Historia

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La historia de España en 70 minutos

De la mano de Puy du Fou, a partir del 30 de agosto se estrena en España «El sueño de Toledo», un macro espectáculo que contará con 15 representaciones y más de 2.000 personajes

En el show de «El sueño de Toledo» la confección de los 1.200 trajes de época utilizados por los actores y actrices ha durado meses
En el show de «El sueño de Toledo» la confección de los 1.200 trajes de época utilizados por los actores y actrices ha durado meseslarazon

De la mano de Puy du Fou, a partir del 30 de agosto se estrena en España «El sueño de Toledo», un macro espectáculo que contará con 15 representaciones y más de 2.000 personajes.

La ciudad de Toledo ha sido escenario y testigo de gran parte de los acontecimientos que han narrado la historia de España. No se equivocó Tito Livio cuando la denominó «Toletum», que significa «levantado en alto», haciendo alarde tanto de sus cuestas y miradores como de un lugar que ha acogido a diferentes culturas e hitos históricos. Desde su primera piedra, Toledo ha evolucionado en la historia como un hogar de reyes, como un nexo de unión con otras ciudades de la Península y como impulsor de leyendas y hazañas. Asimismo, el río Tajo ha sido compañero de aventuras de esta ciudad. Sus aguas también han transportado historias de gran importancia y permitido la conexión entre España y Portugal. Así como Toledo se convirtió en «ciudad imperial» durante el reinado de Carlos III, dicho río –el más largo de la Penínsul– fue testigo de toda la evolución de la monarquía española. Alrededor de su cauce se han construido palacios: desde una residencia real en Aranjuez por parte de los Reyes Católicos hasta un hogar en la misma zona bajo las órdenes de Felipe II. El Tajo se ha navegado, incluso se utilizó como musa por El Greco o como verso del puño y letra de Garcilaso de la Vega. Y todo ello no se contemplaría de manera completa sin tener en cuenta a la ciudad que baña.

Esta ciudad obtuvo el título de Patrimonio de la Humanidad en 1986 por parte de la Unesco gracias a su arquitectura, su conjunto artístico e histórico. De la misma manera que en su río se trasladaban barcos y mensajes, Toledo unificó formas de vida: alrededor del año 1085 se la conoció como la Ciudad de las Tres Culturas, ya que existía una gran convivencia entre cristianos, judíos y musulmanes. Además, fue en ese mismo escenario donde un tiempo antes Recaredo unificó a visigodos e hispanorromanos al catolicismo e hizo posible una coexistencia espiritual, que materializó con el III Concilio de Toledo (589 d.C.). En definitiva, la ciudad que fue testigo de la llegada de Cristobal Colón tras el descubrimiento de América y el río que sirvió como trinchera para varios ejércitos han sido de gran importancia en la historia de nuestra cultura. Sin embargo, el valor que se le da a estos hechos que tan cerca tenemos no siempre es el que se merece. La gente necesita saber de su historia para que ésta se deje explicar. La de España tiene razones para que sus ciudadanos se sientan orgullosos más allá del debate que muchos episodios siguen despertando. Y esto es lo que el espectáculo «El sueño de Toledo» intentará transmitir a partir del 30 de agosto. De la mano de Puy du Fou, un parque temático que está arrasando en Francia –arrastró a más de 2 millones de personas en 2018–, llega a Toledo un «show» que recorrerá 1.500 años de acontecimientos de la cultura española. Se trata del primer salto internacional de la compañía y aprovecharán esta oportunidad para dar un repaso a numerosos sucesos históricos de nuestro país. Desde una lavandera en la orilla del Tajo hasta un azacán que transporta su agua hacia Toledo, la experiencia promete ser tan espectacular como inmersiva. Hasta el 26 de octubre, un total de 15 representaciones de más de 70 minutos de duración –los viernes y sábados– narrarán la historia desde los Reyes Godos hasta bien entrado el siglo XX, mostrando tanto a obispos como a soldados, princesas y artesanos. Para ello, la preparación no ha sido (ni lo parece) sencilla. Es incluso complicado hacerse a la idea de cómo se desarrollará «El sueño de Toledo». Y es que el escenario es de cinco hectáreas, con 3.900 metros cuadrados de decorado y más de 2.000 personajes dentro de dicho espacio –de ellos, 185 son actores y jinetes–. Puede que esto justifique los 1.200 trajes de época cuyo diseño y confección han llevado meses. El «show» ofrecerá movimientos de todo tipo: bailes, recreaciones de batallas históricas, paseos de personas enmascaradas con flores y plumas... Pero, ¿cómo se centra en un baile la historia de España? O, más bien, ¿cómo se coordina? «Estamos trabajando en muchos diferentes que han sido típicos durante varias épocas de este país como, por ejemplo, la musulmana», explica Karine, una de las coreógrafas del conjunto. Para dicho trabajo, los jóvenes han entrenado siete horas diarias de lunes a viernes, siendo los últimos ensayos en el mismo escenario donde se desarrollará la obra. «Tenemos que respetar los ‘plannings’ que organizamos en la cabeza», continúa la coreógrafa, «es mucho tiempo sin parar y hace bastante calor, pero tenemos que hacer como un barco: estirar bien las velas para llegar a la isla».

Como las velas de un barco

«El sueño de Toledo» es todo un reto. Pero parece no caber duda en que la sorpresa será grande para su público. Aún habiendo fecha límite –con entradas entre 24 y 30 euros–, el espectáculo augura que en 2020 habrá más. Y mejor, pues el decorado aún no está completo: se ven las murallas, molinos y alguna que otra iglesia mudéjar, pero el foso que simula al río Tajo todavía no se ha llenado de agua. Un inmenso trabajo cuyo principal objetivo es el de transmitir la historia de España con el mayor entretenimiento y veracidad posible. Sin embargo, aseguran desde Puy du Fou que «no somos historiadores. Somos franceses aunque no queremos ser los gabachos de turno», explica Erwan de la Villeón -consejero delegado de Puy du Fou España, «lo difícil es empaparse de la idiosincrasia local, del olor a tomillo de Toledo y, por ello, contamos con muchos arqueólogos, asesores, historiadores, así como con gente de la calle». Sin ánimo de juzgar ni de asomar a un bando más que al otro, el espectáculo se ha empapado de anécdotas y de la memoria toledana para emocionar al público con la cultura como arma. De hecho, el mismo consejero aseguraba con simpatía que «cuando toquen las guerras napoleónicas nos pondremos la gorra española». Cada función, cuidada al detalle y pensada para hipnotizar, impresionar, sorprender y difundir historias a un público –se pueden acoger hasta a 4.000 espectadores– en un entorno que fusiona la magia de la creatividad con la inmensidad de la naturaleza.