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LENGUAJE

Cristina Sánchez López, nueva académica de la RAE: “La lengua cambia menos de lo que pensamos”

La filóloga, que engrosará la lista de académicos cuando pronuncie su discurso de ingreso, concede su primera entrevista como miembro electo de la entidad cultural

Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filóloga Cristina Sánchez López para ocupar la silla p, vacante desde el fallecimiento de Francisco Rico Manrique el 27 de abril de 2024. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 30 04 2025
Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filólAlberto R. RoldánFotógrafos

Hasta el momento, la Real Academia Española contaba con once mujeres en sus filas de los 43 académicos actuales que la integran. En un futuro no muy lejano, una mujer más se unirá a la ilustre lista. Se trata de la filóloga Cristina Sánchez López, quien fue elegida el pasado 27 de marzo para ocupar la silla p, vacante desde el fallecimiento de Francisco Rico el 27 de abril de 2024.

De momento, Sánchez López se muestra prudente y recuerda durante su entrevista en La Razón, la primera que concede, que ella aún no es académica, sino tan solo miembro electo. Se convertirá en académica en el momento que lea su discurso de ingreso: "Escribir el discurso lleva un tiempo. Tengo que prepararlo y espero hacerlo cuanto antes. El límite para ello, según los estatutos, son dos años como máximo. Mi intención es tenerlo listo mucho antes y no agotar ese plazo”.

Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filól
Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filólAlberto R. RoldánFotógrafos

Sobre el tema en el que se centrará ese esperado discurso, nos adelanta que “seguramente hablaré de gramática, que es mi especialidad y el campo donde me siento más cómoda y del que pienso que puedo aportar algo de interés”.

Le agradecemos el pequeño spoiler, temerosos de que nos frunza el ceño por utilizar un anglicismo. “La lengua está viva y la admisión de neologismos y de extranjerismos es una prueba de ello. Me temo que es imposible resistirse a esa extensión. No me molesta en absoluto. Además, ahora mismo no se me ocurre un sustantivo en español para sustituir a la palabra “spoiler”, así que, en este caso, aceptemos pulpo como animal de compañía”, dice con sentido del humor.

Su currículum avala con creces su nombramiento. Es catedrática de Lengua Española desde 2008 en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Licenciada en Filología Hispánica y en Filología Románica por la misma universidad, se doctoró en Filología en 1993 con premio extraordinario. Fue profesora en la Autónoma de Madrid de 1993 a 2000 e investigadora visitante en las universidades de Harvard (Estados Unidos), La Serena (Chile) y Ca' Foscari de Venecia (Italia). Su ámbito de investigación es la gramática del español; en concreto, la sintaxis, las relaciones entre el léxico y la sintaxis, la variación gramatical en el mundo hispanohablante y la sintaxis histórica.

Asegura, sin embargo, que la noticia ha sido toda una sorpresa para ella. “Es un orgullo y una alegría. Uno nunca piensa que va a merecer tan alto honor”. Respecto a engrosar la lista de mujeres académicas, afirma que, aunque “me siento muy orgullosa de ser elegida para formar parte de la institución siendo mujer, lo importante es que después de la primera fueron más. Confío en que llegue un momento en que estemos tan familiarizados con esos nombramientos que no sean un asunto que discutir. Pero sí, me siento muy contenta como mujer, como gramática, como filóloga y como estudiosa de la lengua”.

Hay alrededor de 400 millones de hispanohablantes. Es un patrimonio cultural enorme, con infinidad de tentáculos. ¿Por dónde empieza uno?

El estudio de la lengua se puede abordar desde puntos de vista muy distintos. Los gramáticos, en concreto, vemos cómo funciona el sistema en su interior, cuáles son las relaciones que se establecen entre las palabras y cómo construimos significados y expresiones complejas. Los lexicógrafos ordenan las palabras, las ponen “en fila” y buscan la manera de definir mejor su significado. Los sociolingüistas ven las relaciones de la lengua con la sociedad. También están los historiadores de la lengua, los dialectólogos, los pragmatistas, etnógrafos, etc. Las investigaciones sobre la lengua son un poliedro de caras muy diversas.

Conocer todo el funcionamiento del español implicaría dominar todas esas disciplinas, algo que es muy difícil. Los que nos dedicamos a su estudio intentamos averiguar todo lo que podemos desde distintos puntos de vista. La lengua es paradójica porque las disciplinas que la estudian son muy diversas, sin embargo, cada uno de nosotros, como hablantes, llevamos la lengua dentro y la usamos de forma inconsciente, cada día, diciendo con precisión lo que queremos decir y comprendiendo, generalmente sin equívocos, lo que nos dicen los demás.

Es la hermosa paradoja del lenguaje. Tú lo llevas en tu interior, está en tu cabeza, expresa tus sentimientos, lo entiendes, lo dominas, pero sacar eso fuera y analizar y describir todo lo que se puede decir de ese sistema ocupa muchas páginas.

Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filól
Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filólAlberto R. RoldánFotógrafos

Y seguirá ocupando nuevas páginas porque el lenguaje está vivo, en constante cambio...

No solo el lenguaje está en evolución y vivo, también evoluciona lo que nosotros somos capaces de saber sobre la lengua, la cual cambia despacio, aunque no lo parezca. Parece que estamos en una evolución vertiginosa y que cada día hay novedades, pero, en realidad, la lengua cambia bastante despacio. Se tarda relativamente poco en adquirir o en incorporar una palabra como “spoiler”, pero eso no deja de ser una palabra entre muchísimas. Sin embargo, el sistema gramatical cambia muy lentamente. La prueba es que nosotros leemos a Cervantes y lo entendemos, a pesar de que haya diferencias.

Lo que sí cambia y ha cambiado mucho en los últimos años, es nuestra forma de entender el lenguaje y lo que sabemos sobre él. Por eso las gramáticas cada vez son más extensas, porque cada vez sabemos más. Aun así, queda mucho por descubrir. Y para eso estamos los gramáticos y los filólogos, dedicando nuestras obras a esta pasión.

Centrándonos en la que dentro de poco será su segunda casa, La Real Academia Española, ¿hay confusión sobre cuál es su verdadera función? Muchas personas creen que los académicos son los que deciden si una palabra debe o no aparecer en el diccionario. En realidad, ¿no lo decidimos los hablantes?

La Academia reconoce y admite lo que los hablantes han elegido, aunque sanciona los usos incorrectos. Cuando un uso está extendido o cuando una determinada palabra se ha convertido en algo habitual, la Academia lo que hace es reconocer eso.

Hay expresiones que la gente usa, pero la norma desaconseja. Lo incorrecto realmente se usa. Otra cosa es que se considere menos adecuado porque no corresponde a una variedad prestigiosa o a un uso prestigioso. Lo que hace la norma es indicar cuáles son los usos que se asocian con el prestigio, con la cultura, con el lenguaje cultivado.

Aquí podemos entrar en el terreno del lenguaje inclusivo.

La RAE está atenta a todos los usos. En el caso del lenguaje inclusivo hay varios fenómenos que se consideran. Hay algunos usos que son posibles, pero en ciertos casos resultan redundantes y no se aconsejan. En otros casos son usos que son ajenos al sistema gramatical del español o contrarios a él. La Academia lo que hace es, simplemente, indicarlo.

Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filól
Entrevista con la filóloga Cristina Sánchez. El Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha elegido a la filólAlberto R. RoldánFotógrafos

Otro uso del lenguaje con motivos extralingüísticos es el de los eufemismos, que en el caso del mundo político, llegan a rozar el completo absurdo.

El concepto de eufemismo se opone al de tabú. Hay palabras que suenan fuertes y pueden tener connotaciones indeseadas. El hablante decide elegir otra palabra que la sustituya para evitar esas connotaciones. En realidad, eso lo hacemos en todos los ámbitos, no solo en el político. Los políticos tienen mucho cuidado porque hay mucha gente atenta a lo que dicen.

A veces, en vez de informar, acaban desinformando. El lenguaje también puede ser muy tramposo y paradójicamente puede ser un vehículo de incomunicación.

Sí, pero hay que tener en cuenta que el oyente que recibe ese mensaje tiene capacidad para interpretar eso y para saber qué puede estar escondiéndose ahí.

El 1 de marzo, Donald Trump dio la orden ejecutiva que establecía que el inglés era la lengua federal oficial de Estados Unidos. Esto no significa que prohíba el español, pero sí que desde entidades gubernamentales se puede decidir si mandan documentación solamente en inglés. Esto puede afectar a muchos millones de hispanohablantes.

Los hispanohablantes que viven en Estados Unidos están en una situación de convivencia con el inglés y evidentemente tendrán que tener acceso a las dos lenguas. Desde luego, todo lo que sea facilitar la vida de los ciudadanos debería ser un bien a preservar por los políticos que los gobiernan. Si utilizar dos lenguas va en su beneficio, entiendo que esto les perjudicará. La realidad es que la gente habla la lengua que quiere.

¿Tienes alguna palabra favorita del diccionario o hay alguna que aborrezcas?

No aborrezco ninguna palabra. Todas tienen su parte bonita, su razón de ser, desde la más pequeña preposición al sustantivo con las más poéticas connotaciones. Todas me gustan, pero sí que es cierto, por mi investigación, que he tenido cierta debilidad por las palabras funcionales, las que tienen contenido gramatical: las humildes preposiciones, los escuetos artículos, las conjunciones… Casi nadie se fija en ellas, pero desde el punto de vista gramatical, son las palabras más interesantes. Es verdad que pueden no tener connotaciones poéticas y no evocan conceptos grandiosos, pero para el sistema gramatical son las vigas más importantes en las que se sostiene.

¿A estas alturas de la vida te siguen sorprendiendo preguntas que te hacen los alumnos en clase?

Sí, por supuesto. Uno puede pensar que ya se han hecho todas, pero no es así. Eso es lo que estimula al profesor. A veces, las preguntas más inocentes y que parecen más sencillas son las que encierran un misterio mayor y las que tienen más difícil respuesta. Yo doy clase en estas aulas y siempre animo a mis estudiantes a que pregunten todo lo que se les pase por la cabeza, aunque les parezca que no tiene importancia. La ciencia avanza porque nos hacemos preguntas. Preguntarse cosas sobre el lenguaje y sobre el idioma debería ser familiar para nosotros. Al fin y al cabo, es lo más íntimo y propio que tenemos.