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cultura
Humor y distopía en un «tecnothriller»
En «Padres» Natalia Verbeke hace pendulear la soga que va de su pareja a su exmarido

Un buen thriller, y este lo es, debe jugar con el espectador más resabiado hasta la última escena. En «Padres», una cinta entre el suspense y el humor dirigida por el cordobés José Ángel Bohollo, Natalia Verbeke nos traslada la inseguridad histérica propia de una madre de adolescente, una exmujer de un fanfarrón y una novia de un desconocido por el que ha apostado todo. En las zapatillas de Victoria –Verbeke– nos perdemos en sus vaivenes emocionales como una soga –la referencia a la película «La soga» y a Hitchcock en general la aporta Fernando Cayo– que pendulea entre el cuello de su exmarido Jaime (Cayo) y el de su reciente pareja, Carlos (Carlos Fuentes). «¿A quién creer?», se pregunta Natalia; «¿A quién creemos si ya no nos creemos ni a ella?», nos cuestionamos los espectadores.
«El objetivo de la película es generar opciones, imaginación, entelequia en los espectadores», resume Fernando Cayo, que interpreta a un padre clasista, racista y machista con el que, sin embargo, simpatizamos: «Desde luego el personaje que interpreto yo no solamente tiene esas opiniones, es que es más: ¡es un padre! Lo relevante aquí no son sus opiniones sino cómo se relacionan entre ellos», explica el actor pucelano. Verbeke, respecto al hecho de que la cinta esté rodada en un mismo espacio, la casa, asegura que «puede parecer una limitación, pero es una ventaja porque el espectador se sumerge totalmente en la historia, no hay elementos que lo distraigan».
La amenaza tecnológica
Amén de injertar el humor en el thriller, algo que para Natalia Verbeke es «natural, como la vida, donde se mezcla todo: donde en un funeral te puede dar un ataque de risa», si hay algo que llama la atención en «Padres» es el uso o abuso de la tecnología hasta niveles distópicos. De hecho, al personaje de Carlos Fuentes prácticamente sólo lo vemos por videollamada, dice él que «para generar tensión»: «Al principio se iba a rodar todo en off», desvela.
«La tecnología aparece como un elemento cotidiano pero a la vez amenazador. Esa alarma de tu casa que tiene cámaras o la geolocalización del móvil son avances que se pueden volver en tu contra», explica Fernando Cayo.
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