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«Los exiliados se encontraron en Francia ante un mundo que se acababa»

Andreu Claret presenta «París éramos nosotros», novela basada en las vivencias de su padre tras la guerra
El escritor y periodista Andreu Claret, ganador del Premi Ramon Llull
El escritor y periodista Andreu Claret, ganador del Premi Ramon LlullArduino Vannucchi
  • Víctor Fernández está en LA RAZÓN desde que publicó su primer artículo en diciembre de 1999. Periodista cultural y otras cosas en forma de libro, como comisario de exposiciones o editor de Lorca, Dalí, Pla, Machado o Hernández.

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Hoy llega a las librerías «París éramos nosotros» (Planeta), la novela con la que el escritor y periodista Andreu Claret se alzó con el Premi Ramon Llull que convoca el Grup 62 con la versión original de esta obra en catalán, editada por Columna. El autor se sirve de la biografía de su padre para construir un retrato de aquellos que sobrevivieron a la Guerra Civil, pero tuvieron que exiliarse a Francia para encontrarse otro conflicto bélico, este con unas dimensiones más internacionales.
En declaraciones a este diario, Claret comentó que alzarse con un premio como es el Ramon Llull ha supuesto para él un paso importante en su carrera literaria. «Ganar este premio es un honor difícilmente descriptible. Soy un escritor novel en este terreno, pero no puedo estar más satisfecho por haber ganado el Llull. Entiendo que también es un premio a un trabajo sobre un periodo tan difícil, algo que creo que el jurado lo ha valorado. No se puede olvidar que es una buena plataforma para llegar al público», dijo.
Andreu Claret ha dedicado varias novelas a narrar la Guerra Civil y sus circunstancias en Cataluña. Sin embargo, en este caso la ficción literaria se funde con la realidad vivida por su padre. Al preguntarle si «París éramos nosotros» es una suerte de epílogo a los libros anteriores, el autor reflexionó que «los acontecimientos son los que se imponen en esta novela. Es un epílogo, pero con el protagonismo de las personas, con sus miedos, con su intención de superarse. Soy hijo del exilio, aunque nací después de la Segunda Guerra Mundial, pero los exiliados habían pasado por una década horrorosa: guerra, exilio y cuando estaban a salvo, otra gran guerra encontrándose ante un mundo que se acaba. Algunos no lo superaron, como el hermano del presidente de la Generalitat Lluís Companys que se suicidó. “París éramos nosotros” es una historia de superación, de lucha por rehacer la vida en una circunstancia nueva. Es profundizar en el lado más personal del conflicto».
Uno de los aspectos más controvertidos de la obra es el mostrar las divisiones que había dentro del catalanismo en el exilio francés. A este respecto se dibuja, por ejemplo, las visibles divisiones existentes entre Companys y Josep Tarradellas. Claret explicó que «no he querido hacer muchas lecturas políticas, algo de lo que ya estaba más cerca en otras novelas. Mi padre era muy crítico con Tarradellas por la manera como trató a Companys. Eso es algo que debía decir. No entro en Companys, porque es una figura muy contradictoria, pero sí puedo decir que él fue una metáfora de lo que fue todo el exilio, que pasa todo lo que pasa. Me interesa la dimensión humana. No se puede dejar de lado que la prensa francesa hablaba mal de los exiliados españoles, la sociedad francesa lo veía como un shock. Todo esto provocaba una tendencia a arrugarse, mientras otros daban la cara, como fue el caso de Pau Casals que desde Prada hizo de todo por ayudar».
Pese a los muchos problemas y las adversidades que encuentra en el camino el protagonista de la novela, logra salir adelante. Esa es una de las principales lecciones de la obra, como admitió su autor al comentar que «lo que tenemos aquí es una lección de supervivencia. Se debe sobrevivir ante las dificultades. Hay una manera que es muy egoísta que es tirando adelante pese a todo, pero hay otra más humana que es la que llevó a cabo mi padre. Todo lo que hizo tiene una explicación. La supervivencia ayuda a los demás y esa es la mejor lección. Este humanismo es el que he querido explicar en estas páginas. La de mi padre es una biografía que es un ejemplo de dignidad».
Claret se basó en los muchos diálogos que mantuvo con su padre para poder escribir este relato. «Tengo grabadas 25 horas de conversaciones con él. Creo que veía bien que algún día le dedicara a ese material un libro, pero puede que él pensara que todo esto sería finalmente una biografía. Muchos tiraron adelante en ese tiempo con dignidad, pero también con suerte. Mi padre supo buscar la suerte», concluyó el escritor.

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