Mad Cool, una caja de sorpresas

Un debut siempre es emocionante. Lo es para los artistas y para el público. Sólo que esta vez debuta no un músico sino un festival, el esperado Mad Cool, el certamen llamado a ocupar el huérfano espacio de los grandes eventos en Madrid. Aforo para 45.000 personas (las entradas no se han agotado y quedan abonos y pases de día), seis escenarios, tres días y un evento de campanillas para llenar un vacío desde hace años. También debuta un espacio inédito para citas musicales, la Caja Mágica, una cara instalación casi en desuso que cobrará nueva vida habilitando sus espacios anexos para los grandes conciertos y las tres instalaciones cubiertas para los de menor aforo. Su ubicación en las afueras de Madrid presenta dudas cuando termine cada jornada pasadas las tres de la mañana, pero habrá que ver cómo se resuelve: los debuts son siempre difíciles.

Sin embargo, si las intenciones son buenas, lo importante es ir puliendo los errores. Y las intenciones, es decir, el cartel artístico, promete buenos momentos. El jueves 16 los más esperados serán The Who. Y eso que, a pesar de sus contadísimas visitas a España, el grupo de Roger Daltrey y Pete Townshend visitará por tercera vez la capital. Los británicos estarán en el Azkena Rock de Vitoria también este fin de semana. La noche inaugural hay además dos apuestas nacionales muy taquilleras, Lori Meyers y Vetusta Morla, dos bandas que han demostrado ser capaces de movilizar un público amplio a pesar de no tener un disco nuevo reciente en el mercado. Junto a ellos, el regreso de Garbage con «Strange Little Birds», y el objetivo de reverdecer los laureles de los noventa. Editors, Django Django, The Kills, Hercules & Love Affair y Digitalism completan la apuesta del primer día desde distintas versiones de pop y electrónica. Por la alineación nacional están Manel, El Guincho y Alondra Bentley.

Vida en la ciudad

El director del evento, Javier Arnáiz, que cuenta con larga experiencia en el sector, asegura que la línea roja de la programación musical es el «mainstream». «Podemos y queremos dar cabida a todos los géneros. No es ninguna broma ser la capital de un país y no tener un festival de referencia, es una cuestión de imagen, porque los eventos culturales tienen un impacto muy beneficioso para toda la ciudad. Por eso nuestro festival no termina a las seis de la mañana, porque pensamos que es imporante que sea compatible con la actividad y el consumo diurno de los asistentes en la ciudad», dice. Aunque el festival está pensado como un evento multidisciplinar, no cabe duda de que el motor es la música. Y el viernes 17, la noticia se llama Jane’s Addiction. El grupo de Dave Navarro tocará íntegro «Ritual de lo habitual», el que es por consenso su mejor disco y la antesala de su separación hace 26 años. La heterogeneidad que marca el festival estará bien presente esa jornada en la que mandan The Prodigy (omnipresentes en los últimos años en España), la radiofórmula de Bastille, los tremendos Die Antwoord y los rockeros Band of Horses. Hay más buenos nombres como el exquisito Caribou y los temas llenos de sentimiento soul de Michael Kiwanuka. Stereophonics, Kings of Convenience y Jessica Pratt también están entre la alineación titular, en la que participan artistas españoles: el regreso de los granadinos 091, que ha sido muy bien recibido por el público en gira, y Fuel Fandango, que acaban de editar nuevo trabajo, el discotequero «Aurora». Para el sábado 18 queda la tercera gran apuesta: Neil Young con su banda The Promise of The Real llevan siendo reclamados desde hace tiempo en Madrid. Junto a ellos, Two Door Cinema Club, Capital Cities y Flume son los grandes nombres. La oferta se completa con Gary Clark Jr., John Grant, la electrónica de Wild Beasts con «Boy King» a punto de publicarse, y Corizonas. Atención a la sorpresa que pueden ser los jóvenes hardcore Enter Shikari.

Será la primera edición de un festival que en lo musical apuesta por la diversidad y por devolver a Madrid a la escena musical, al lugar que hace tiempo que perdió. Su filosofía es urbana, y por eso no cuenta con cámping propio, y aspira a convertirse en un potente evento multidisciplinar que incluya cine, teatro y arte. Incluso, su proyecto es convertirse en una marca internacional que pueda abrir sucursales por todo el mundo. Pero no corramos tanto. Vamos a ver si salimos de ésta.