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cultura
Macron devolverá la «grandeur» al Louvre con una sala especial para la Gioconda
El Presidente francés ha salido al rescate del museo, ante la alarma desatada por la carta enviada la semana pasada por parte de su directora, Laurence des Cars

La grave crisis que atraviesa el Museo del Louvre se está convirtiendo en todo un asunto de Estado en Francia. La situación ha llegado a tal punto que el propio presidente Macron ha salido al rescate del museo más visitado del mundo, anunciando este martes una gran remodelación que durará entre diez y quince años durante los cuales, al contrario que otros museos como el centro Pompidou, no cerrará sus puertas. El gran “renacimiento” del Louvre, como lo ha presentado Macron en un atril delante de la Mona Lisa, implicará la restauración y ampliación e intentará resolver algunos de los problemas más urgentes de la institución cultural, como la apertura de una segunda entrada de aquí a 2031, para desatascar la de la icónica pirámide, inaugurada en 1988, que se ha acabado convirtiendo en un problema por el efecto invernadero que hace que la recepción subterránea del Louvre sea incómodamente calurosa en los días de verano. Los flujos de visitantes, que el año pasado casi llegaron a los nueve millones, suponen un grave problema para el museo, con algunas salas abarrotadas y otras casi vacías. Macron ha dado algunas pistas para atajar el problema. La gran estrella del museo, La Gioconda, dispondrá de un “espacio particular” con un tipo de entrada propia. Es decir, un billete aparte para disfrutar de la obra de da Vinci. Buscar nuevos símbolos del museo que reequilibren esos flujos de transición por los pasillos del museo es algo en lo que la institución lleva tiempo trabajando.
Macron responde con estos anuncios a la alarma desatada por la carta enviada la semana pasada por parte de la directora del museo, Laurence des Cars, a la ministra de Cultura, Rachida Dati. La misiva enumera los problemas que está causando la vetustez del mayor museo del mundo, desde variaciones de temperatura hasta las infiltraciones de agua que amenazan la conservación de sus obras. Laurence des Cars lamenta la “multiplicación de desperfectos en espacios a veces muy degradados”. Esta problemática está teniendo ya graves consecuencias. En noviembre de 2023 una exposición dedicada a los dibujos del artista francés Claude Guillot tuvo que ser suspendida y pospuesta de fecha y lugar por una inundación. La ministra de Cultura reconoció que la institución pasa por serios problemas que deben solucionarse siendo “innovadores”. Macron ha confirmado el establecimiento de una tarifa diferenciada a la entrada que supondrá un aumento para visitantes que no sean de la Unión Europea a partir de 2026. Ésta, junto a la colaboración de mecenas, será una de las vías para la financiación de la remodelación que algunas estimaciones, como la que ha hecho el canal BFMTV, sitúan en torno a 500 millones de euros, lo que supondría un reto para el gobierno que ha tenido serias dificultades para que la Asamblea Nacional apruebe su presupuesto para 2025. En cualquier caso, el Presidente francés ha querido tranquilizar a los franceses subrayando que la remodelación no supondrá un aumento impositivo para sus bolsillos.
El año pasado, el Louvre recibió en concreto a 8,7 millones de visitantes, y muchos de sus espacios no están diseñados para ello. La falta de espacios para descansar o comer así como los aseos, por debajo de lo que marcan los estándares internacionales para un museo internacional de este calibre, son otros de los rompecabezas que enfrenta ahora el Louvre. Estos cambios intentarán dar respuesta al "calvario físico"en el que se ha convertido la visita, según la propia dirección del Museo, con obras de arte difíciles de encontrar debido a una señalización inadecuada y falta de espacio para que los visitantes se tomen un descanso e instalaciones sanitarias y de alimentación insuficientes. Según denuncia la rama Cultura del sindicato CGT, “no pasa un día sin que se constate la degradación del edificio. La pintura que se va, salas, reservas y espacios de trabajo en ocasiones inundados, averías de electricidad, retrasos de pagos a prestatarios por falta de presupuesto”.
El cuatro de marzo, el museo parisino celebrará la cena anual con sus mecenas, para recaudar fondos, y con la esperanza de que acudan celebridades internacionales y estrellas de las grandes casas de alta costura. Al igual que muchas instituciones públicas, el Louvre apuesta cada vez más por potenciar sus recursos propios, recurriendo a una privatización creciente de sus espacios, y al mecenazgo. Ahora falta por ver si va a ser suficiente la vía privada y la nueva tarificación para financiar los costes de este “renacimiento” del museo más visitado del mundo.
El Pompidou cierra por cinco años
Otra de las grandes instituciones culturales de París, el Centro Pompidou de arte contemporáneo, cerrará sus puertas entre finales de este año y 2030 para completar una serie de reformas. El plan permitirá la renovación y la retirada de amianto de la totalidad de la fachada, así como instalar seguridad antiincendios, mejorar la accesibilidad y la optimización energética. Abierto 1977, el Centro Pompidou “está desgastado” según estima Cultura pues ha visto pasar cerca de 300 millones de personas por sus espacios en estos 45 años.
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