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Lengua
La RAE presenta cuatro herramientas para potenciar el español en la era de la IA
La Real Academia Española ahonda en su proyecto LEIA con cuatro aplicaciones que detecta neologismos y verifica incorrecciones del idioma

La Real Academia Española ahonda en su proyecto LEIA (Lengua Española e Inteligencia Artificial) y presenta cuatro iniciativas nuevas que los estudiosos y académicos ya han comenzado a utilizar y que dentro de muy poco, «próximamente», se ha precisado sin entrar en más detalles, estarán disponibles para el público. En una presentación, que también ha supuesto una imagen inédita de la RAE y que se ha revelado mucho más moderna y que ha enseñado el alto número de mujeres que trabajan en sus investigaciones, Santiago Muñoz Machado, su director, subrayó el papel innovador y profético que tuvieron en 2019 al valorar la enorme importancia que tendría dentro de poco la IA en la sociedad y reiteró, por eso mismo, que «la lengua debe permanecer viva no solo en las aulas, sino también en los algoritmos, las redes y en cualquier rincón del mundo digital». Un mensaje que renueva su apuesta por el futuro y su empeño en continuar avanzando hacia él de una manera inequívoca y clara.
En un acto, donde estuvo acompañado por Asunción Gómez-Pérez, académica y directora de este proyecto de la RAE, y la directora general de Inteligencia Artificial del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, Aleida Alcaide, Machado señaló las novedades que se van a aportar ahora. «Esta tecnología no es una opción, es una necesidad -subrayó Muñoz Machado-. No vamos a poder trabajar sin ella. Tiene que ser una aliada para extender, preservar y proyectar nuestra lengua hacia el mañana». Con esta pretensión, se han puesto en funcionamiento varios recursos que estarán integrados en la plataforma LEIA. Con una financiación de cinco millones de euros procedentes de los fondos New Generation y el respaldo del Gobierno, un aspecto sobre el que se ha incidido en varias ocasiones, la RAE ha puesto en funcionamiento unas aplicaciones fundamentales para un conocimiento más amplio y exhaustivo de nuestro idioma y que serán de una evidente utilidad dentro de nada para muchos usuarios.
La primera de estas aplicaciones es el llamado observatorio de palabras. A través de ella se podrá «detectar automáticamente, de forma diaria y masiva, en el universo digital, y a partir de un buen número de fuentes (prensa, redes sociales, boletines...), palabras y expresiones que no están registradas en el Diccionario de la lengua española». Como explicó en su turno de palabra Asunción Gómez-Pérez, se pretende identificar de una manera rápida términos distintos, como pueden ser neologismos, tecnicismos nuevos, regionalismos, extranjerismos y otros derivados. Esto también incluye expresiones que irrumpan en la lengua. Esto ayudará a analizar de forma conveniente estos términos, establecer su procedencia y ayudar a comprender cómo debe emplearse.
Una segunda iniciativa es el sistema de consultas lingüísticas, que está destinada a reunir toda clase de dudas, cuestiones o interrogantes que los hablantes plantean a la RAE a través de la red social X o bien por correo electrónico o a través de su página web. La inteligencia artificial supone una herramienta práctica porque ayuda a catalogar este tipo de consultas (dentro de la categoría léxica, morfológica, sintáctica...) y acorta el tiempo de los especialistas en responder a la consulta que se les ha planteado. La solución de estas dudas se convertirá además en un valioso bagaje que ayudará a otros hablantes a resolver sus propias interrogantes.
La tercera propuesta es lo que han denominado la verificación lingüística automática. Con el apoyo de la inteligencia artificial, el propósito de esta aplicación es detectar, de la manera más rápida y efectiva posible, los distintos errores que cometen los hablantes en el empleo del castellano, ya sea un error «de naturaleza ortográfica, léxica, sintáctica o morfológica». Esto traerá consigo, también, unas sugerencias de corrección que estarán en línea con la doctrina promulgada por la RAE. Un aliciente es que tanto las dudas como las correcciones jamás estarán respondidas por un robot automático y detrás de cada una de las contestaciones que haga la RAE habrá una persona con la que se podrá interactuar.
La última columna de esta iniciativa para potenciar LEIA es un recopilador de las distintas variedades lingüísticas de las áreas geográficas donde se habla español. El objetivo es intentar reunir de manera eficaz cómo los hispanohablantes están utilizando la lengua. «Para hacer esta radiografía de la diversidad de nuestra lengua se ha creado una sección interactiva en que los hablantes podrán aportar información sobre el uso que hacen del idioma». Como apuntó Santiago Muñoz Machado, el objetivo principal estas directrices es «defender el español en el ámbito digital y sobre todo en el entorno de la inteligencia artificial. Para eso hemos sido de las primeras instituciones en integrar la IA en tareas lingüísticas. Esto va a suponer un verdadero salto en los trescientos años que tiene de existencia la RAE».
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