Puso ayer su cargo a disposición del Ministerio de Cultura, que sí contará con él tras el anuncio de la fusión entre el Real y el coliseo de la calle Jovellanos.

Empezamos esta información por el final. Y es que al despedirnos le preguntamos a Daniel Bianco por la noche del pasado domingo, en la que el teatro que dirige acogió el primer concierto en Madrid de la mezzosoprano Elina Garanca: «¿Has visto el vídeo? Fue completamente mágica. Todo surgió de una manera espontánea. Me quedé muy contento y ha sido un lujo que una artista como ella cantara en nuestro escenario». Se refiere, además de al recital, al texto que el marido de la cantante, el director musical Karel Mark Chichon, leyó casi al final en el que decía lo siguiente: «Nosotros estamos aquí porque amamos la música española y especialmente la zarzuela. Y es nuestro deseo que este gran teatro siga defendiendo este género tan español y tan único que es la zarzuela. Todo nuestro apoyo a este teatro y a su equipo humano (...) Que este teatro siga público y accesible para todos. Un teatro popular y abierto como lo fue siempre la zarzuela». Y es que el sábado se conoció el proyecto que está en marcha de unir los dos coliseos líricos de Madrid en una fundación que se llamará Teatro Nacional de la Ópera y de la Zarzuela y que, según adelantó ayer Gregorio Marañón en estas páginas será una realidad a finales de abril. «Las conversaciones comenzaron hace bastantes meses», aseguró.

Reunión «amable»

Pues bien, después del recital del domingo Daniel Bianco estaba convocado al día siguiente, es decir, ayer, a una reunión con el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, que él califica como «sumamente amable y distendida. Me ha contado muy efusivamente su deseo de crear esta ambiciosa e interesante idea de la fusión», asegura y añade que a pesar de que las conversaciones estén avanzadas «queda aún bastante por definir, como el tema de los estatutos. Yo no conozco cómo se van a hacer pero sí le he pedido algo que considero de suma importancia: que figure tanto la cuantía económica como el espacio que tendría la música española por formar parte de nuestro patrimonio. Le he explicado que el Teatro de la Zarzuela lo crearon en 1856 Gaztambide y Barbieri, poniendo incluso dinero de su bolsillo, para salvaguardar al género de la invasión de la ópera italiana y que no se perdiera. Y ese planteamiento inicial no debe olvidarse», explica.

Bianco quiere dejar claro que con su forma de ser, predispuesta a los cambios y que se ha dejado traslucir desde que está al frente de coliseo, «alguien pueda pensar que me vaya a poner en contra de cambiar». No obstante ha puesto su cargo a disposición del Ministerio de Cultura, que sí que desea contar con él «y que quiere que continúe en mi puesto. Tengo aún un proyecto artístico que presentar y le he hecho constar mi disposición para todo lo que sea necesario. Así que seguiremos conversando», señala. Para que no queden dudas se muestra tajante cuando dice que «no quiero ser un problema para el proyecto. He salido del despacho con buen espíritu y me he entendido con Benzo porque ambos nos expresamos con claridad. También le he manifestado que considero fundamental saber cuál va a ser la situación de los trabajadores, de todo el personal. Para ello cuenta con todo mi apoyo, y lo subrayo. A este teatro le llaman ''house'' y por algo debe de ser. Yo estoy con la gente que levanta el telón cada día».

El actual responsable del Teatro de la Zarzuela llegó al coliseo en noviembre de 2015. Su contrato finalizará, pues, en noviembre de 2020, fecha para la que todo apunta a que ambos coliseos líricos caminarán ya en la misma dirección. Fernando Benzo ofreció también sus impresiones y tras destacar la «lealtad» con la que ha actuado Bianco dijo que «no es que el Inaem gestione mal la Zarzuela, pero existe una rigidez que no permite flexibilidad en su gestión. Esto no se hace porque vayamos a desmantelar el Inaem o porque el teatro vaya mal, sino porque detectamos que puede seguir creciendo si no está sujeto a las rigideces que impone la Administración», dijo, informa Efe. Los detalles de la unión «se están perfilando» y aún hay «matices» que acordar, pero el proyecto, que ya ha fracasado en otras ocasiones, «seguirá adelante». «Queremos que contente a todos. No tengo prisa, quiero el mayor consenso», recalcó.