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Las dos familias que escaparon de Alemania del este

El 15 de septiembre de 1979, dos familias con ocho miembros en total consiguieron escapar Alemania del este a Alemania del oeste con un globo aerostático casero hecho por los dos padres.
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La frontera entre Alemania del este y del oeste fue una de las fronteras más fuertemente fortificadas de la época. Definida por una valla y paredes metálicas altas de 866 millas, estaba patrullado por cincuenta mil guardias armados de Alemania del este. De las decenas de miles que intentaron escapar al oeste, aproximadamente mil perdieron la vida intentándolo. Sin embargo, Peter Strelzyk y Günter Wetzel consiguieron hacerlo exitosamente con un globo aerostático que tardaron un año y medio en crear y perfeccionar.
La idea de usar globos surgió en marzo de 1978, cuando la cuñada de Wetzel, que había salido de Alemania del este, regresó de visita y trajo una revista con un artículo sobre la Fiesta Internacional de Globos en Nuevo México. Strelzyk, que era electricista y ex mecánico de la Fuerza Aérea, y Wetzel, que era albañil, vieron que esta sería la mejor forma de escapar con sus familias.
Sin experiencia previa, estudiaron todo lo que podían sobre ello en la biblioteca de su ciudad Pößneck. Estimaron que necesitarían un volumen de 1.800 metros cúbicos y unos 900 metros cuadrados de tela. Para conseguir cantidades tan grandes de material sin despertar sospechas, condujeron 30 millas hasta la ciudad de Gera. Durante dos semanas, Wetzel trabajó con la máquina de coser de su madre, mientras Strelzyk trabajaba abajo haciendo una góndola y un sistema de quemadores.
Probaron su primer globo en abril de 1978. Todos condujeron 19 millas desde Pößneck hasta un claro bosque aislado para inflarlo, pero no se infló. Se dieron cuenta de que el material del globo era demasiado poroso. Al volver a casa, quemaron el globo para eliminar todas las pruebas y tras investigar nuevos materiales, seleccionaron un tipo de tafetán sintético ya que era un material mas liviano.
Para obtener los 900 metros cuadrados de tafetán, condujeron 100 millas hasta una tienda en Leipzig y después de pagar 4.800 marcos (720 dólares) por él, volvieron a Pößneck para mejorar el producto. El segundo globo con 2200 metros cúbicos estuvo listo una semana después.
Volvieron al pequeño claro en el bosque y esta vez el globo se infló. Esto, sin embargo, duró poco ya que los quemadores pasaron por el gas demasiado rápido, lo que permitió que el aire se enfriara y el globo se desplomó. Tras más horas de estudio en casa, en junio de 1979, Strelzyk descubrió que, si los tanques de propano estaban invertidos, la presión adicional hacía que el propano líquido se gasificara y las llamas se agrandaran. Esto le aseguró a Strelzyk que todo estaba listo para escapar al oeste.
La noche del 3 de julio de 1979, en un claro desierto, despegaron alrededor de la una de la mañana. Consiguieron volar suavemente hacia la frontera, pero desafortunadamente, el globo entró en una nube. El vapor de agua de la nube se condensó en el globo y lo hizo más pesado. Con esto, el globo comenzó a descender y aterrizó a unos 180 metros del oeste, peligrosamente cerca de la frontera. Al caer, huyeron a pie dejando atrás el globo, donde fue descubierto por las autoridades de Alemania del este. Esto alertó al gobierno sobre el plan, pero la policía no pudo identificar a los sospechosos.
El tercer globo, que acabó siendo el último, tenía el doble de tamaño que el anterior, con un volumen de 4.000 metros cúbicos. Para conseguir tanto material, los dos hombres cruzaron toda Alemania del este, comprando pequeñas cantidades en varios sitios y después de seis semanas, el globo estaba listo.
Esta vez, estaban convencidos de que iba a funcionar, y el 15 de septiembre, las familias fueron hacia el lugar de lanzamiento. Las condiciones ese día eran perfectas ya que los vientos llevarían al globo en dirección al oeste. A la una y media de la mañana, salieron con la esperanza de llegar a la libertad de la otra Alemania. En el camino se enfrentaron a problemas, como el incendio de la tela, que la apagaron con un extintor, y la rasgadura de la parte superior que dejaba al aire caliente escapar. A pesar de esto, el globo siguió ascendiendo rápidamente. Mientras que cruzaban la frontera, notaron que varias luces estaban dirigidas hacia ellos ya que un radar les había detectado, pero estaban lo suficientemente altos para cruzar relativamente desapercibidos.
Empezaron a descender cuando se acabo el gas y media hora después del despegue, aterrizaron cerca de la ciudad de Naila en el oeste. El globo les había llevado casi veinticinco kilómetros de distancia. Las familias salieron del globo emocionados ya que habían conseguido lo imposible, algo nunca hecho antes. La ciudad les dio todo lo que necesitaban para empezar su nueva vida. Wetzel empezó a trabajar como mecánico de automóviles y Strelzyk abrió un taller de reparación de televisores. En 1985, los Strelzyk se mudaron a Suiza, pero regresaron a Pößneck después de la reunificación alemana en 1990. Los Wetzels, sin embargo, permanecieron en Baviera.