
Sección patrocinada por 
Subasta de arte
Vendido por tres millones el Rubens perdido
Se trata del 'Cristo en la cruz' que el pintor flamenco confeccionó en 1613

Desparecido durante cuatro siglos, "jamás restaurado" pero "excepcionalmente conservado", un cuadro que preserva las pinceladas exactas del maestro pintor flamenco Pedro Pablo Rubens (1577-1640) salió a la luz para venderse por tres millones de euros en una subasta en Versalles.
Tras más de doscientos años extraviado, el 'Cristo en la cruz' que Rubens confeccionó en 1613, probablemente por encargo de un particular sin identificar, acabó en manos del maestro academicista William-Adolphe Bouguereau (1825-1905), uno de los más importantes artistas, junto a Jacques-Louis David, del academicismo decimonónico francés.
Bouguereau, aprendiz de los pinceles de Tiziano y Rafael, atesoró la obra en su taller, un palacete de un céntrico barrio parisino, donde los trazos de Rubens debieron inspirar los del clasicismo renovado del pintor, previo a la Belle Époque francesa.
La luz de su "Cristo en la cruz", que deja ver en segundo plano la ciudad de Jerusalén bajo una tormenta, permaneció oculta durante más de un siglo tras la muerte del francés, hasta que los actuales propietarios del inmueble decidieron venderlo y la agencia de subastas encargada de su tasación, la casa Osenat, dio con el cuadro en 2024.
El retablo, de pequeñas dimensiones (105,5 cm x 72,5 cm), ya se atribuía entonces al taller de Rubens, pero no a la mano directa del pintor, lo que acotaba su precio en torno a los 10.000 euros; una cifra que se elevó a entre uno y dos millones cuando se corroboró que la autoría de la obra era, en realidad, del maestro flamenco.
El director del departamento de mobiliario y objetos de arte de la casa Osenat, Cédric Laborde, aseguró este lunes que la autoría real del cuadro no se elucidó hasta el pasado septiembre, tras "un año" de estudios y peritaje que incluyeron "una radiografía de la obra" y el análisis de sus pigmentos.
Sin añadidos posteriores
Según Laborde, estas pruebas constataron, además, que "no hay rastro de añadidos posteriores de un asistente o un aprendiz", sino que se trata del "trazo directo del artista", lo cual la convierten en un ejemplar particular en su especie.
A esto, cabe añadir que se encontró en un estado de conservación "excepcional", especialmente llamativo al tratarse de una obra que "jamás fue restaurada".
La puja en la que se vendió la obra, organizada este domingo por la propia casa de subastas Osenat, ascendió en menos de media hora a 2,3 millones de euros, que, sumados a los gastos derivados de la venta, resultaron en un montante final de 2.940.798 euros, seis veces superior al precio de inicio de la subasta.
La suma final, infinitamente superior a los 10.000 euros por los que la obra podría haber llegado a venderse un año antes, fue desembolsada por un inversor afincado en Londres, que sentenció la venta con una llamada telefónica.
El director general de la casa Osenat, Jean-Christophe Chataignier, aseguró al medio francés Le Parisien que esta cifra "es mucho" incluso para "el cuadro de un maestro", especialmente porque se trata de la escena de una crucifixión, algo que, en su opinión, "no todo el mundo quiere tener en su salón".
Pedro Pablo Rubens es considerado uno de los maestros más prominentes de la pintura barroca y la escuela flamenca, con una obra excepcionalmente prolífica e influyente que le llevaron a convertirse en el pintor favorito del rey español Felipe IV.
En total, se le atribuyen más de un millar de cuadros, que destacan por su viveza y su trazo único, síntesis de los artistas clásicos y los claroscuros de su época
✕
Accede a tu cuenta para comentar


