Cine
Un festival de la realeza
El Festival Internacional de Cine de Marrakech (FIFM) está reconocido como uno de los mayores eventos del cine mundial
El Festival Internacional de Cine de Marrakech (FIFM) está reconocido como uno de los mayores eventos del cine mundial. La edición de este año, que celebra su vigésimo aniversario, se celebrará del 24 de noviembre al 2 de diciembre de 2023. La edición 2023 del FIFM quiere ser "una invitación a la empatía y al compartir" y un evento que eleve al cine a ser un bastión de paz en estos tiempos turbulentos en los que las guerras están estancadas en todos los continentes, al mismo tiempo que “trabaja por el acercamiento de las culturas y el descubrimiento de otras”, según afirmó el príncipe Moulay Rachid, presidente de la Fundación del Festival Internacional de Cine de Marrakech.
Al ofrecer una oferta ecléctica y de muy alto nivel con la presencia de cines emergentes, la fundación consigue atraer cada año a grandes nombres de todo el mundo. Incluso ha logrado retener a gigantes como Robert de Niro, Martin Scorsese, Charlotte Rampling, James Gray, Mads Mikkelsen, Leonardo Di Caprio, Francis Ford Coppola, Sharon Stone y muchos otros que incluso ofrecen clases magistrales a estudiantes marroquíes.
Pero el FIFM no es sólo un gran momento del cine, sino que está sostenido por un proyecto social iniciado por Su Majestad el Rey Mohammed VI, desde su creación.
El Rey vinculó el Festival a un marco de valores universalista que es a la vez su éxito y su originalidad. Los valores de compartir, de convivencia, de apertura a los demás, pero también de igualdad, con un gran lugar para las mujeres. Es una especificidad de esta fiesta llevar estos valores a un ámbito árabe-musulmán atravesado por corrientes identitarias; a veces incompatibles con la aceptación universal de la modernidad.
Se trata de la variación de un proyecto social en torno al tríptico de democracia, modernidad y desarrollo planteado por el Soberano desde el inicio de su reinado.
Es también una oportunidad para mostrar el vínculo casi carnal entre el Rey, encarnación de la Nación y su pueblo. El terremoto de Marrakech demostró la fuerza de esta simbiosis en años anteriores, pero también se expresó en momentos de júbilo como la celebración de las hazañas de la selección de fútbol marroqu aquí í durante el Mundial organizado en Qatar donde vimos al Rey desfilar con su pueblo por las calles de la capital, Rabat.
Esta relación es fundamental porque la Constitución reserva un lugar especial al Rey, él representa el guía que marca el rumbo de la nación y lanza todas las movilizaciones reformistas.
Esta relación se extiende a toda la familia real. El Soberano, al subir al Trono, implicó a sus hermanos, no en la gestión del país regulada por una constitución votada por el pueblo marroquí, sino en cuestiones que afectan a la vida cotidiana, que son transversales, verdaderamente populares y que a través de fundaciones independientes, aportan un valor añadido real al trabajo del gobierno.
La presidencia del Festival Internacional de Cine de Marrakech confiada al príncipe Moulay Rachid no es formal ni ceremonial. El Príncipe desempeña realmente su función, tiene un papel importante en las decisiones, controla los expedientes a diario. No obstante no interviene en las elecciones finales. Por respeto al estricto protocolo de la institución monárquica, rechaza estar en el foco mediático. El hombre, sencillamente, es tan elegante como para trabajar en las sombras.
Veinte años son tiempo suficiente para dar fe de que el FIFM es un verdadero éxito.
Ahmed Charai es presidente del grupo de medios marroquí Global Media Holding.
✕
Accede a tu cuenta para comentar