Crítica de “Para Chiara”: crónica de una emancipación ★★★

Dirección y guion: Jonas Carpignano. Intérpretes: Swamy Rotolo, Grecia Rotolo, Claudio Rotolo, Carmela Fumo. Italia-Francia, 2021. Duración: 121 minutos. Drama.

Se supone que, condenados a ver el mundo a través de los ojos de Chiara, una chica de quince años que despierta de su letargo adolescente cuando su padre, cariñoso y tímido, desaparece repentinamente, prófugo de la justicia, vamos a experimentar un viaje de madurez iluminador. Chiara no solo matará metafóricamente al padre durante su errabundo trayecto, sino también asesinará esa idea de filiación que convierte a la mafia en un problema endémico, genético, de la sociedad italiana. Jonas Carpignano -que, con “Para Chiara”, completa la trilogía calabresa que inició con “Mediterranea” y “A Ciambra”- se pega a su poderosa heroína abundando en un naturalismo que intenta encontrar un equilibrio entre un punto de vista documental (actores no profesionales, localizaciones reales) y un elogio de la subjetividad que, al final, es víctima de su propia opacidad.

La película es más hermosa cuando retrata a la mafia en sus rituales de afirmación de una normalidad sanguínea, cotidiana -la bella fiesta de cumpleaños de la hermana de Chiara, donde toda actividad delictiva es pura entelequia, devorada por una trivialidad cálida y empática-, que cuando sirve como medio para que, teóricamente, Chiara entienda a qué mundo pertenece, cuál será el peso de la herencia sobre su biografía. Si el filme es, sobre todo, la crónica de una emancipación, su plano final, desenfocado, habla más de las dudas de Carpignano respecto al relato que está contando que del futuro de su protagonista.

Lo mejor

El diálogo entre las dos fiestas de cumpleaños que se sitúan al principio y al final del relato dice mucho más sobre la mafia y la protagonista que el resto del filme.

Lo peor

La búsqueda de Chiara no se beneficia de la opacidad con que está construido el personaje.