
Literatura
«Cervantes fue la mayor influencia de Shakespeare»
El británico expone hoy en el marco del programa #ShakespeareLives del British Council la relación entre el Bardo y el «manco de Alcalá», así como la obra de teatro perdida del de Stratford-upon-Avon marcada por «El Quijote»

Lejos de cualquier chovinismo, el profesor de la Universidad de Nottingham Brean Hammond no duda en dotar a Cervantes de una importancia vital dentro de la obra de su «colega» inglés. Las «evidencias» que tiene no mienten, como las que también le llevan a un Bardo seguidor de la picaresca. Ceñido a ellas, defiende que Shakespeare supo del alcalaíno a través de John Fletcher, con quien escribió a cuatro manos varias de sus obras, entre ellas la perdida «Cardenio», influida desde su portada por la trama quijotesca. La misma que ya le marcara en un «Cimbelino» inspirado en «La historia del curioso impertinente». Así, el tratamiento de los textos a partir de aquí son más que «relevantes» para Hammond: «La historia se convierte en reflexiva, consciente y autocrítica y, en parte, Cervantes es el responsable de que esto le pasara a Shakespeare».
–¿De dónde surge la obra perdida de Shakespeare?
–De un estudioso de Shakespeare, Lewis Theobald, quien presentó una obra llamada «Double Falsehood» en el Teatro Drury Lane de Londres en diciembre de 1727. Entonces, afirmó que aquello era su adaptación de una obra perdida de Shakespeare.
–¿Y con qué fidelidad reescribió la obra original?
–Ya había sido adaptada antes de que llegara a sus manos, hablamos de en torno a la década de 1660. Por lo que su labor no fue otra que poner en orden todo aquello, poco más.
–¿Qué es «Cardenio» entonces?
–Una obra que Shakespeare y su colaborador John Fletcher escribieron en algún momento entre 1612 y 1613; probablemente llamada «La historia de Cardenio».
–¿Dónde se ve la influencia de «El Quijote»?
–Además de lo evidente de su título, la obra era una dramatización de la historia de Cardenio según la contó Cervantes en «El Quijote».
–¿Qué más influencias se pueden ver de Cervantes en Shakespeare?
–Creo, y es sólo mi opinión, que leyendo, probablemente, la historia de «El curioso impertinente», se introdujo en su mente y rápidamente hizo uso de ella en «Cimbelino». También pienso que Shakespeare estaba familiarizado con la picaresca, había leído «El lazarillo de Tormes» y en la figura de Ginés de Pasamonte, de «El Quijote», conoció a otro pillo. De manera más general, Cervantes estaba experimentando con una forma de prosa de ficción que hacía hincapié en la naturaleza tragicómica de la experiencia y en el endeudamiento con la narración de historias contadas en un período anterior. Creo que estos aspectos están presentes en los últimos títulos de Shakespeare y que Cervantes fue la influencia más importante que tuvo.
–¿Es ésta una opinión generalizada?
–En una reciente conferencia en Oxford, invité a los estudiosos del Bardo a ser más abiertos respecto a la posibilidad de la influencia española en su escritura. En ese sentido, he tratado de preservar los recuerdos de ambos escritores.
–¿Qué hay de biográfico en la obra de Shakespeare? ¿Tienen relación Hamnet (su hijo) y Hamlet?
–Hamnet Shakespeare murió en 1596, algunos años antes del primer «Hamlet», de 1602. Ya se había producido una pieza anterior que los estudiosos llaman el «ur-Hamlet». Así que tal vez el nombre es sólo una coincidencia, o una reminiscencia de la obra anterior. Más significativo es el hecho de que una mujer llamada Katherine Stratford Hamlett se ahogó en el río Avon en 1579. Esto, sin duda, sí parece estar relacionado con la Ofelia del texto.
–¿Es cierto que escribió algunas de sus obras a cuatro manos?
–Hay pruebas de que Shakespeare colaboró con varios otros escritores, tanto al principio como al final de su carrera. Por ejemplo, Thomas Middleton trabajó con él en «Medida por medida» y en «Timón de Atenas», George Wilkins lo hizo en «Pericles» y John Fletcher en «Enrique VIII», «Los dos nobles parientes» y el perdido «Cardenio».
–¿Por qué deja de escribir relativamente pronto? No hay casi actividad literaria al final de su vida.
–Shakespeare escribió hasta 1613, tres años antes de morir. Por entonces, ya se había convertido en un autor de éxito y era rico, poseía tierras y propiedades. Es por ello que, tal vez, no necesitase escribir más páginas para sobrevivir.
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