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Música

Barry B llegó, vio y venció

El artista ofreció este viernes el primero de sus tres conciertos en La Riviera, presentando ante el público madrileño el reconocido EP "Infancia mal calibrada"

Entrevista a Barry B
Barry B. David JarDavid JarFotógrafos

No fue un viernes cualquiera. Si algo caracteriza al día que introduce al fin de semana es que trae novedades musicales. Y esta semana venían bien cargadas, con algo especial. Era una jornada de plena celebración. Salía a la luz un disco muy esperado. La jornada se presentaba ya desde su inicio repleta de canciones, de ritmos, de bailes. Y cerraba con más aún de todo ello. En La Riviera de Madrid, con neones y mucha fuerza, daba fin a la semana las rockeras, sentimentales y pegadizas canciones de Barry B. El "Chato" ofreció el primero de sus tres conciertos en la capital, de la mano de Vibra Mahou y enmarcado en la gira que le llevará por diversas salas de España para presentar "Infancia mal calibrada".

Nada más por el título hay una idea clara: el de Barry B es un disco repleto de himnos generacionales. Pertenece este artista a una parte de la sociedad que ha crecido y se ha formado bajo algunas de las evoluciones más radicales de la humanidad. Una generación que nació sin móviles, que los descubrió, que ahora los siente indispensables. Una que pese a acumular acontecimientos históricos en su línea vital, mantiene la cordura y el respeto. Pero, ante todo, una generación que ha sido valiente, pues ha impulsado la valía de la salud mental. Ha retirado cortinas y sacado hacia afuera lo que nadie se había atrevido antes: toda una responsabilidad. Y ayer eso se celebró en la Riviera.

Es por ello, sumado a un sonido que desestabiliza y engancha, que Barry B ha acogido tan buena acogida con este último disco. En el concierto también hubo mucho de sus anteriores trabajos, como fue "Kit kat" o "Vis a vis", esta última de su anterior álbum "Chato". Fue un cúmulo de rock, penas y regates: parece que el artista está sujetado por los codos por cuerdas transparentes, que le hacen bailar sin parar de mover los brazos, que le hacen permanecer erguido aún entonando "Gigante de cristal", "Victoria" o "Quieres autodestruirte conmigo?".

Barry llegó, vio y venció. Se subieron a su escenario Gara Durán, Candela Gómez o Depresión Sonora. No paró aquella suerte de bola de discoteca rubia, aquel artista que con un EP ha sido capaz de lo que ayer demostró en directo: de unir, de revolucionar bajo confesiones y verdades. Ofreció un rock rendido a la pena, un concurso de puñaladas rítmicas, una velada repleta de regates y voces cantando a pleno pulmón. Un viernes, por tanto, calibrado y singular