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Historia

¿Por qué el morado es el color del feminismo y el 8 de marzo es el día de la mujer?

Dos hechos históricos podrían haber dado forma a los símbolos de la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos

Una mujer con un megáfono en una manifestación estudiantil feminista por el 8M, Día Internacional de la Mujer, a 8 de marzo de 2022, en Valencia, Comunidad Valenciana (España). El acto, organizado por el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas, tiene como objetivo conmemorar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, declarado así por las Naciones Unidas en 1975. Un día utilizado a nivel internacional para dar voz y visibilidad a las mujeres y cuya fecha fue elegida para conmemorar la muerte de 146 mujeres trabajadoras, en un incendio en una fábrica textil de Nueva York en 1857. 08 MARZO 2022;8M;VIOLENCIA;MUJER;FEMINISMO;DIA DE LA MUJER;FEMINISTA;IGUALDAD;GÉNERO Jorge Gil / Europa Press 08/03/2022
Una mujer en una protesta por el 8 de marzoJorge GilEuropa Press

La lucha de las mujeres por la igualdad de derechos viene de largo y todavía queda mucho por hacer. Cada año, de forma simbólica, miles de manifestaciones por la causa tienen lugar en todo el mundo el 8 de marzo. Las protestas vienen todas adornadas por símbolos de color morado, el color de camisetas, pancartas y todo tipo de elementos que lanzan mensajes a favor de la igualdad. Pero, ¿por qué se celebra el 8 de marzo? ¿Por qué el color morado? Dos hechos históricos podrían estar detrás de este simbolismo.

Aunque no existen pruebas fehacientes de que el origen de este hecho, hay un 8 de marzo importante en la historia de la lucha femenina. Sucedió en 1875 en Nueva York, Estados Unidos, donde las trabajadoras de una fábrica textil iniciaron una protesta por la desigualdad salarial con respecto a sus compañeros hombres. Sus protestas desencadenaron la brutal represión y hasta 120 mujeres fueron asesinadas para evitar que otras tomarán ejemplo. Aquellos hechos atroces, sin embargo, sólo consiguieron lo contrario: dos años después nacía el primer sindicato femenino de la historia.

Tiempo después, en 1911, y también en otra planta textil neoyorquina, una nueva desgracia pudo dar origen al segundo de los símbolos de la lucha feminista. En la fábrica, donde las condiciones laborales eran terribles -jornadas semanales de 52 horas a cambio de un salario pírrico- se producían robos de material, herramientas o retales textiles. Eso era, al menos, lo que decía la dirección de planta, que culpaba a sus empleadas, todas, mujeres. Así que decidieron cerrar las puertas de la factoría durante la jornada laboral para someter a cacheos a las trabajadoras a la salida. Un día se desató un terrible incendio (provocado por la chispa de la maquinaria o por un cigarrillo) y las trabajadoras perecieron al no poder escapar.

Como las telas con las que trabajaban en aquel momento eran moradas, todos los que presenciaron aquel suceso terrible vieron las llamas ascender y teñir de violeta el cielo. Las condiciones inhumanas en las que trabajaban fueron conocidas por todo el mundo y el color morado quedó en la memoria de la lucha por la dignidad de aquellas mujeres y de todas las del mundo.

Otras teorías sostienen que el color morado se obtiene de la mezcla del azul y el rosa, que tradicionalmente representa a hombres y mujeres de tal forma que su suma sería la igualdad de géneros. Sea como fuere, y aunque puede que solo se trate de leyendas, la lucha por eliminar la brecha salarial o el techo de cristal, son causas muy reales hoy en día.