebrando en Kassel (Alemania) esta muestra, que dura 100 días, y cuya edición de este año se está celebrando. No obstante, en esta cita ya no se rinde homenaje a este tipo de arte, así como a su supervivencia durante estos últimos meses, sino que más bien se ha visto eclipsada por una gran polémica, que vuelve a cuestionar hasta dónde llega el límite artístico y la libertad de expresión. Se trata de un mural de 9 por 12 metros, realizado por el colectivo Taring Padi, y que, además de ser una de las piezas principales de la actual edición de la Documenta, se instaló en una plaza de la ciudad que acoge este proyecto y uno de sus principales enclaves. No obstante, esta obra apareció el pasado lunes cubierto por tres grandes lonas negras, tras las críticas de una serie de personas hacia los artistas indonesios que han creado el mural, a quienes acusan de introducir en la obra imágenes antisemitas.
Este mural ya se había expuesto anteriormente en el festival de arte de Australia de 2021, y muestra una escena apocalíptica con demonios, ángeles, policías y manifestantes. Una masa de figuras entre las que resurgen un agente con cabeza de cerdo que luce una estrella de David y que lleva escrito “Mossad”. Este es el nombre que recibe el servicio de inteligencia israelí. Asimismo, destaca un hombre con colmillos, ojos rojos, perfil demoníaco y una kipá, que es el sombrero típico judío. Además, en su gorra, se puede leer “SS”, en referencia al cuerpo de élite de la Alemania nazi. Y es por estas alusiones que el Consejo Central de Judíos alemán, así como los ministros de cultura del estado de Hesse y el gobierno federal, ambos del Partido Verde, han criticado la obra, así como han procedido a cubrirla para ocultarla.
“La procedencia de los artistas que difunden el antisemitismo no tiene ninguna relevancia. La libertad artística termina donde empieza la discriminación”, explicaba a través de un comunicado Josef Schuster, presidente del Consejo Central de Judíos y quien, además, llevaba meses alertando de la posibilidad de que en la Documenta se pudieran incluir obras antisemitas, ante lo que se le respondió con críticas e incluso acusaciones por racista. Ante esto, Sabine Schormann, directora general de la exposición, aseguraba en un comunicado que “la gestión de Documenta no inspecciona las exhibiciones artísticas por adelantado y no debe hacerlo. Esta obra se instaló el viernes por la tarde, después de que se llevaran a cabo los trabajos de restauración necesarios debido al daño del almacenamiento de la obra durante 20 años”.
En cuanto a Taring Padi, colectivo responsable de este mural, explican en un escrito que esta obra “es parte de una campaña contra el militarismo y la violencia que presenciamos durante los 32 años de dictadura militar de Suharto en Indonesia y su legado, que continúa teniendo un impacto en la actualidad”. De esta manera, atribuyen las interpretaciones antisemitas a una equivocación, y piden disculpas: “Los generales y sus soldados, simbolizados como cerdos, perros y ratas, critican un sistema capitalista explotador y la violencia militar.