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Jorge Herralde, la edición como terapia

El fundador de Anagrama repasa su carrera en un libro con artículos y entrevistas.

El veterano editor Jorge Herralde, ayer, en Barcelona, donde mencionó a Borges como el autor que le faltó por editar. Foto: Miquel González/Shooting
El veterano editor Jorge Herralde, ayer, en Barcelona, donde mencionó a Borges como el autor que le faltó por editar. Foto: Miquel González/Shootinglarazon

El fundador de Anagrama repasa su carrera en un libro con artículos y entrevistas.

Hay pocos casos en el mundo del libro donde un editor sea tan accesible a los periodistas. Por eso, ayer, era lógico que estuviera rodeado de periodistas Jorge Herralde, el fundador de Anagrama, ese sello en el que hemos leído todos a Bolaño, Tabucchi, Amis o Chirbes, y que este año cumple medio siglo de intensa dedicación al libro. Había motivo porque Herralde presentaba «Un día en la vida de un editor», un libro en el que recupera artículos, discursos y entrevistas que le ayudan a trazar las numerosas historias de un sello histórico e imprescindible para muchos lectores. Ante la ausencia de unas memorias, el volumen es lo que más se acerca a la autobiografía de Herralde, además del catálogo que ha construido a lo largo de estos ochenta años.

Irónico y sabio, Herralde habló de su labor como editor, trabajo que definió como «el único oficio para mí». El fundador de Anagrama también habló de su libro como «un viaje por el mundo de la edición, de los autores, de los libros, de la lectura desde los inicios de Anagrama hasta antes de ayer». Por las páginas de la obra pasan recuerdos, como los de su vocación por la lectura y su descubrimiento de Jean Paul Sartre mientras estaba enfermo de tuberculosis. «Para mí fue decisivo. Me convertí en un joven burgués politizado con mala conciencia editando muy frenéticamente y de manera kamikaze como terapia», dijo.

Al hacer memoria rememoró los no pocos problemas que tuvo Anagrama con la censura franquista. No fue un periodo nada fácil, cuando el sello se convirtió en «la editorial más represaliada». Como ejemplo, recordó el caso de «Si usted no hace regalos le asesinarán», de Vicente Verdú, que fue secuestrado durante seis años por «un doble pecado: ser editado por Anagrama y llevar prólogo de Vázquez Montalbán». Pero la editorial consiguió también aprovecharse de cierto aperturismo conviertiendo en uno de sus primeros «best-sellers» a Mao Tse-tung, «un clásico oriental».

Preguntado por algún nombre que hubiera querido editar, Herralde citó a Borges, «autor de cabecera y que no esperó a Anagrama para empezar a publicar». Herralde ha conseguido crear un catálogo en el que ha sido fundamental «la política de autor apoyando a determinados nombres en los que uno cree». Eso es lo que ha hecho que, junto a los clásicos, se potencie hoy a creadores como Marta Sanz, Sara Mesa y Juan Pablo Villalobos, entre otros.