Asesinatos en «El hoyo 19»

A primera vista, un campo de golf es un lugar donde reina la paz, el silencio, la paciencia. El verde del campo se extiende impasible, y los jugadores van golpeando bolas mientras pasean y se van acercando a cada hoyo. ¿Qué puede ocurrir en un lugar donde se respira esa tranquilidad, donde el juego se realiza entre socios y amigos? A veces, los actos oscuros que ocurren a plena luz del día son los que más desapercibidos pasan. Nadie se espera que la muerte de una pareja en tal idílico paisaje tenga que ver con ningún crimen, y más aún cuando ocurre en la época del Covid-19. Pero, ¿qué cambia cuando el hecho se repite?

De la mano del misterio y la intriga, en un lugar tan aparentemente apacible como un club de golf, desenvuelve José Manuel Muriel la trama de su nueva novela: «El hoyo 19» (Bohodón). Una obra inspirada en el Novo Sancti Petri, urbanización gaditana «donde viví con mi mujer durante la pandemia. La casa estaba dentro del club de golf, un deporte que no había jugado hasta entonces, a mis 68 años. Allí empecé a conocer poco a poco a los socios, gente encantadora. Enseguida nos integramos y me empezó a gustar bastante el golf. Entonces pensé que quería escribir una novela, como modo de agradecimiento», recuerda el escritor y también ingeniero industrial.

Recursos dramáticos

Este libro rinde homenaje a esas personas con las que Muriel y su esposa compartieron los meses pandémicos. Por tanto, «el 90% de los personajes son reales. Los deformo un poco, porque el libro tiene un sentido del humor muy fuerte, y les pedí el visto bueno para usar sus nombres y apellidos. No hubo problema», asegura el autor. Y subraya que los dos protagonistas son camareros del club, «que nada más conocerlos supe que iban a ser mis personajes principales». Uno de ellos, «era más serio, más reflexivo y escéptico que el otro. Eso hacía que fueran la pareja perfecta». Se trata de trabajadores de ese coloquialmente llamado «hoyo 19», pues «un campo de golf tiene 18 hoyos, y el decimonoveno se conoce de broma como el club donde los jugadores van a tomarse una cerveza después de jugar, y a exagerar los resultados», retrata Muriel.

La novela desarrolla esta trama desde el crimen y el misterio. Escogió el género negro «porque es lo que se vende ahora, lo que van buscando las editoriales», observa el autor. Además, la pandemia, además de aquel paisaje aparentemente paradisíaco, le otorgaba un gran recurso dramático, pues «en aquella época te morías y no te hacían ni autopsias. En la novela empiezan a aparecer socios del club muertos, y las fuerzas del orden piensan que se debe al virus», justifica Muriel. Si bien es conscientes de que vivió «una pandemia mucho más benigna de lo que podría haber sido en Madrid», sí asegura que sintió «auténtico miedo, porque las personas que rondábamos los 70 años éramos más vulnerables al Covid-19». Afortunadamente, el resultado de aquellos extraños meses fue una nueva afición, nuevos amigos y una novela que, recomienda Muriel, «les encantará a todas esas personas que amen el misterio, la intriga y, por supuesto, el golf».