Crítica

Ibermúsica: traca final

La Razón
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La presente temporada concertista de Ibermúsica llega a su final con dos conciertos de esos que marcan la categoría de un ciclo. Suponen la traca final a un año de buena cosecha. Basta recordar el paso de agrupaciones de la categoría de la Filarmónica de Viena, London Symphony, London Philharmonic, Philharmonia, Gustav Mahler, Les Musiciens du Louvre o Les Arts Florissants. La Staatskapelle Dresden y el director Christian Thielemann serán los encargados de despedirla los días 16 y 17. El segundo, como era previsible, agotó todas las localidades apenas ponerse a la venta las que quedaban fuera de los abonos. No podía ser de otra forma con un programa Strauss, uno de los compositores con los que el director berlinés comulga más, y la presencia de Renée Fleming para cantar los «Cuatro últimos lieder», celebrando los 21 años de su debut en España también de la mano de Ibermúsica. Quienes se hayan quedado con la miel en los labios tienen todavía la alternativa del primero de los dos conciertos, para el que parece ser aún quedan algunas entradas. La razón de ello es bien sencilla: se anunció inicialmente en el programa «Der Zorn Gottes» (La cólera de Dios) de Sofia Gubaidúlina y ya se sabe que la música contemporánea no es la más apreciada por el público de un ciclo caro, aunque valga su peso en oro. Si bien algunos respiraron aliviados al conocer que se sustituía esa obra por «Pelleas y Melisande» de Fauré, otros quizá consideraron que era mucho «Pelleas», dado que el concierto se cerrará con la obra homónima de Schönberg, compositor al que aún temen bastantes, aunque esta página respira romanticismo por muchas de sus costuras.

Este caso bien merece una pequeña reflexión. He escuchado muchas veces a compañeros de profesión criticar a los organizadores de ciclos privados por no programar más músicas de hoy. Me gustaría saber qué harían ellos si, por hacerlo, les quedasen doscientas entradas sin vender a un precio de ciento cincuenta euros, es decir, un déficit de treinta mil euros. Este es el riesgo que ha decidido correr Ibermúsica con el programa del martes próximo.

Ese día se subirá también al escenario el pianista joven que mayor expectación y consideración recibe por parte de público y crítica: el ruso Daniil Trifonov, que recibiera el Premio Herbert von Karajan 2017 y que tuvo en Madrid una actuación triunfal y unánimemente aclamada el pasado enero dentro del ciclo de Scherzo. Su interpretación del «Concierto en sol mayor» de Ravel podrá revalidar el juicio de quienes le consideran en la línea de Sokolov.

Ibermúsica ha organizado más de 1.100 conciertos, ha traído orquestas de casi 40 países y ha estrenado más de 130 obras en España. La próxima temporada será abierta por Bernard Haitink con la London Symphony Orchestra.