Concha García

La falsa novela que convirtió el sexo en best-seller

No se trata del «boom» de Christian Grey, sino que "Naked Came the Stranger"fue un engaño literario que tomó el discurso erótico y el lenguaje morboso como herramientas para superar las 40.000 copias. Un caso único.

La novela «Naked Came the Stranger» se publicó bajo la autoría de Penelope Ashe, pero en realidad fue escrita por 25 periodistas
La novela «Naked Came the Stranger» se publicó bajo la autoría de Penelope Ashe, pero en realidad fue escrita por 25 periodistaslarazon

No se trata del «boom» de christian grey, sino de un engaño literario que tomó el discurso erótico y el lenguaje morboso como herramientas para superar las 40.000 copias. un caso único.

El libro que protagoniza Christian Grey se descargó más de un millón de veces en la versión de e-book. El discurso erótico de «50 sombras de Grey» que mezcla dolor y placer sobrepasó el éxito desde su publicación en 2011. En su versión impresa, y solo en Reino Unido, se vendieron 397.889 copias a la semana. Según «Forbes», una media de 20 novelas por segundo. Y su adaptación al cine contabilizó una media de 2,75 millones de entradas vendidas en todo el mundo. No hace falta decir, por tanto, que el sexo vende. Pero este éxito no es novedad, sino que el lenguaje destapado y sin filtros de lo erótico también atrajo a miles de personas en 1969 con «Naked Came the Stranger» («Desnudo vino el forastero»). Pero, para entender esta historia, hay que empezar por el principio.

Mike McGrady era un desencantado con su época. Más bien, con el público cultural de entonces. Era periodista en la redacción de «Newsday» –un diario que se difunde principalmente por Nueva York– y no sabía cómo manifestar su inconformismo con el recibimiento que tenía la literatura en aquellos años en Estados Unidos. Sostenía que todo valía para ser un best-seller. Cualquier cosa, cualquier historia y discurso, independientemente de su trama y su estilo. Quiso que esta idea se comprobara y, por ello, nació «Naked came the stranger»: un libro erótico y escrito de una manera terrible. Tan mal que incluso el periodista se deshizo de algunos capítulos por estar demasiado bien escritos. La novela la firmó Penelope Asher (pseudónimo) y relata las aventuras de Gillian Blake, una ama de casa que, al enterarse de que su esposo le es infiel, comienza una vida sexual más activa y sin hacer ningún tipo de distinción: entre las conquistas que narran estos capítulos, están las de un rabino, un luchador profesional, un ejecutivo, un homosexual y un mafioso.

Homenaje al morbo

Mujer casada, ama de casa, que se escapa de una vida monótona para desafiar a su marido siéndole infiel con todos los hombres que le venían en gana. Y, todo esto, contado con todo lujo de detalles que hacen homenaje al interés por el morbo. En otras palabras, una historia que llama al éxito. Tal fue así que se vendieron más de 40.000 copias y se mantuvo en las listas de éxitos de ventas durante 13 semanas seguidas. McGrady estuvo en lo cierto. Y consiguió demostrarlo gracias a la ayuda de sus compañeros de trabajo: las 244 páginas del libro no fueron escritas por él, sino junto a 25 reporteros–dos de ellos mujeres– que aceptaron la invitación a participar en dicho proyecto. En el comunicado que detallaba los aspectos del libro, el periodista lo dejaba bien claro: «Habrá un énfasis constante en el sexo».

Pero las cifras se dispararon cuando el público se dio cuenta de que no había ninguna Penelope Ashe detrás de esas líneas, sino un conjunto de periodistas que habían sido partícipes del mayor engaño literario del mundo y entre los que, además, figuraban los Premio Pulitzer Robert W. Greene y Gene Goltz. Fue este tipo de hazaña con las palabras como armas la que animó a muchos curiosos a ir a las librerías a por esta novela, además de para leer con detalle la explosión que dos personas desnudas son capaces de hacer. «Dedos en la piel, dientes en la piel, luego estremecimientos de comunicación total y explosiones de control. Había olvidado que en la vida había más cosas que cortar el césped», dice una de las líneas de este best-seller que, más tarde, se convirtió en una película bajo la dirección de Radley Metzger.