
Sección patrocinada por 

Literatura
Así curan los libros en Corea del Sur
Es una tendencia literaria en auge que acaba de llegar a España con fuerza: narraciones de vidas corrientes que se enfrentan a la angustia existencial cuya peripecia, dicen, redime a los lectores

El término «ficción curativa» fue acuñado por el psicólogo James Hillman en "Healing Fiction" (1983) y aplicado por las editoriales surcoreanas a un subgénero de novelas de ayuda. En ellas, las almas perdidas se reencuentran y recomponen su yo malherido al entrar en un lugar público especial cuya función es devolver la salud emocional a quienes acuden a estos espacios nimbados con un aura que hace de lo cotidiano algo mágico. En una sociedad competitiva como la asiática, el nivel de exigencia es tan desmesurado que muchas personas, estresadas, agotadas o expulsadas del sistema vagan por las ciudades tratando de darle un sentido a sus vidas.
Las novelas etiquetadas como «ficción curativa», establecida por la poderosa mercadotecnia cultural de Corea del Sur, narran historias cotidianas conectadas por un personaje central que cumple la función de devolver a cuantos acuden a su local el objeto perdido freudiano que les procurará el consuelo que buscan. Son siempre historias corrientes, con protagonistas agobiados por la presión laboral, económica y social, cuando, por azar o recomendado por alguien que no recuerdan, acuden a uno de esos lugares cuya encanto y trato humano les procurará un sentido nuevo a sus vidas.
El hilo conductor es el propietario que regenta un restaurante, una librería, un taller de cerámica o una clínica. Son lugares difíciles de encontrar, sin dirección reseñable, a las que acuden sin saber el efecto curativo que se operará en ellos. Desde el momento que entran en ese espacio aurático, se sienten atrapados por lo inexplicable, y tan sólo por el hecho de confiar en el librero que les recomienda un libro especial o el cocinero que encuentra el plato perdido de su infancia vuelven a confiar en sí mismos y a recuperar mediante el pensamiento mágico la fe perdida.
El hilo conductor suele ser el dueño de un establecimiento escondido que devuelve la confianza
Tanto la dueña de la librería como el dependiente que se ocupa de la cafetería en «Bienvenidos a la librería Hyunam-Dong» son dos seres inadaptados, incapaces de integrarse en la competitiva sociedad coreana, repleta de controles sociales. Como escribe su autora Hwang Bo-Reum, en la cultura del país asiático «se nos enseña a ser conscientes de la mirada del otro».
El origen de esta ficción curativa se encuentra en una adaptación coreana de la «literatura feelgood» japonesa, orientada a chicas jóvenes que buscan identificarse con sus protagonistas y encontrar el sosiego de un final feliz. Los surcoreanos han ampliado el espectro con una tipología de novelas cuyos tres elementos centrales son: un espacio publico extraño donde se opera la magia curativa, un dueño al que acuden distintos protagonistas con su problemas y un cambio en sus atribuladas vidas. Estos locales urbanos se hallan en lugares que sólo encuentran las personas perdidas. La magia se opera con sólo entrar en esos ellos. Quienes habían desconectado de sí mismos vuelven a tomar las riendas de sus vidas.
Mágico y cotidiano
Literariamente son narraciones lentas y reposadas, con una trama imprecisa, tejida poéticamente. Apenas hay una trama, tan sólo una sucesión de capítulos con personajes episódicos que, desconcertados por el lugar y por sus curiosos dueños, acaban confiando en un saber que mezcla lo cotidiano con lo esotérico y gracias a ellos superan sus problemas de soledad y falta de confianza.
Locales perdidos para personajes perdidos en los que se opera la sanación solo al entrar en ellos
En las dolientes baladas amorosas norteamericanas de los años 50 existía un lugar imaginario en donde los enamorados traicionados por su amor se exiliaban para recomponer su yo malherido: En «El hotel de los corazones rotos» hay una ciudad solitaria donde sanan los amantes despechados. En este estilo de novelas, la ciudad solitaria es Osaka, Tokio o Seul, por donde vagan los corazones rotos no por un amor traicionero, sino por el estrés, la soledad y la presión social. Y ese lugar encantado donde encuentran consuelo y sanación se describe en sus títulos poéticos: «La asombrosa tienda de la señora Yeom», «Bienvenidos a la librería Hyunam-dong», «La farmacia del amor de la familia Botero» o «Las deliciosas historias de la taberna Kamogawa».
La más reciente es «Te receto un gato», en la que el tono poético anuncia lo mágico, siempre sin salirse de lo cotidiano. El psicólogo, que en vez de ansiolíticos les receta un gato, al que deben alimentar y cuidar durante cierto tiempo, es el que opera, imaginariamente, la magia curativa: igual restaña la vida familiar perdida que logra un mejor entendimiento laboral.
En todas ellas, la bondad va de la mano de algo mágico que consigue sanar a estos enfermos del alma. Pues, frente a la obligatoriedad del éxito laboral, el ascenso o el brillo social, estos personajes añoran una paz interior alejado de la fuerte presión social. Y la consiguen en esos espacios mágicos donde seres desubicados por el estrés recuperan el sosiego gracias a los valores de la bondad, el cuidado del otro y la calidez humana.
A la poética ingenua de estas novelas, hay que añadir el componente sorprendente que se manifiesta a veces como realismo mágico y otras como el relato fantástico típico del cuento popular. Unos tratan de forma poética la cocina en el contexto de una novela policiaca leve como «Las deliciosas historias de la taberna Kamogawa» de Hisashi Kashiwai y otros la literatura, como «La asombrosa tienda de la señora Yeom» de la surcorena Kim Ho-yeon.
En una entrevista, Kim Ho-yeon reconocía que se identificaba con las personas que hacen downshifter: «Yo prefiero menos remuneración pero más energía para vivir. La coreana no es una sociedad fácil para elegir ese modo de vida. Hasta el punto de que si una persona con una carrera exitosa lo deja todo y se va al campo, saldría en las noticias por llamativo».
La que dio el pistoletazo de salida de la ficción curativa en España fue «Los misterios de la taberna Komogawa». Sus entrañables personajes van en pos de la receta olvidada. Tratan de recuperar el aroma del amor a los seres queridos mediante la fragancia de un plato asociado a la morriña de lo irremediablemente perdido. Con una prosa sencilla y un preciosismo minimalista, Hisashi Kashiwai describe una galería de personajes memorables, todos ellos anclados en el «nostos», el nostálgico regreso al hogar a través del sabor.
Acaba de traducirse «Los secretos de la papelería Shihodo», del japonés Kenji Ueda: una papelería escondida en las calles de Tokio, que esconde un universo mágico donde se guardan los tesoros de papeles y estilográficas con los que sus clientes pueden dar rienda suelta a sus emociones más íntimas. Siguiendo la estela de la exitosa «La biblioteca de los nuevos comienzos», acaba de aparecer «Mis tardes en el pequeño café de Tokio», ambas de Michilo Aoyama. Ese café es un refugio donde los personajes buscan respuestas a sus problemas. La ternura, los momentos fugaces y la importancia de las conexiones humanas definen tanto la temática de esta novela como la ficción curativa. En el café Marble los personajes vuelven a ser ellos mismos y recuperan el bienestar. La narración sanadora asiática es cálida y amigable y teje poéticamente a los personajes con sus historias cotidianas.
Títulos sanadores
"Los misterios del tabernáculo Kamogawa", de Hisashi Kashiwai

La busca de la receta olvidada tiene todo el aroma del amor a los seres queridos, a los que trata de recuperar con la fragancia de ese plato perdido.
"Mis tardes en el pequeño café de Tokio", de Michilo Aoyama

El café Marble es un refugio donde los personajes buscan respuestas a sus problemas a través de la ternura.
"Recibo un gato de ti" de Syou Ishida

La novela curativa adopta aquí la forma de gato con poderes curativos. La magia se opera con esa presencia que permite a cada personaje cambiar sus estresadas vidas.
"Bienvenidos a la librería Hyunam-Dong", de Hwang Bo-Reum

Un libro puede cambiar tu vida. Una narración tejida poéticamente con los personajes y sus historias cotidianas. Una narración cálida y amigable.
"Antes de que se enfríe el café", Toshikazu Kawaguchi

Sigue la tónica del café Marble: si te sientas en la silla adecuada regresarás al pasado y volverás a ser feliz.
✕
Accede a tu cuenta para comentar