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Literatura
El legado de Ignacio Aldecoa entra en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes
Entre las "joyas" se encuentran algunas de sus obras, un cuadro dedicado a Carmen Martín Gaite y varias fotografías

La Caja de las Letras del Instituto Cervantes acogía ayer el legado 'in memoriam' del escritor Ignacio Aldecoa, figura clave de la narrativa española de posguerra, compuesto por unos ejemplares de sus obras, un cuadro dedicado a Carmen Martín Gaite y varias fotografías.
Con motivo del centenario de su nacimiento, el homenaje a Ignacio Aldecoa (1925-1969) ha contado con la presencia de su hija Susana Aldecoa, historiadora del arte y directora del Colegio Estilo -fundado por su madre, la también escritora Josefina Rodríguez-.
Susana Aldecoa ha depositado en la caja metálica número 1203 de la sede de la institución, en primer lugar, un curioso cuadro con grabados de ardillas dedicado a su amiga y compañera de la Universidad de Salamanca Carmen Martín Gaite con el siguiente texto: "Carmen, las ardillas son los únicos animales aceptables de mi forma. Las razas, los reptiles y los animales inmunes, entre comillas y subrayados, son los que más abundan".
Una carta náutica muy especial
La hija de Ignacio Aldecoa también ha introducido otros recuerdos de su padre, como la carta náutica que el escritor utilizó en la redacción de la novela de pescadores 'Gran Sol' (1957), un ejemplar de sus novelas completas y fotografías familiares de viajes y con amigos.
"La verdad es que recibimos el legado de uno de los grandes novelistas, pero también poeta. A mí me gusta recordar todavía 'La vida' y 'El fulgor y la sangre', dos libros de poesía que mantuvieron la calidad y un diálogo especial con la poesía en los años 50", expresaba el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.
Una manera de vivir
El escritor de novelas, cuentista y poeta ha sido también recordado por la catedrática de literatura española en Saint Louis University en Madrid, Ángeles Encinar, que ha citado a su mujer, Josefina Rodríguez, al leer las palabras que le dedicó en obras como 'Aldecoa en su paraíso' (1996).
Y es que a la muerte de su marido, Josefina Rodríguez, empezó a firmar como Josefina Aldecoa (1926-2011), y su trabajo como escritora también registró la vida y la obra de su marido para quien "escribir era, antes de nada, una manera de vivir".
"Recordamos a alguien que no solo escribió, sino que formó parte de la vida cultural española", ha afirmado Luis García Montero, quien ha querido destacar su importante papel en la Revista Española o su labor de "recuperación del realismo con todos los matices de la creatividad y del humor" en sus novelas.
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